La dolorosa resaca del 4-M

El PSOE madrileño descarta una gestora y busca apartar a Gabilondo de portavoz en la Asamblea

La cúpula del partido enseña la puerta de salida al candidato, al que achacan haber defendido una oposición muy tibia frente a Ayuso

El exministro pretende recoger su acta de diputado y seguir trabajando en la Asamblea los próximos dos años y no se plantea marcharse

Franco no cuenta con dejar el liderazgo regional para dar paso a una dirección provisional, pese a que algunos piden el relevo orgánico

El candidato socialista, Ángel Gabilondo, antes de su comparecencia de valoración de los resultados del 4-M, en el hotel Princesa Plaza de Madrid.

El candidato socialista, Ángel Gabilondo, antes de su comparecencia de valoración de los resultados del 4-M, en el hotel Princesa Plaza de Madrid. / DAVID CASTRO

Juanma Romero

Juanma Romero

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Aún bajo el impacto del profundo 'shock' en que ha sumido el 4-M al PSOE, se empiezan a atisbar los primeros movimientos, las primeras señales de cara a un futuro incierto. Y la primera incógnita por despejar es el futuro de Ángel Gabilondo, el candidato que se quedó muy cerca de gobernar Madrid en 2015, que venció en votos y escaños en 2019 y que firmó el peor resultado histórico del partido en la comunidad este martes y hasta se vio superado por Más Madrid. El exministro de Educación quiere recoger su acta de diputado, seguir trabajando en la Asamblea los próximos dos años y no se plantea dimitir, según confirmaron fuentes de su entorno. Pero en la cúpula del PSOE-M tienen meridianamente claro que la situación debe cambiar ya, con urgencia.

La dirección de la federación madrileña, comandada por el exdelegado del Gobierno en la región y actual presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Franco, está empujando para que Gabilondo "al menos, no siga de portavoz" en la Cámara autonómica una vez se constituya, el 8 de junio. Así lo confirmaron fuentes del núcleo duro del PSOE-M a EL PERIÓDICO. Esta tarde puede haber alguna decisión, porque se reúne la ejecutiva de manera telemática a las 19 horas. Despojar a Gabilondo de los galones, el único puesto que ejercía -él no es militante, ni tiene cargo orgánico-, tiene como fin enseñarle la puerta de salida. Lo que motiva la decisión es el desastre del 4-M (cosechó el 16,85% de los fotos y logró 24 escaños, frente al 27,31% y los 37 asientos de 2019), que muchos en el PSOE explican por la labor de oposición frente a Isabel Díaz Ayuso durante la pandemia.

La nómina de sucesores es escasa: Hana Jalloul, Juan Lobato o Mónica Carazo

La lectura muy extendida es que el candidato no supo hacer frente a la presidenta regional, que nunca fue contundente y que los madrileños, en cambio, han sabido premiar a la aspirante de Más Madrid, Mónica García, anestesista en el Doce de Octubre y azote de Ayuso. García iba creciendo en la oposición mientras Gabilondo era prácticamente invisible, aunque en su entorno siempre han defendido que el trabajo en esta legislatura ha sido muy intenso, que siempre ha rehuido la confrontación porque ese es su estilo y el partido lo sabe y que lo que ha habido es una alianza de intereses en su contra.

Gabilondo podría quedarse de presidente del grupo parlamentario, una labor meramente institucional, sin foco, mientras la portavocía pasaría a manos de otra persona. El problema que sufre el PSOE-M, ahora y antes, es la falta de banquillo. La nómina de aspirantes se reduce casi a aquellos a los que la Moncloa ha promocionado en listas para estas elecciones: Hana Jalloul, exsecretaria de Estado de Migraciones y número dos de la candidatura; Juan Lobato, el cuatro y exalcalde de Soto del Real, o Mónica Carazo, la coordinadora de campaña y quien ocupaba el sexto puesto.

Ábalos, en pasado

"Hace falta un cambio ordenado, contundente y rápido. La situación es muy grave y ya no valen las bromitas", dice un miembro de la lista

Para algunos cuadros del PSOE-M, la idea de que Gabilondo deje de ser portavoz es apenas una tirita, cuando lo que hace falta es un revulsivo mayor, toda vez que la siguiente cita con las urnas llegará en mayo de 2023, en apenas dos años, y entonces se volverá a disputar el Gobierno regional, pero también el poder en los 179 ayuntamientos de la comunidad, 59 de los cuales (los de mayor peso poblacional, como Alcorcón, Móstoles, Parla, Getafe, Leganés, Fuenlabrada o Coslada) están hoy dirigidos por alcaldes socialistas. Una salida más drástica sería la dimisión de toda la cúpula autonómica y de su líder, Franco.

Calvo llama a la reflexión y la autocrítica ante una derrota "sin ambages"

Calvo llama a la reflexión y la autocrítica ante una derrota "sin ambages". En la foto, Carmen Calvo junto a José Luis Ábalos. /

"No pueden seguir ni Ángel ni la dirección que nos ha llevado a esto. Hace falta un cambio ordenado, contundente y rápido. La situación es muy grave y ya no valen las bromitas", asegura un miembro de la candidatura, que ve "absurdo" que siga Gabilondo en el grupo parlamentario sin su cargo de portavoz.

La presión para que el exministro se eche a un lado y facilite la renovación es cada vez mayor, también en el PSOE. De hecho, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, se refirió a él este miércoles en pasado: es una persona "lo suficientemente madura" como "para tomar su propia decisión" y la dirección federal está "muy agradecida" al "servicio que ha prestado", y al papel que "ha cumplido" de un modo "absolutamente desinteresado y generoso". En la misma noche del 4-M, afirmó que el PSOE tiene ahora "dos años por delante para construir la alternativa progresista que Madrid necesita". "Sabremos aprovecharla y nos ponemos a ello desde este mismo momento", sentenció.

Más allá de lo que pase ahora, el PSOE no cuenta con Gabilondo como candidato para 2023

El secretario regional, José Manuel Franco, no tiene en mente dimitir de su cargo. Una renuncia provocaría la caída de su dirección y obligaría a Ferraz a nombrar una gestora, que asumiría las riendas del PSOE-M de manera interina hasta el siguiente congreso. El cónclave ordinario se prevé para finales de año, después del federal. Muy probablemente Franco no renovará en el cargo. En el círculo del presidente, Pedro Sánchez, tampoco ven la necesidad de aumentar la inestabilidad del PSOE-M con una gestora.

Pase lo que pase con Gabilondo en el futuro más inmediato, lo cierto es que los socialistas ya no cuentan con él como candidato para 2023. De hecho, el partido se vio abocado a elegirle para el 4-M porque no tenía una alternativa madura lista. Es más, la Moncloa proyectó valores emergentes como los que incluyó en los primeros puestos de la candidatura (Jalloul, Lobato o Carazo) y a la ministra de Industria, Reyes Maroto, a la que el exministro apuntó como vicepresidenta económica de un Gobierno progresista que ya no llegará.