Radiografía de la Cámara catalana

El Parlament con más mujeres se abre paso a la espera de un Govern paritario

Las mujeres representarán el 47,41% de la Cámara catalana en la 13ª legislatura, la cifra más elevada de la historia

Imagen del hemiciclo del Parlament de Catalunya

Imagen del hemiciclo del Parlament de Catalunya / Quique Garcia (Efe)

Júlia Regué

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Sólo siete mujeres recogieron su acta de diputada en el 1980, tras la restitución del Parlament. Cuarenta años después, al comienzo de la 13ª legislatura, lo harán 64. La Cámara catalana será paritaria, pero además contará con el mayor número de mujeres de toda su historia. “Es un cambio sustancial porque hasta hace poco los partidos cumplían por la mínima el requisito exigido por ley para que las candidaturas fueran validadas: que ninguno de los dos géneros quedara por debajo del 40%”, explica la catedrática de Ciencias Políticas de la Universitat Pompeu Fabra, Tània Verge. La también consultora del plan de igualdad del Parlament, hurga en que las listas cremallera, con alternancia consecutiva entre hombre y mujer, son las que han facilitado alcanzar el 47,41% de las mujeres en el hemiciclo.

PSC, ERC, Junts, CUP y PPC son los que, tras pasar por las urnas, alcanzan la paridad; mientras que Vox, Cs y los ‘comuns’ se quedan por debajo de una cuarta parte de mujeres en su grupo parlamentario. Este dato debe analizarse con lupa y enmarcarse en el número total de representantes obtenidos, así como en el reparto de escaños por circunscripciones, ya que estos factores alteran –y mucho– los porcentajes finales. Por ejemplo, si los morados no hubieran interrumpido la cremallera consecutiva en la lista de Barcelona o si el cabeza de cartel por Tarragona fuera una mujer, contarían con una paridad del 50% y no del 37,5% con sus ocho diputados.

Para las elecciones del 14-F, desde el Parlament se enviaron cartas a los partidos para promover las 'listas cremallera', exponiendo la importancia de promoverlas para que la proporción entre diputados y diputadas sea equitativa y lograr así una mejor representatividad social. La técnica de igualdad de la Cámara catalana, Victòria Prada, apunta que "no se ha conseguido al 100%" que las papeletas cumplieran con esto, "se han detectado carencias", aunque celebra que haya un mayor número de mujeres respecto a las anteriores etapas.

"Eso es positivo porque tendremos una Cámara más representativa y diversa, pero tenemos que estar atentos a cuántas de estas diputadas finalmente acceden a los cargos de decisión del Parlament, como la Mesa, la Junta de portavoces o las presidencias de las comisiones", apostilla Prada. Por ahora, sólo dos mujeres han presidido la Cámara: Núria de Gispert y Carme Forcadell.

¿La presencia de más mujeres tendrá repercusiones en las políticas que se aprobarán y en la forma de hacer política? "Está por ver. Según los estudios de género y política, la paridad es una condición necesaria pero no suficiente. Una cosa es que las mujeres tengan el lugar que les toca por ser el 51% de la población y otra es actuar de forma feminista dentro de la institución”, responde Verge.

A su juicio, que se saquen adelante políticas de igualdad real efectiva es una cuestión que radica en instrumentos como el plan de igualdad que se aprobó en enero del 2020. Esto se consigue incorporando la perspectiva de género de forma transversal, tanto en la función legislativa y de control, como en las dinámicas cotidianas propias de la actividad parlamentaria, opina la experta.

Multiplicar la presencia de la mujer tampoco puede traducirse por ahora como una minimización del síndrome de la impostora en las instituciones. Verge recuerda que todavía tienen que configurarse los órganos de decisión: "Paridad no equivale a equidad en influencia ni erradicación de prácticas más sutiles que proporcionen acumulación de responsabilidades en los hombres. A las mujeres se nos educa en la infraconfianza", apostilla.

En plena negociación por la configuración de la Mesa del Parlament entra otro factor en juego: la irrupción de la ultraderecha. Los partidos debaten cómo aislar a Vox, que luce un peligroso discurso en asuntos como la ley catalana contra la violencia machista y que se niega a firmar un compromiso de tolerancia cero con el acoso y la discriminación. "Hay que garantizar que no pueden introducir un discurso antifeminista y eso es responsabilidad de los partidos y de los medios de comunicación", sentencia.

El recado de la paridad es ahora para el futuro Govern. A la espera de desencallar la configuración del próximo Executiu, y el reparto de carteras, ERC ya ha anunciado que aboga por crear la primera 'conselleria' de igualdad y feminismos para que pueda incorporar la perspectiva de género de forma transversal en el Consell Executiu y sus resoluciones.

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