En Santiago de Compostela

Calvo rechaza las amenazas tras aparecer una muñeca ahorcada con su cara

El objeto se colgó en la madrugada del viernes, aparentemente para atacar la oposición de la vicepresidenta a la ley trans

Un grupo de manifestantes feministas protestan ante el Ministerio de Igualdad contra este proyecto de norma

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en el Congreso

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, en el Congreso / E. Parra / Europa Press

Agencias

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Carmen Calvo rechazó este sábado el uso en democracia de la violencia y las amenazas, tras difundir un medio digital una fotografía de una muñeca con su rostro ahorcada en un árbol, aparentemente para atacar la posición de la vicepresidenta primera del Gobierno sobre la ley trans, una norma aún no aprobada que enfrenta al PSOE con Podemos.  

"Ni la violencia ni las amenazas tienen cabida en una democracia. Así no", escribió Calvo en su cuenta de Twitter, enlazando la publicación de elcomún.es, medio que se hace eco de esta acción y la enmarca en "la violencia con la que se permiten actuar los grupos proqueer en nuestro país". 

La publicación, que defiende el periodismo "militante" de izquierdas, señala que la muñeca fue colgada por personas anónimas durante la madrugada del viernes en la plaza 8 de marzo de Santiago de Compostela con la frase en gallego: "Me he perdido… por dónde queda el patriarcado". 

El PSOE, también a través de Twitter, tachó de "intolerable, abominable y repugnante" lo sucedido. Al igual que Calvo, secretaria de Igualdad del partido, los socialistas hicieron hincapié en que "la intimidación, la amenaza, la coacción o la violencia no se pueden permitir en una democracia plena como la nuestra", en alusión directa y contraria a la tesis de Pablo Iglesias, que en la reciente campaña de las elecciones catalanas argumentó que en España no existía "plena normalidad democrática". Numerosos dirigentes socialistas, incluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, respaldaron el mensaje de Calvo.

Críticas al proyecto

La vicepresidenta ha mostrado en las últimas semanas sus recelos ante el borrador de ley trans elaborado por el Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero. La norma permite el cambio de sexo en el DNI a partir de los 16 años sin necesidad de informe médico o tratamiento. El único requisito para la modificación en el Registro Civil sería la “declaración expresa” de la persona, cuando ahora se requiere un informe psiquiátrico y dos años de hormonación. 

Varios colectivos feministas también se han mostrado muy críticos con la iniciativa, que a su juicio supondría negar la existencia del sexo biológico y las desigualdades que sufren las mujeres por el hecho de serlo. Esas críticas se escucharon este sábado, durante la concentración frente al Ministerio de Igualdad convocada por Espacio Feminista Radical (EFR). A juicio de las manifestantes (varias decenas), la norma "criminaliza el discurso feminista".

"La 'ley Montero' pretende blindar la autoidentificación registral del sexo", explican las portavoces de EFR, para quienes esta regulación supone un ataque frontal a los derechos de las mujeres en España" que "afectará a multitud de ámbitos, como las medidas positivas contenidas en la ley de igualdad o la recogida de estadísticas veraces acerca de la violencia y la desigualdad estructural que sufren las mujeres". También creen que "vulnerará la seguridad y la privacidad de mujeres en vestuarios públicos, refugios para víctimas de violencia sexual y machista, módulos femeninos en prisiones y residencias de mayores. Por no mencionar la total destrucción del deporte femenino, convirtiéndolo en deporte mixto".