Perfil de la futura líder morada

Ione Belarra, la negociadora discreta de Podemos

La ministra de Derechos Sociales forma parte del núcleo duro morado que dialoga con el PSOE

MADRID 06 04 2021 POLITICA fotografia de familia  del nuevo Gobierno con las nuevas incorporaciones Yolanda Diaz e Ione Belarra  IMAGEN DAVID CASTRO

MADRID 06 04 2021 POLITICA fotografia de familia del nuevo Gobierno con las nuevas incorporaciones Yolanda Diaz e Ione Belarra IMAGEN DAVID CASTRO / DAVID CASTRO

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

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La relación entre PSOE y Unidas Podemos (si se le puede llamar así y no una negociación constante) se ha sustentando en los tres últimos años en un pequeño grupo de personas. Los escogidos de cada formación para dialogar, construir gobiernos, consensuar programas políticos, pactar presupuestos e impulsar leyes. En ese reducido número de colaboradores socialistas y morados ha estado siempre presente Ione Belarra (Pamplona, 1987). La actual ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y futura candidata a ocupar la secretaría general de Podemos tras la dimisión de Pablo Iglesias ha sido y sigue siendo una pieza discreta, pero básica, de esa negociación perpetua.

Poco después de que triunfara la moción de censura contra Mariano Rajoy, Belarra —persona de la máxima confianza del exvicepresidente— entró a formar parte de la delegación morada encargada de acordar unos Presupuestos con el PSOE. Aquel primer lance no llegó a buen puerto, pero no faltarían ocasiones por delante. Meses después, en 2019 negoció también con los socialistas la formación del primer Gobierno de coalición junto al portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, siempre manteniendo un perfil de baja intensidad.

Belarra, de la que Iglesias ha dicho en varias ocasiones que es dura negociando, estuvo después en la confección del pacto programático de la coalición y en la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado para el 2021. El cénit de su labor negociadora llegó hace apenas unos meses, tras su entrada inicial en el Gobierno como secretaria de Estado para la Agenda 2030. Pese a que Iglesias fue quien abanderó la lucha contra el PSOE por la regulación de los alquileres, Belarra fue la encargada de dirigir el diálogo más técnico, más discreto y donde al final se alcanzan los matices que permiten los acuerdos.

Su trayectoria en el partido y su experiencia en el Congreso son sus puntos fuertes

Choque con los socialistas

Desde que el Ejecutivo de coalición echó a andar, Belarra se fue haciendo poco a poco con el trabajo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. Así, cuando Iglesias anunció su marcha para competir en las elecciones madrileñas, la política de 33 años fue la propuesta lógica para sucederle. Ahora, se alza también como la apuesta de la dirección de Podemos para ocupar la secretaría general del partido. A su favor tiene su carácter combativo y polémico —muy similar al de Iglesias— que le ha llevado a enfrentarse a algunos de sus compañeros de Gobierno socialista.

En concreto, Belarra parece mantener un choque personal con la responsable de Defensa, Margarita Robles, a la que llegó a acusar de "alinearse con la derecha y los ultras". "Una vez más decepcionante", sentenció. Un enfrentamiento similar mantiene con la vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño.

La suma de factores

En la formación morada, además, ven en Belarra una persona con un alto conocimiento orgánico del partido. Proveniente del activismo en diferentes ONG, la política navarra lleva en Podemos desde sus inicios. En 2015, cuando el partido se presentó por primera vez a unas elecciones generales, ya obtuvo su escaño en el Congreso por Navarra y, desde entonces, ha ido revalidando su asiento en todos los comicios. A esto se suma su experiencia como portavoz parlamentaria durante la baja de maternidad de Irene Montero. Una conjunción de factores que la han situado como la aspirante a reemplazar el hiperliderazgo de Iglesias.

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