Andalucía

¿Ha sido el último ‘28-F’ en el trono para Susana Díaz?

El ‘susanismo’ ya no está tan unido contra el ‘sanchismo’ en torno al ‘susanato’

Foto de los parlamentarios malaguenos con Susana Diaz compartida por Conejo en Twitter    L  O

Foto de los parlamentarios malaguenos con Susana Diaz compartida por Conejo en Twitter L O

Cristóbal G. Montilla

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En uno y otro bando del PSOE andaluz casi nadie se atreve aún a llamar a sus líderes por su nombre. Ni siquiera los ‘susanistas’, a los que el 28-F les ha venido de perlas para gritar ‘Viva Andalucía’ cuando en verdad querían decir ‘Viva Susana’ o, viceversa, para no tener que ensalzar a la trianera porque ya no lo tienen tan claro. El ‘susanismo’ ya no está tan unido contra el ‘sanchismo’ en torno al ‘susanato’.

La guerra abierta en el socialismo andaluz nos obliga, en este preciso instante, a leer entre líneas. Todavía hay más metáforas que eslóganes. En uno y otro bando -aunque puede que sean más de dos y que en una sola Andalucía haya varios PSOE- casi nadie se atreve aún a llamar a sus líderes por su nombre. Ni siquiera los ‘susanistas’, a los que el 28-F les ha venido de perlas para gritar ‘Viva Andalucía’ cuando en verdad querían decir ‘Viva Susana’ o, viceversa, para no tener que ensalzar a la trianera porque el apoyo inquebrantable ya no lo tienen tan claro. Todo sea por no señalarse, que posicionarse por camarillas en una crisis sanitaria no está bonito. Es evidente que el ‘susanismo’ no permanece tan unido en torno al ‘susanato’ como en aquellas primarias nacionales en las que sus acólitos se sentían ganadores frente al ‘sanchismo’. Ahora, en cambio, todo es más incierto. Tocaría apostar a doble o nada y que todo el patio de vecinos del partido se enterara, como sucedía en la multitudinaria intimidad de los bares con aquellas tragaperras ruidosas. Susana Díaz tendrá que hacerse ‘un Pedro Sánchez’ y ganarle una partida de ajedrez al aparato de Ferraz para seguir regresando como máxima responsable del PSOE a los actos institucionales del Día de Andalucía. ¿Ha sido su último 28-F en el trono?

La pregunta la provoca una fotografía compartida en Twitter por el socialista malagueño Francisco Conejo, en la que él y tres parlamentarios más de esta provincia -el secretario general José Luis Ruiz Espejo, Javier Carnero y Beatriz Rubiño- aparecen arropando a Susana Díaz en la celebración del domingo. Aunque a ella no se le llama por su nombre ni se la destaca sobre los demás, solo se le menciona entre los etiquetados. Todo sea por Andalucía libre y la humanidad. Para aliñar la obligada intriga, se incluye un enigmático ‘hay futuro’.

¿Futuro con ella o sin ella? Es la cuestión que se plantea ante una imagen que arroja otras interrogantes ¿Pondrán todos la mano en el fuego por ella a finales de este año en unas primarias a vida o muerte contra los sanchistas? Por lo pronto, a Ruiz Espejo le toca cuidarse por aquello del cargo y no puede decir el nombre de Pedro en vano.

Tan clara ha quedado la consigna pacifista entre los ‘susanistas’ que en el debate vigente solo surgen manifestaciones que piden el cambio -alcaldes y otros cargos públicos de esta provincia ya no se tapan- porque quienes la respaldan a ella no se atreven a decirlo por aquello tan poco creíble de que «toca centrarse en la pandemia».

En teoría, aunque Ruiz Espejo también lo parezca, el más ‘susanista’ de todos es Conejo, a quien Susana Díaz le agradece de vez en cuando todas las horas que ha echado como miembro de su ejecutiva en la sede de la sevillana calle San Vicente. Además, a Conejo le encanta el rol de ‘ajedrecista’ o de ‘señor lobo’ -suena más bonito así que llamarle fontanero- al que se ha visto abocado en los últimos tiempos. Es, precisamente, él quien lanza en las redes sociales los mensajes encriptados del ‘susanismo’ malagueño. Conejo ha vuelto a difundir alusiones a otra encuesta en la que Susana Díaz -el sujeto de la frase es ella, no el PSOE- ganaría los próximos comicios andaluces. El problema es que para ganarlos debe pasar pantalla cuando se acerque la próxima Navidad en el ajuste de cuentas interno que le prepara Sánchez. Ferraz lo convocará sin más demoras para no verse en el compromiso de recurrir a Susana en un hipotético adelanto electoral.