Las consecuencias del 4-M

Casado, a la espera del gol en propia puerta en Madrid

Las elecciones autonómicas pueden ser un 'lose-lose' para el líder del PP: se arriesga a que el partido pierda la comunidad o tener que bregar con una Ayuso intratable

MADRID  10 04 2021 - El presidente del PP  Pablo Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid  Isabel Diaz Ayuso  a su llegada a la inauguracion del Congreso de Nuevas Generaciones del PP celebrada este sabado en Madrid  EFE David Fernandez

MADRID 10 04 2021 - El presidente del PP Pablo Casado y la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Diaz Ayuso a su llegada a la inauguracion del Congreso de Nuevas Generaciones del PP celebrada este sabado en Madrid EFE David Fernandez / David Fernandez

Pilar Santos

Pilar Santos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algunas veces los políticos hablan de que una iniciativa es un 'win-win', porque pase lo que pase van a ganar algo con ella. En la mayoría de las ocasiones, sin embargo, conviven con el 'win-lose'. O ganan o pierden. Y raramente se enfrentan a un 'lose-lose'. Pablo Casado está ante una de estas últimas situaciones.

El 10 de marzo, cuando la política española convulsionó entre mociones de censura levantinas y castellanas e Isabel Díaz Ayuso adelantó las elecciones madrileñas, un asesor de la presidenta de la Comunidad de Madrid admitió a este diario que esos comicios autonómicos suponen una operación de alto riesgo para el presidente del PP: "Así es la vida", respondió. Se sabe que Ayuso llevaba meses queriendo adelantar, porque se sentía fuerte, quería sumar solo con Vox y soltar a Ciudadanos. Casado le pidió que no lo hiciera. Sin embargo, aquella jornada, con los naranjas echando un pulso a lo grande en Murcia, la política madrileña vio la oportunidad: "No podemos quedarnos de brazos cruzados. No nos puede pasar como a [Mariano] Rajoy", afirmó aquella mañana en los despachos de la Puerta del Sol. Era su oportunidad para presionar a Casado.

Un asesor de la política madrileña admitió que la operación es de alto riesgo para el jefe de los populares: "Así es la vida"

Ayuso ha crecido políticamente de una manera tan veloz que asesores, diputados, altos cargos de la dirección nacional y barones autonómicos consultados para este reportaje consideran que, si le sale bien, estaría intratable y el presidente del partido debería aprender a convivir (si es que no está practicando ya) con una política con voz propia, al estilo de lo que ahora es Alberto Núñez Feijóo desde Galicia. "Será un problema a medio plazo para Casado", afirma el jefe de un Ejecutivo autonómico. "No la podrá controlar. Ella se está creyendo el personaje y está crecidísima", añade. "¿Le traicionará? Seguramente lo hará poco a poco", se responde antes de avisar: "Lo primero que hará este año será reclamar la presidencia del PP de Madrid, que se le ha negado hasta ahora".

Un diputado considera que Casado se enfrentaría a una "bicefalia" de facto en el partido mientras que un alto cargo del grupo parlamentario niega que "Ayuso pueda convertirse en una nueva Esperanza Aguirre", que amagó con enfrentarse a Mariano Rajoy para liderar el partido. "La presidenta se lo debe todo a Casado, le demuestra su lealtad cada día. No como [Juanma] Moreno, que el otro día pidió un mes más de estado de alarma sin decírnoslo", se lamenta esa fuente.

La dirección nacional descarta que la victoria suponga una desventaja y consideran que las siglas "volverían a coger músculo"

En Génova, sin embargo, no creen que una victoria de la política madrileña perjudique "en nada" a su jefe de filas. Si el 4 de mayo los madrileños permiten que el PP siga en la presidencia de la Comunidad, algo que hacen de manera ininterrumpida desde 1995, "las siglas volverían a coger músculo" tras el fracaso en las catalanas. Y, al haber absorbido a Ciudadanos (algo que marcan todos los sondeos), Casado podría demostrar que su "unión del centro-derecha" en las urnas ha empezado, sostienen esas fuentes. La lectura que defenderán con ese escenario es que el divorcio de Vox en la moción de octubre ha tenido sentido, porque con ese distanciamiento se legitimó la vuelta de los votantes de Ciudadanos.

Aviso sobre la debilidad interna

Si, en cambio, Ayuso no logra retener el Gobierno, porque se ha engullido a tantos votantes de Vox que los ultras no llegan al mínimo de 5% de votos que se exige para entrar en la Asamblea, el proyecto de Casado quedaría irremediablemente debilitado. Perdería su principal feudo. "Sí, Ayuso puede morir de éxito", reconoce un miembro del equipo de la presidenta. El sondeo de esta semana del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) le dio a Vox un 5,4%.

¿Sería el fin de la etapa de Casado? "Lo dudo. El partido está tan débil internamente que no creo que ni Núñez Feijóo, con casi 60 años, quisiera aventurarse a algo así", responde una diputada. "Teodoro García Egea, con los congresos provinciales, se está intentando asegurar fidelidad para evitar que pueda haber alguna revuelta interna. Ahora mismo lo está haciendo en la Comunitat Valenciana", apunta un dirigente autonómico.

Suscríbete para seguir leyendo