Los partidos de las elecciones en la Comunidad de Madrid 2021, uno por uno

PP

Su candidata es <strong>Isabel Díaz Ayuso</strong>, la actual presidenta de la comunidad. En las últimas elecciones, celebradas en mayo de 2019, el PP obtuvo el segundo puesto, con 30 escaños y 719.852 votos, el 22,23%. El resultado no fue bueno, pero le permitió ser investida gracias a su pacto con Cs, partido con el que gobernó, y Vox. En estos dos años, Ayuso, una absoluta desconocida cuando llegó al poder, se ha erigido como el principal ariete contra Pedro Sánchez, sobre todo a raíz de una pandemia frente a la que ella ha defendido medidas más laxas que el Ejecutivo central y el resto de presidentes autonómicos del PP. La dirigente conservadora, en buena parte gracias a la caída de Cs, será el próximo martes la candidata más votada. Ella insiste en que su intención es no tener que pactar con nadie, pero los sondeos anticipan que el apoyo de la extrema derecha será indispensable para mantener el poder.

PSOE

Su candidato es <strong>Ángel Gabilondo</strong>, exministro de Educación, quien se presenta por tercera vez consecutiva. En 2019, los socialistas fueron la fuerza más votada, algo que no ocurría desde 1987: obtuvieron 884.218 apoyos (el 27,31%) y 37 escaños. Pero un resultado así está lejos de repetirse. Gabilondo es un aspirante que no suscita especiales pasiones, ni siquiera dentro de su partido, que había decidido cambiar de cabeza de lista, una maniobra que frustró Ayuso con su inesperado adelanto. Ahora el PSOE, que en el primer tramo de la campaña se esforzó sin ningún éxito en atraer a los antiguos votantes de Cs, ocupa el segundo puesto en todos los sondeos y puede ser la única fuerza progresista que el martes retroceda en votos. Las posibilidades de que la izquierda logre la mayoría y Gabilondo sea el próximo presidente de la comunidad son escasas.

Más Madrid

El partido fundado por Íñigo Errejón tras su cisma con Iglesias es la gran sorpresa de estos comicios. En 2019 obtuvo el cuarto lugar, con 20 escaños y 475.672 votos, el 14,69%. Estas eran unas elecciones muy complicadas para la formación: Errejón había dado el salto al Congreso de los Diputados, y su reemplazo, <strong>Mónica García</strong>, era muy poco conocida. Su adversario dentro del electorado más de izquierdas, además, es <strong>Pablo Iglesias</strong>. Pero García, médico en ejercicio, ha sabido colocar sus mensajes, huyendo del ruido de la campaña y centrándose en los problemas sociales, sobre todo los sanitarios. Los estudios demoscópicos le otorgan una subida, y algunos incluso apuntan que puede estar pisándole los talones al PSOE.

Unidas Podemos

La formación morada se exponía a desaparecer de la Asamblea de Madrid, cuya ley electoral exige un 5% de los votos para obtener representación. Hace dos años lo logró por muy poco: cosechó 181.231 apoyos, el 5,6%, y siete escaños. Quedarse fuera esta vez hubiese tenido para Podemos derivadas en toda España. Así que Iglesias, su líder, llevó a cabo un arriesgado movimiento poco después de conocerse el adelanto electoral. Anunció que dejaba su puesto de vicepresidente segundo para presentarse como cabeza de lista a estos comicios. La maniobra ha logrado desterrar el peligro, y ahora todas las encuestas sitúan a los morados en torno a 10 diputados o más.

Vox

Su candidata es <strong>Rocío Monasterio</strong>. Hace dos años, el partido de extrema derecha logró 12 escaños y 287.667 votos (el 8,88%). Estas pueden ser las primeras elecciones recientes en las que los ultras sufran un retroceso. Ayuso, con un discurso en algunas ocasiones muy similar, está haciendo mella en su electorado. Ante el riesgo de un mal resultado, Monasterio ha optado por extremar aún más el tono, desplegando propaganda contra los menores extranjeros no asistidos y evitando condenar las amenazas de muerte sufridas por Iglesias, entre otros.

Ciudadanos

Su candidato es <strong>Edmundo Bal</strong>, exabogado del Estado, quien aceptó el puesto ante la posibilidad, que está empezando a alcanzar el rango de certeza, de que Cs desapareciera de la Asamblea, dejando muy atrás sus buenos resultados en 2019, que permitieron al partido gobernar en coalición con Ayuso. Los naranjas consiguieron entonces 629.040 votos (el 19,46%) y 26 escaños, solo cuatro menos que el PP. Algo así parece ahora ciencia ficción. Salvo sorpresa, Cs, que insiste en que quiere volver a pactar con Ayuso, no superará la barrera del 5% de apoyos.