Cita con las urnas

Los 6 exámenes de unas elecciones más allá de Madrid

Tras la campaña más tensa de la democracia, el veredicto de las urnas madrileñas hace presagiar cambios en la política nacional

COMBO

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Pilar Santos
Miguel Ángel Rodríguez
Juanma Romero
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La campaña de las elecciones autonómicas madrileñas del 4 de mayo será recordada como una de las más tensas de la democracia, con cartas amenazantes, debates cancelados y más enfrentamientos ideológicos que propuestas. La bronca ha servido para petrificar aún más los bloques a derecha (PP, Vox y Cs) e izquierda (PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos). Cada partido pone en juego este martes mucho más que su representación en la Asamblea regional.

Alegría para un PP en horas bajas

La convocatoria de las elecciones madrileñas cogió al PP en horas bajas por el mal resultado de las catalanas de febrero, en las que Vox sacó 11 escaños y el partido de Pablo Casado, tres. Sin embargo, los buenos augurios para Isabel Díaz Ayuso, que puede llegar a doblar los 30 diputados actuales, han insuflado oxígeno a los populares. Los conservadores esperan poder seguir presidiendo la Comunidad de Madrid con el apoyo externo de Vox para aprobar leyes. La situación ideal para el PP sería que la formación radical apoyara la investidura y no pidiera carteras. A Ayuso le daría “libertad”, afirma ella, y a Casado le permitiría seguir diciendo que “no gobierna con la ultraderecha”, solo recibe sus votos para poder gobernar en solitario.

“Cuando el nivel del agua sube, el barco sube y el capitán, también”, dice metafóricamente un asesor de Génova celebrando anticipadamente el triunfo y descartando cualquier consecuencia negativa para Casado. Sin embargo, no lo ven así todos en el partido. Algunos diputados y altos cargos se temen que Ayuso acabe siendo como su antecesora en el cargo, Esperanza Aguirre, con la que comparte ese descaro y ese estilo cheli en la manera de hacer y de hablar. Aguirre llegó a amagar con disputarle el liderazgo a Mariano Rajoy en 2008, un extremo que desde la Puerta del Sol se rechaza totalmente. “Ayuso se lo debe todo a Casado y son amigos desde hace muchos años. Debate zanjado”, afirma un asesor de la presidenta. PILAR SANTOS

PERFIL DE ISABEL DÍAZ AYUSO

CLAVES DEL PROGRAMA ELECTORAL DEL PP

Una campaña socialista llena de curvas

Ángel Gabilondo se ha encontrado con más curvas y más cuestas de las esperadas en el camino hacia el 4-M, en el que ha buscado comparecer como el candidato “soso, serio y formal”, el presidente de un Ejecutivo “progresista, centrado y sin extremismos”. Aspirante inevitable por la premura de la convocatoria electoral, primero intentó pescar votos en el caladero en descomposición de Cs, en una estrategia vista con recelo por una parte del PSOE —la campaña ha estado pilotada por la Moncloa, por el equipo más directo de Pedro Sánchez—, y que no acabó de cuajar por la huida en masa de los electores templados al PP. Con el debate en Telemadrid, se produjo el giro, la visualización de una izquierda coordinada en sus mensajes y el acercamiento de Gabilondo a Unidas Podemos (“Pablo, tenemos 12 días para ganar”). Pero la campaña se rompió por completo con el debate de la SER. Entonces, el PSOE planteó la pugna como una elección entre “fascismo o democracia”. Y, mientras, la carrera hacia las urnas se nublaba por la sucesión de cartas con amenazas de muerte que acabaron siendo desdeñadas por el PP.

Los sondeos han pronosticado una bajada de los socialistas, un crecimiento de Más Madrid y una victoria holgada de la derecha. Pero en la cúpula reiteran que la pugna, que era “muy difícil” de entrada, está mucho más apretada, que los números de cada bloque están “más igualados” y por tanto “hay partido” y caben las sorpresas. La izquierda, arguyen, está más movilizada que antes, y la duda es si lo hará tanto como la derecha. En los cuadros medios sí se percibe una mayor “preocupación”, "desmoralización" y “nerviosismo”. El viraje en la estrategia se ha acompañado de una presencia menos intensa de Sánchez: el presidente estuvo muy activo en la precampaña, pero en la campaña solo ha participado en tres actos, menos que los mítines que protagonizó en las catalanas del 14-F. La Moncloa ha querido resguardar a Sánchez para no contribuir a la victimización de Isabel Díaz Ayuso. JUANMA ROMERO

PERFIL DE ÁNGEL GABILONDO

CLAVES DEL PROGRAMA ELECTORAL DEL PSOE

La sorpresa en la izquierda calienta motores

Al comienzo de la campaña, en el equipo de Mónica García tenían claro su misión para las dos siguientes semanas: dar a conocer a una candidata desconocida para el gran público que se presentaba por Más Madrid, una marca ya instaurada en la capital. Justo lo contrario a lo que les pasó en 2019 cuando Íñigo Errejón concurrió a los comicios con un partido recién creado. La tarea parece cumplida. A falta de que las urnas den su veredicto, García ha ido ganando en popularidad y ha ido escalando en las encuestas a costa del PSOE y de Unidas Podemos. Aunque parece improbable que el bloque de la izquierda pueda formar Gobierno, García saldrá reforzada y con su liderazgo en Más Madrid fortalecido para las próximas elecciones dentro de dos años.

García, la candidata con menor experiencia, se ha impuesto durante la campaña como la candidata que más crece electoralmente y, como suele ser habitual en estas ocasiones, se ha planteado su posible 'sorpasso' al PSOE. “No estamos muy preocupados por cuál es nuestra situación dentro del bloque”, aseguró a EL PERIÓDICO el pasado jueves. No obstante, en el entorno de la candidata sí ven claro que estos comicios han servido de trampolín para García y que, de no alcanzar la victoria el bloque de la izquierda, en los dos próximos años seguirá haciendo oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid para marcar perfil de cara a los comicios de 2023. MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ

PERFIL DE MÓNICA GARCÍA

CLAVES DEL PROGRAMA ELECTORAL DE MÁS MADRID

Pocos escenarios en los que cantar victoria

Pablo Iglesias dejó la vicepresidencia segunda del Gobierno para salvar al partido en Madrid. Y lo ha conseguido. Al menos, así lo ven en su círculo más cercano cuando se les señala que todas las encuestas sitúan a Unidas Podemos en la lucha con Vox por la cuarta posición. La candidatura del líder morado no ha causado el efecto esperado. Tampoco lo ha hecho el plante de Iglesias ante los ultras, dando un vuelco a la campaña, después de que pusiera en duda las amenazas de muerte a políticos. Con todo ello, parece complejo que de las urnas salga un escenario que los morados puedan vender como una victoria. 

Cuando el próximo martes finalice el recuento de votos, si las tres formaciones de izquierda logran alcanzar la mayoría –la demoscopia lo ve complicado-,todo apunta a que Iglesias será la tercera fuerza, por detrás de Más Madrid, el partido que fundó su excompañero Íñigo Errejón, y se abrirá entonces una negociación en la que el líder morado tendrá un poder de exigencia reducido.

Peor aún si, como apuntan las encuestas, Isabel Díaz Ayuso logra revalidar la presidencia con el apoyo de Vox. Entonces, el salto de Iglesias a la arena madrileña habrá sido en vano. El exvicepresidente aseguró que permanecerá en la Asamblea de Madrid haciendo oposición –algo que dentro y fuera del partido se ve improbable–. Aun así, con Iglesias ya visualizando su salida de la política activa, comenzará la búsqueda de nuevos liderazgos que mantengan a flote el partido en las próximas elecciones de 2023. MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ

PERFIL DE PABLO IGLESIAS

CLAVES DEL PROGRAMA ELECTORAL DE UNIDAS PODEMOS

La lucha por la llave del Gobierno del PP

No se puede negar que Vox ha hecho todo lo posible para situarse en el centro de la campaña electoral. Con los sondeos a la baja, la formación ultra –con Santiago Abascal a los mandos de la estrategia– lleva dos semanas intentado remontar el vuelo para entrar en la Asamblea de Madrid y ser la llave de un Gobierno de derechas. Para conseguirlo, los ultras han alcanzado cotas de polarización nunca antes vistas en la política española reciente criminalizando a menores extranjeros no acompañados, poniendo en duda la veracidad de las amenazas de muerte a políticos y haciendo estallar el escaso debate que quedaba en la contienda electoral.

Con la candidata del PP, Isabel Díaz Ayuso, arrasando en los barrios más acomodados e, incluso, colándose en el electorado de Vox, la cabeza de lista de la extrema derecha a los comicios del próximo martes, Rocío Monasterio, ha tratado de conseguir el voto de los barrios obreros donde la pandemia ha golpeado con más fuerza a los que todavía sufrían las últimas consecuencias de la crisis económica de 2008.

La sangría de votos de Vox hacia el PP será evidente, aun así parece que los ultras seguirán siendo claves para que Ayuso pueda formar un Ejecutivo. En 2019 ya ocurrió, pero en la cúpula ultra no quisieron forzar su entrada en el Gobierno madrileño para no manchar su expediente de cara a los siguientes comicios. Ahora, Monasterio no descarta “absolutamente nada”, aunque esa misma idea sigue vigente teniendo en cuenta que en dos años se volverán a instalar las urnas en casi todas las autonomías. MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ

PERFIL DE ROCÍO MONASTERIO

En busca del salvavidas al borde del precipicio

Ciudadanos se juega su futuro en las elecciones de Madrid. Después del hundimiento en las generales de noviembre de 2019 y las catalanas del pasado febrero, Inés Arrimadas tiene que encontrar en las madrileñas un salvavidas que le permita seguir manteniendo su voluntad de liderar un partido bisagra y evitar que el PSOE tenga que depender de Podemos y el PP, de Vox. Las previsiones no le auguran nada bueno en Madrid, donde los populares de Pablo Casado esperan que se escenifique el proceso de absorción que está llevando a cabo en toda España. El fichaje de Toni Cantó fue un ejemplo, aunque no le acabó de salir bien porque la justicia finalmente no ha permitido que se incluya en la lista electoral de Isabel Díaz Ayuso, porque no estaba empadronado en Madrid antes del 1 de enero.

La mayoría de las encuestas prevén que el candidato, Edmundo Bal, no llegue al mínimo del 5% de las papeletas que se necesitan para poder entrar en la Asamblea regional. Bal no ha abandonado el escaño que tiene en el Congreso de los Diputados, donde es portavoz del grupo parlamentario, una decisión que no ha mandado el mejor mensaje. “Tenemos solo 10 escaños y su trabajo es muy valioso, no podía pararse estos días 14 días de campaña”, le defendía una compañera de partido. En caso de que obtenga representación, Ciudadanos ya ha anunciado que volverá a apoyar a Ayuso para que sea presidenta, pedirá entrar de nuevo en el Gobierno regional con carteras y exigirá que se quede fuera Vox. PILAR SANTOS

PERFIL DE EDMUNDO BAL

CLAVES DEL PROGRAMA ELECTORAL DE CIUDADANOS

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