EN CLAVE MADRID

Tres toques al Gobierno

¿Pondrá 'peros' Moncloa a una Ayuso que aplaude que no haya protestas 8M en la calle pero llama a tomar los bares en Semana Santa?

Al Ejecutivo le llega la hora de mojarse con el porcentaje de ayudas directas a la empresa y el modelo de Ley vivienda que puede asumir

Pedro Sánchez en la Moncloa

Pedro Sánchez en la Moncloa / periodico

Gemma Robles

Gemma Robles

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Arranque morado para una densa semana en lo político y en lo judicial. En el horizonte siete días donde nuestros gobernantes deberían dar algunas respuestas. Puede ser de utilidad poner determinadas cuestiones sobre la mesa. Algunos toques para provocar reflexiones (ojalá) y arrancar certidumbres (más ojalás). Vamos allá.

1º toque : ¿calles no y bares sí?

No es que haya los mismos motivos que el pasado 8M para reivindicar, es que hay más. La pandemia nos ha dejado víctimas, dolor, crisis con distintos apellidos y más discriminación. En este 2021 se abren paso interesantes y diversas voces llenas de razones y cosas que decir en defensa de los derechos de las féminas. Además, los colectivos buscan fórmulas y rincones para que la irrenunciable lucha no caíga en un bache vírico.

 Atención a las redes sociales y a los balcones. Incluso habrá grupos de mujeres que podrán dejarse ver en algunas calles de España en grupos tasados y con distancia social... pero no en las de Madrid donde, según las autoridades, se esperaba una convocatoria o suma de convocatorias de carácter masivo. Se alega motivos de salud pública y los tribunales avalan la prohibición.

Todo bien, especialmente la convicción general de que el 8M ya es una marea imparable y que lo inunda todo cuando se le abren las puertas. Reconforta, sin duda. A partir de aquí, un deseo razonado: que el severo ratio preventivo que se ha usado para con las madrileñas de nacimiento o de adopción se utilice desde este momento y sin excepción con todas las protestas de la capital. Incluidas las de negacionistas que se han paseado en varias ocasiones por avenidas sin mascarillas y calificando de rebeldía lo que no era más que un atentado contra la salud general.

Sumados los que se han concentrado en diversas jornadas, en coche o a pie, para reivindicar políticas ultras que buscan desempoderar a las mujeres. Sin que sean excepción macroconciertos en el madrileño Palacio de los Deportes de veteranas estrellas de la canción. Todas, todos, estamos obligados en este momento a primar la salud para evitar la cuarta ola.... pero sin abandonar la coherencia: Madrid se niega a adherirse al consenso del resto de autonomías para cerrar en Semana Santa y acortar horas de exposición en comercios y bares porque, según su presidenta, si se toman medidas de protección pertinentes se impulsa la economía y no pasa nada. ¿En los bares sí y en las calles no?. Ajá.

Isabel Díaz Ayuso hace un llamamiento a españoles y a extranjeros para aprovechar las vacaciones y visitar el territorio que ella gobierna, animándose a consumir. En fin. Que realmente los protocolos sean impecables y, si el Gobierno central no le pone freno (toque) logre llenar los bares y no los hospitales. Por el 8M ya puede estar tranquila.

2º toque: Ser «directos»

Este martes está previsto que se apruebe en Consejo de ministros un paquete de ayudas urgente para evitar (más) insolvencia de empresas viables con problemas. Los compañeros de la sección de economía de este diario han ido adelantando información sobre esta operación que el Ejecutivo ha intentado resolver entre bambalinas. Se hará de la mano de las autonomías y con un límite de 10 millones de cobertura.

Quedan flecos en los que se ha estado trabajando incluso en fin de semana. Hay roces con la banca. Y hay diferencia de criterio entre los propios ministros, especialmente a la hora de decidir qué porcentaje de las ayudas serán «directas» sobre un total de 11.000 millones que incluirá además ventajas fiscales y de pago; anticipos reembolsables y garantías y préstamos.

La parte más conservadora del Ejecutivo mira de reojo a Europa y con recelo las entregas directas. Otros ‘monclovitas’ sacan la calculadora a futuro y advierten de lo que significaría, también en costes, empujar a otro puñado de empresas al cierre por no inyectarles liquidez sin que estén condicionadas por su devolución al Estado. Hay incluso ministros que se echan las manos a la cabeza subrayando que es tarde... no hay tiempo para más discusiones. La realidad aprieta (segundo toque) y hay que hallar el equilibrio entre el equilibrio en las cuentas a futuro sin machacar por ello el presente.

3ºtoque: ¿Hay respuesta a los alquileres?

Además de sobre el esperado (e insuficente) paquete de ayudas al comercio y hostelería, el Gobierno tendrá que ir llegando a alguna conclusión sobre la Ley de Vivienda que quiere hacer. Que puede asumir. Y mojarse. Y ser directo con el socio de coalición y con los ciudadanos que esperan a tomar decisiones sobre alquileres sin incertidumbres.

Las tensiones entre el vicepresidente Pablo Iglesias, de Podemos, y el ministro José Luis Ábalos ya duran demasiado. La nueva normativa se anuncia como aprobación gubernamental inminente pero nunca llega. Lo que no cesan son los dimes y diretes y recaditos en ambas direcciones de una coalición que ya convive con (¿excesiva?) naturalidad con sus incompatibilidades.

Y la oposición, que no pasa por sus mejores horas, ha encontrado en esas diferencias aireadas un día sí y otro también un filón al que aferrarse en tiempos de zozoba interna: esta semana bombardeo en el Congreso con el tema de los alquileres para que se vean las costuras del Ejecutivo. Si no hay novedades y acercamiento de última hora sobre el proyecto legislativo, se verán.

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