Memoria Histórica

Los decretos que salieron del pazo de Meirás

Franco firmó en el pazo numerosas expropiaciones, entre ellas las tierras para el aeropuerto de Alvedro y el puerto pesquero coruñés

Franco, al fondo, preside un consejo de ministros en el pazo de Meirás.

Franco, al fondo, preside un consejo de ministros en el pazo de Meirás. / L.O.

M. V.

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Desde aprobar jubilaciones y ascensos o pensiones hasta autorizar la compra de radios para el Ejército o dar luz verde a una subida de los precios de la Compañía Metropolitana de Madrid; desde desecar una laguna en Lleida a expropiaciones de terrenos para construir pantanos, puertos, líneas de ferrocarril, campos de tiro e innumerables ocupaciones de tierras por toda España para el Instituto Nacional de Colonización con el fin de aumentar la producción agrícola. Estas acciones fueron firmadas en el pazo de Meirás en Sada por parte de Francisco Franco, dejando clara la función de esta propiedad como residencia oficial de la Jefatura de Estado. Varios decretos del dictador rubricados en el pazo supusieron también expropiaciones en Galicia y en la provincia coruñesa.

Mediante un decreto del 11 de septiembre de 1953 Franco declaró en Meirás la urgencia de las obras para construir un “aeródromo tipo C destinado para aeropuerto de La Coruña” siguiendo la ley de expropiación forzosa. En esa misma fecha también firmó la ejecución por concierto directo de una obra de consolidación de una franja de cincuenta metros en A Lanzada, con un presupuesto de 1,4 millones de pesetas.

Con un decreto del 7 de septiembre de 1954 firmado en Meirás Franco autorizó la subasta pública y ejecución de las obras del puerto pesquero de A Coruña con un presupuesto de 106.359.542 pesetas, imputables a “fondos de la emisión de obligaciones a que la Junta de Obras del Puerto de La Coruña fue autorizada”. El 14 de septiembre de 1956 aprobó la urgente ocupación por expropiación forzosa de los terrenos para construir dicho puerto. En esa misma fecha también acordaba la expropiación para el pantano de Compuerto en Palencia y el de Cenajo (entre Albacete y Murcia) y el abastecimiento de agua en O Barco de Valdeorras.

Un tendido eléctrico de Os Peares hasta As Pontes por parte de Fuerzas Eléctricas del Noroeste de España (Fenosa) se declaró de interés nacional y se aprobó la expropiación forzosa de terrenos, mediante un decreto del 8 de septiembre de 1950.

La concentración parcelaria en parroquias de los concellos coruñeses de A Baña, Negreira y Cabanas fue aprobada por el Caudillo mediante un decreto del 5 de septiembre de 1958. En el 57 había dado luz verde a la prolongación del espigón del puerto de Cedeira. En ese mismo decretó en Meirás la construcción del muelle en la playa de Cesantes (Redondela) y la ampliación del muelle pesquero de Camariñas.

Varios decretos supusieron la autorización de centros de enseñanza media y profesional en Cee para la modalidad industrial y minera; un centro de enseñanza agrícola y ganadera en Betanzos así como un centro de enseñanza industrial en Vilagarcía de Arousa y uno de tipo marítimo en Noia. En el 46 había decretado la construcción de un grupo escolar en A Coruña. Mediante un decreto del 8 de septiembre de 1950 Franco igualó la Zona Franca de Vigo a las de Barcelona y Cádiz dándole las mismas subvenciones: medio millón de pesetas para 1952 y un millón y medio cada año partir de 1954 hasta 1981 “inclusive”.

Periódicos y publicaciones de la época y más recientes, señalan que Franco firmó en Meirás, el 24 de agosto de 1974, la expropiación de As Encrobas para que Fenosa explotase la mina de lignito (tras comprarle la concesión a Epifanio Campo). Sin embargo en el Boletín Oficial del Estado no figura un consejo en Sada en esa fecha con este asunto (sí lo hubo el 30 de agosto, presidido por el entonces Príncipe Don Juan Carlos de Borbón, pues Franco ya estaba enfermo).

La expropiación para la mina de Meirama la aprobó la delegación provincial de Minas el 5 de febrero de 1976, tras sumarse Fenosa al famoso Concierto de la Minería del Carbón mediante un acta en Madrid el 26 de Diciembre de 1975. Ese concierto se había aprobado por decreto el 9 de agosto de 1974, en Madrid también (con rúbrica del Rey Juan Carlos) y obligaba a las principales empresas energéticas a modernizarse y aumentar su producción a cambio de importantes beneficios fiscales. Este concierto llevaba implícita la expropiación de tierras.