Municipales de 2023

Santi Vila trabaja en su candidatura al Ayuntamiento de Barcelona

Se integraría en coalición junto con otros independientes en una lista del PSC que podría encabezar Illa

Santi Vila.

Santi Vila.

Fidel Masreal
Toni Sust
Daniel G. Sastre
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Hace unos años, cuando Santi Vila despuntaba como 'conseller' de Convergència, el entonces 'president' de la Generalitat, Artur Mas, lo llamó para pedirle que fuera el nuevo candidato de CDC a la alcaldía de Barcelona, una piedra en el zapato del nacionalismo. Vila contestó que no estaba lo suficientemente preparado. A lo cual el 'president' le replicó: "¿Acaso Xavier Trias lo estaba, cuando se presentó?". Han pasado los años, las turbulencias del 'procés' y el juicio que también sentó a Vila en el banquillo. Su figura ha quedado asociada a la del díscolo entre los que llevaron a cabo el desafío al Estado. Ahora Vila, según fuentes cercanas al 'exconseller' y exalcalde de Figueres, trabaja ya en un empeño que le motiva: formar parte de una candidatura para desplazar a Ada Colau de la alcaldía de Barcelona. Consultado al respecto, el 'exconseller' guarda silencio.

La intención es que este proyecto se ponga en marcha en septiembre. La opción más plausible sería la de formar una candidatura de independientes, a la manera de lo que supuso Ciutadans pel Canvi para el socialista Pasqual Maragall, e integrarse probablemente en forma de coalición en la candidatura del PSC. Una candidatura que podría encabezar el exministro y reciente candidato a la Generalitat, Salvador Illa, según diversas fuentes. El papel de Vila sería el de facilitar al PSC votos del espacio soberanista que de entrada serían reacios a apoyar a un candidato de un partido 'españolista' pero que podrían sumarse al mismo en beneficio de un objetivo prioritario: echar a Colau de la alcaldía de Barcelona.

La intención de Vila, siempre según fuentes de su entorno, es la de forjar una propuesta progresista, centrista, ilustrada, formada por personalidades de diversos ámbitos profesionales. Vila está intensificando su participación en la vida social de la capital catalana y estudiando su morfología. Consultadas al respecto, fuentes del PSC recuerdan que faltan dos para las elecciones municipales y que "ahora mismo solo hay una apuesta", en referencia al líder municipal socialista, Jaume Collboni. "Lo demás son rumores interesados o deseos", añaden.

El plan B

El 'exconseller' es una pieza muy valorada por el catalanismo no rupturista. Tanto es así que en el espacio de lo que fue Convergència -hoy fragmentado entre el PDECat, el Partit Nacionalista Català y Lliures, fundamentalmente- no se descarta que su figura pudiera ser la que aglutinase una candidatura paraguas para todos estos grupos, hoy por hoy minoritarios en la ciudad.

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Según algunas fuentes, el PDECat propuso a Vila encabezar una lista con plena autonomía cara al consistorio de Barcelona. El partido posconvergente admite conversaciones con Vila pero niega que haya habido una oferta formal. No en vano el PDECat vive inmerso en un difícil debate sobre su futuro y viabilidad. Otros actores como el PNC de Marta Pascal no quieren hablar de candidatos si antes no se logra forjar un proyecto común.

La 'operación Vila' tiene un handicap: el juicio pendiente al 'exconseller' de Cultura por el contencioso de las obras de arte que Aragón ha reclamado a Catalunya. Sobre Vila pesa una petición de multa e inhabilitación, algo que podría cortocircuitar su aspiración de volver al terreno político. A favor de su lista juega la certeza, según las fuentes citadas, de que sectores del ámbito profesional y empresarial de la ciudad estarían dispuestos a sufragar generosamente la operación.

El contexto

Esta operación trata de aprovecharse de un contexto de grandes interrogantes sobre el futuro de los grupos municipales en Barcelona, y de forma especial del de Junts per Catalunya. Está claro que como espacio Junts tiene un apoyo potencial destacable en Barcelona, pero a la vez es una evidencia que en estos momentos los cinco concejales del grupo que encabeza Elsa Artadi resultan irrelevantes para la gobernación de la ciudad e incluso como opositores han quedado relegados a un papel secundario.

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Los posconvergentes viven una realidad un tanto dual. Por un lado, es un grupo activo en los plenos de distrito, que critica la gestión de Barcelona en Comú y el PSC. Pero por otro es un colectivo cuya cabeza visible, Artadi, está cerca de abandonar el consistorio. Por detrás quedan por lo menos dos concejales que querían ser alcaldes: Ferran Mascarell y Neus Munté. Y dos ediles más, Jordi Martí y Francina Vila con una experiencia amplia pero que carecen del perfil mediático que sería deseable para un candidato a suceder a Colau. Una última derivada: aunque los pactos nacen y mueren y nadie los recuerda, hay que tener en cuenta la actual alianza entre Junts y el PSC en la Diputación de Barcelona. De confirmarse la operación Vila, ese matrimonio, ya de por sí candidato al divorcio cuando acabe el mandato, podría tensionarse si los socialistas apuestan por el 'exconseller', que no es una persona especialmente querida en el ámbito de Junts.

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