INVESTIGACIÓN JUDICIAL

Un regidor del PSC acusa a Núria Marín de "pasividad" en un caso de malversación

Graells denunció ante la Policía Nacional las presuntas irregularidades en el Consell de l'Esport de l'Hospitalet

Juame Graells, este miércoles alrededor de los juzgados.

Juame Graells, este miércoles alrededor de los juzgados. / Pol Solà / ACN

J. G. Albalat

J. G. Albalat

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El concejal del PSC de L'Hospitalet de Llobregat Jaume Graells declaró este miércoles ante la jueza que investiga la supuesta malversación y apropiación indebida en el Consell Esportiu de la localidad que cuando le explicó a la alcaldesa Núria Marín las presuntas irregularidades se sintió "traicionado" en su confianza porque habló con otras partes y "muy marginado", ya que consideró que no se le apoyaba. A preguntas de la magistrada, el edil criticó la "pasividad total" de la regidora socialista, que está citada a declarar como imputada el próximo viernes y que declaró ante la Policía (que llegó a detenerla) que cuando Graells le comunicó las presuntas anomalías aconsejó que se encargara una auditoría en la entidad, tal y como se hizo.

Este miércoles estaban citados una decena de testigos y, según explicaron fuentes jurídicas, la jueza, la fiscala y la acusación popular se centraron en intentar aclarar el papel y la postura de Marín a partir del 3 de febrero de 2020, cuando Graells le denunció el caso y le aportó alguna documentación que evidenciaría las irregularidades.

El auditor contratado

También declaró como testigo el auditor al que se le encargó el informe que explicó que solo pudo hacer una tercera parte de su trabajo, ya que la Policía intervino toda la documentación contable. A pesar de ello, aseguró que con el 30% de los datos analizados se podían deducir que existían pagos no suficientemente justificados. De hecho, se han detectado desembolsos de pequeñas cantidades de dinero en metálico y no declarados a Hacienda, aunque algunas fuentes los encuadran en pagos de gastos de poca importancia, como, por ejemplo, la intervención puntual de algún árbitro o de colaboradores en actividades deportivas.

Algunos de estos colaboradores participaban en los eventos de forma desinteresada, pero otros cobraban pequeñas cantidades, como 30 o 40 euros, para ayudar a cortar calles, mover vallas o estar presente en una competición. La Policía Nacional, que se encarga de las pesquisas, han detectado otros pagos sospechosos, como en bares de copas, o desayunos, multas, la grúa municipal y libros de autoayuda supuestamente para hacer regalos. Algunos de los investigados cobraron suculentas dietas.