Govern u oposición: el debate pendiente de la CUP

La CUP cambia de chip y encara esta legislatura dispuesta a imprimir su sello en el plan de gobierno del futuro Ejecutivo catalán. La inquina de su equipo negociador en sonsacar a Esquerra una hoja de ruta que marque legislatura con medidas socioeconómicas -y policiales- del agrado anticapitalista ha sido compensada por la militancia 'cupera' que, pese a dejar constancia de sus reticencias a sostener un Govern previsiblemente formado entre ERC y Junts, dio este jueves el visto bueno a que sus nueve diputados invistan a Pere Aragonès como próximo 'president' de la Generalitat.

Pero una vez cerrado el acuerdo de investidura, se abre un nuevo capítulo y, con él, otro debate interno: entrar por primera vez en el Govern o mantenerse en la oposición. La presencia de la CUP en el futuro Executiu ya se ha colado en las asambleas abiertas parlamentarias que se han ido celebrando para analizar el pacto con ERC, pero los 1.401 militantes no se encontraron una pregunta sobre esto en la urna virtual. "Este es un debate que tendremos con la militancia. No es un debate que se niegue, forma parte de este proceso que hemos empezado", aseveró la diputada Eulàlia Reguant al dar a conocer este jueves los resultados del proceso interno.

Polos opuestos

Las 11 organizaciones que configuran la candidatura empezaron a mover ficha. Poble Lliure lanzó un comunicado en el que defendió la presencia de la CUP en el Govern como "la mejor manera" para custodiar el cumplimiento del acuerdo con ERC y, según fuentes de este partido, propusieron formalmente a los órganos internos que se abra cuanto antes esta discusión a la militancia. En su petición cuentan con la complicidad de Guanyem Catalunya, partido liderado por Dolors Sabater, ya que según fuentes de esta organización tienen "cierta predisposición" a entrar en el Govern para "controlar que se cumplen los compromisos adquiridos".

Su posición chocha de frente con la opinión de otras organizaciones como Endavant, Arran o Lluita Internacionalista, que ya se posicionaron en contra del acuerdo con los republicanos y que desdeñan que la CUP se convierta en "muleta" de una reedición del Govern ERC-Junts. "La posibilidad de entrar en el Govern está descartada desde hace semanas", apunta una voz contraria a que los anticapitalistas tengan un puesto en el Consell Executiu.

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