Remodelación en el Ejecutivo

Sánchez ultima cambios mínimos en el Gobierno tras la salida de Iglesias

El líder de Podemos asistirá este martes a su último Consejo de Ministros para centrarse en las elecciones de Madrid

La Moncloa niega que vaya a haber sorpresas en los nombramientos e insiste en que la coalición agotará la legislatura  

Juan Ruiz Sierra
Miguel Ángel Rodríguez
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Pedro Sánchez llevará a cabo este martes su segunda crisis de Gobierno en el año y tres meses de vida de su coalición con Podemos. Al igual que en la primera, los cambios no obedecen a la necesidad cambiar el funcionamiento del Ejecutivo, a la pérdida de confianza de alguno de sus miembros o a la intención de buscar impulso político. El motivo se encuentra en las urnas autonómicas. Si a finales de enero fue el salto de Salvador Illa a la candidatura del PSC en las elecciones catalanas, esta vez se debe a la salida de Pablo Iglesias para presentarse a los comicios madrileños del 4 de mayo. En ambos casos, Pedro Sánchez, según explican sus colaboradores, hará los cambios mínimos. No se esperan sorpresas. Pero ahora los interrogantes que se ciernen sobre el futuro de la coalición son mayores que hace solo dos meses.

El anuncio de Iglesias de que dejaría el Gobierno para presentarse al 4-M descolocó a los socialistas. Incluido el propio Sánchez, que conoció la decisión a través de un mensaje de whatsapp el pasado 15 de marzo, minutos antes de que el hasta ahora vicepresidente segundo difundiera un vídeo explicando su salida. Las formas no sentaron bien en la Moncloa. Tampoco que el líder de Podemos anunciara que Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, sería la nueva vicepresidenta segunda y Ione Belarra la ministra de Políticas Sociales, porque la capacidad de nombrar a los miembros del Ejecutivo es exclusiva del presidente. “Lo que no puede ser es que le señalen lo que tiene que hacer”, explicaron en su entorno. 

Pero el jefe del Ejecutivo se sacó la espina un día después. Para evitar que Díaz quedase por encima de Nadia Calviño, Sánchez relegó a la titular de Trabajo a la vicepresidencia tercera, elevando a segunda a la máxima responsable de la política económica. Podría haber sido un nuevo foco de conflicto. Pero no lo fue, y aquí es donde los socialistas quieren agarrarse para concluir que la relación entre los socios será ahora más fluida. 

Diferencias de carácter

Díaz, que está llamada a ser la cabeza de lista de Podemos en las generales y a partir de ahora será quien aborde con Sánchez el funcionamiento de la coalición, tiene un carácter menos dado al choque frontal que Iglesias. En cuanto supo de la disputa sobre su nuevo puesto, dejó claro que el rango no era tan importante para ella y evitó mantener el pulso. 

“Con ella va a ser más fácil”, anticipan en la Moncloa, que confían en solucionar pronto las diferencias con sus aliados sobre la ‘ley trans’ y los alquileres. Pero los socialistas, al mismo tiempo, temen que Iglesias, que continúa como líder orgánico de Podemos, tenga ahora mayor libertad de movimientos para cargar contra el PSOE, al no estar ya dentro del Gobierno. Y Belarra, que ahora formará parte del Consejo de Ministros, ha sido una de las dirigentes moradas más críticas con los socialistas. 

Pedro Sánchez, en la presentación de la candidatura de Ángel Gabilondo a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Pedro Sánchez, en la presentación de la candidatura de Ángel Gabilondo a la presidencia de la Comunidad de Madrid. / EL PERIÓDICO

En lo que ambas partes coinciden es en que no habrá anticipo electoral. Según fuentes de Podemos, el anuncio de que Díaz será la candidata en las generales puede servir para frenar cualquier tentación de Sánchez de adelantar los comicios. Pero los socialistas insisten en que esa posibilidad no está encima de la mesa. El presidente, explican en su entorno, pretende agotar la legislatura. 

Sánchez, continúan las mismas fuentes, está “satisfecho” con el funcionamiento de la coalición. No quiere hacer más cambios que los imprescindibles. Habrá nuevos nombramientos, pero en escalafones inferiores, también motivados por el salto a las listas electorales madrileñas, en este caso las socialistas, de quienes desempeñaban esas funciones: Hana Jalloul, secretaria de Estado de Migraciones, e Irene Lozano, secretaria de Estado de Deportes, que será sustituida por el hasta ahora delegado del Gobierno en Madrid, José Manuel Franco.