Entrevista en el aniversario del 11-M

Fernando Reinares: "Persiste la amenaza de un terrorismo yihadista en transformación"

El experto del Real Instituto Elcano y autor de '11-M. La venganza de Al Qaeda' (Galaxia Gutenberg, 2021) cree conveniente valorar cómo ha incidido la pandemia en la capacidad operativa de las redes terroristas

Fernando Reinares

Fernando Reinares

Eva Cantón

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La decisión de atentar en España se tomó en diciembre de 2001 para vengar la Operación Dátil -el mayor golpe asestado a Al Qaeda en Europa en los años posteriores al 11-S- que se saldó con la detención de la mayoría (no todos) de los miembros de la célula que la organización terrorista estableció en nuestro país en 1994. Meses después, en octubre de 2003, Osama bin Laden, colocó a España en la diana por su presencia militar en Irak. La matanza de los trenes de cercanías en Madrid, de la que se cumplen ahora 17 años, fue una “venganza añadida a la venganza”, en palabras de Fernando Reinares, quien, lejos de las especulaciones, en su libro ‘11-M. La venganza de Al Qaeda’ arroja luz con un innegable rigor académico sobre un hecho trascendental de nuestra historia reciente.

En su investigación sostiene que el 11-M pudo haberse evitado porque hubo fallos policiales, judiciales y de los servicios secretos que impidieron desbaratar el entramado terrorista. ¿Se han subsanado los errores?¿Sería posible hoy un atentado similar?

Tras el 11-M se inició una reforma de las estructuras de seguridad interior y una actualización de las funciones de Inteligencia. También ha cambiado la legislación antiterrorista. Pero hay problemas estructurales pendientes. Prueba de ello es que, en agosto de 2017, Barcelona estuvo a punto de ser escenario de una matanza yihadista tan letal o más que el 11-M.

Entre los terroristas de Madrid y los de Catalunya hay una diferencia clave. La primera red estaba formada por inmigrantes de primera generación, mientras que los miembros de la célula de Ripoll habían nacido y crecido aquí. ¿Estamos preparados para combatir un yihadismo endógeno?

Abordar el yihadismo endógeno reclama programas de prevención de la radicalización que sean multifacéticos, proporcionados y focalizados. En la práctica no existen, fuera del ámbito penitenciario, debido a que no pueden ser gestionados por cuerpos policiales, a que no hay dotación pública de recursos necesarios y a un secretismo incompatible con la implicación de la sociedad civil. 

“Abordar el yihadismo endógeno exige programas de prevención de la radicalización que, en la práctica, no existen”

¿A qué se refiere cuando habla de “secretismo”?

A que aun no se ha hecho público el Plan Nacional de Prevención y Lucha contra la Radicalización Violenta aprobado el pasado octubre en la reunión del Consejo de Seguridad Nacional.

Este mes se cumplen dos años desde que la coalición internacional dio por derrotado al autodenominado Estado Islámico. ¿Qué ha pasado desde entonces? ¿Cuáles son los actuales santuarios del yihadismo? ¿En que situación está Al Qaeda, responsable de los ataques en Madrid?

Al Qaeda, como estructura global descentralizada, está mejor situada que el Estado Islámico, que sin embargo ha movilizado más recursos humanos y materiales en los últimos años. Su estrategia, que pasaba por consolidar y expandir el califato, ha fracasado y trata de recomponerse a partir de Irak. La estrategia de Al Qaeda es gradual y sigue extendiendo su influencia en África Meridional y el Sur de Asia.

¿La pandemia puede tener consecuencias en la seguridad? ¿Es posible que el confinamiento acentúe el riesgo de exposición a la propaganda yihadista ‘on line’ ahora que los combatientes occidentales no viajan a Siria o Irak para ser adoctrinados?

Ese riesgo existe, pero aún no conozco evidencia que lo haya corroborado. Quizá sea más relevante valorar si los constreñimientos a la movilidad han incidido sobre las capacidades operativas de células y redes yihadistas, para anticipar, en las sociedades europeas, posibles escenarios después de la pandemia.

“Hay movilizaciones de extrema derecha y de extrema izquierda que podrían desarrollar facciones decididas a usar tácticas terroristas”

¿Hay en España células durmientes o los atentados serán cometidos por individuos radicalizados y sin infraestructura, como ocurrió en Francia con el profesor asesinado por hablar a sus alumnos de la libertad de prensa?

La amenaza del terrorismo yihadista es muy diversa. Puede provenir de individuos que actúen como actores solitarios, de células independientes, o de células y redes relacionadas de algún modo con organizaciones yihadistas basadas en el exterior.

Entre 2004 y 2006 usted fue asesor del Ministro del Interior, el fallecido José Antonio Alonso. ¿Qué peligros han desaparecido desde entonces y a qué nuevos riesgos nos enfrentamos hoy?

Ha desaparecido el terrorismo de ETA, pero persiste la amenaza de un terrorismo yihadista en transformación. Sin olvidar que, en España como en otros países europeos, se están produciendo movilizaciones de extrema derecha y de extrema izquierda a partir de las cuales pueden desarrollarse facciones decididas a utilizar tácticas de terrorismo.

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