Interior trata de calmar el cisma interno con los Mossos

El ‘conseller’ de Interior, Miquel Sàmper, se ha reunido este domingo con los sindicatos de los Mossos d’Esquadra para tratar de rebajar las tensiones existentes entre la Generalitat y el cuerpo de policías después de que se criticasen los excesos que han llevado a reventarle el ojo a una manifestante.

En su comparecencia ante los medios, Sàmper ha remarcado que los Mossos y el Departament d’Interior se han mostrado su “confianza mutua” y una “voluntad unánime de mejora” que, ha señalado, nace de los propios Mossos. Sobre los incidentes que han llevado a heridos por disparos de foam y por las criticadas cargas en espacios cerrados, el ‘conseller’ se ha limitado a apuntar que “se está investigando”

Sàmper también ha insistido en su intención de llevar al Parlament una reforma del modelo de orden público, remarcando que “nunca he cuestionado a la policía ni lo haré”. Tras su reunión con los sindicatos, ha señalado que la reforma será a largo plazo y que cuenta con el apoyo de las tres fuerzas independentistas y de los Comuns. Así, los cambios deberán esperar a que se configure un nuevo Govern y Parlament.

Reforma del modelo de orden público

Este viernes, tras tres jornadas de protestas en las calles de Barcelona en las que se han producido escenas de saqueos y vandalismo pero también de exceso de violencia por parte de los Mossos, Sàmper pidió una revisión "urgente" del modelo de orden público en Catalunya. Sumándose a las críticas de la CUP y JxCat, el ‘conseller’ remarcó que “no se puede permitir ni puede volver a pasar" que a una manifestante se le vacíe el ojo por participar en una protesta. Esquerra Republicana de Catalunya también pidió una investigación ágil sobre posibles malas prácticas de los Mossos y una reforma para "actualizar" el modelo de orden público.

“Hacer el cuerpo ingobernable”

Este sábado, en la quinta noche de protestas por la detención de Pablo Hasél, los Mossos detuvieron a 38 personas, 16 de ellas menores, por saqueos y actos vandálicos en la capital catalana. Aún así, volvieron a ser el foco de las críticas tras realizar una carga contra un grupo de manifestantes que habían encapsulado y acorralado en Gran de Gràcia, causando varios heridos, algunos de ellos con porrazos en la cabeza, una actuación que no sigue los protocolos del cuerpo. A pesar de las imágenes que documentan la actuación, Sàmper ha optado ahora por defenderla, asegurando en una entrevista en Rac 1 que hizo un “uso mínimo de la fuerza durante un minuto” y que “no hubo ningún herido”.