Acción legislativa

PSOE y Unidas Podemos se instalan en el sabotaje mutuo

Los morados llamaron a ERC para frenar la ley de igualdad de trato, registrada por los socialistas

El partido de Sánchez asume que la pugna va para largo y anticipa nuevos choques con el ministerio de Irene Montero

Pablo Iglesias y Pedro Sanchez    David Castro

Pablo Iglesias y Pedro Sanchez David Castro / David Castro

Juan Ruiz Sierra
Miguel Ángel Rodríguez
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Las tensiones entre PSOE y Unidas Podemos empiezan a ser palabras mayores. Los integrantes de la coalición han pasado del debate interno al sabotaje mutuo para tumbar sus respectivas iniciativas. La ley de igualdad de trato, registrada en el Congreso de los Diputados por el PSOE, ha sido la gota que ha colmado el vaso, hasta el punto de que el partido de Pablo Iglesias, que acusó a sus socios de filtrar informes realizados por el Ministerio de Igualdad sobre esta iniciativa, se puso el pasado martes en contacto con distintos grupos para que no apoyaran esta proposición de ley.

En el seno de la coalición llevan varias semanas discutiendo sobre la norma. Los morados acusan a sus socios de registrarla de manera "unilateral", rompiendo una negociación de siete meses. El enfado en Unidas Podemos creció cuando el PSOE incluyó, sin consultarlo, el debate de la proposición de ley en el pleno del pasado martes. Los de Iglesias, separándose por vez primera en una votación, se abstuvieron, pero la propuesta prosperó con el apoyo de ERC, PNV, Cs y Más País. 

Sin embargo, fuentes de ERC aseguran que Podemos intentó que votaran en contra de la iniciativa. Los morados niegan que hubiera llamadas explícitas para torpedear el proyecto. Alegan que fue al revés: distintos grupos se pusieron en contacto con ellos, que se limitaron a transmitir su punto de vista. Los republicanos, que asisten con cierto malestar a este choque, desmienten esta versión. "Las tensiones en el seno del Ejecutivo no van con nosotros, no queremos participar", señalan. 

Pero las maniobras no solo incluyeron a los socios tradicionales de la coalición. Fuentes del PP explican que también fueron contactados por Podemos para conocer el sentido de su voto. En cualquier caso, el partido de Iglesias sostiene que la ley de igualdad de trato, sin el visto bueno de Igualdad, solo busca parar la tramitación de las leyes ltgbi y trans, que también son objeto de discordia

Mientras el PSOE acusa a Podemos de comportarse como oposición, los morados cargan contra los socialistas por actuar de forma unilateral

Las acusaciones de sabotaje discurren en ambos sentidos. A finales de la pasada semana, Igualdad, dirigido por Irene Montero, culpó al PSOE de filtrar un informe desfavorable de este ministerio sobre la ley de igualdad de trato. Fuentes moradas, además, acusaron a sus socios de romper la negociación e incumplir el acuerdo de investidura al registrar la iniciativa.

Las líneas cruzadas

Si en algo coinciden ambas partes, más allá de subrayar que la coalición no está en peligro, es en que este choque ha provocado que se crucen líneas que hasta el momento parecían bastante sólidas. En el PSOE asumen que la tensión no se va a disipar. “Continuará”, anticipa un ministro. Los choques, coinciden todos los consultados, seguirán produciéndose, sobre todo con las iniciativas que provengan o afecten a Igualdad. En la dirección del grupo socialista atribuyen la actitud de los morados a su voluntad de comportarse simultáneamente como un partido de Gobierno y de oposición. "No se puede soplar y sorber al mismo tiempo", señalan fuentes parlamentarias. 

Los morados, mientras tanto, consideran una "deslealtad" la actitud de los socialistas, al invadir las competencias de Montero. Señalan que la tramitación de la proposición de ley sin el acuerdo de todo el Gobierno supone traspasar varias líneas rojas. No obstante, creen que la situación es reconducible.

Por el momento, una de las primeras consecuencias de la tensa relación entre Sánchez e Iglesias consiste en que el presidente del Gobierno haya cancelado la reunión semanal con sus socios para analizar la estrategia de Gobierno. A este encuentro, que tenía lugar los lunes, acudían por parte del PSOE Sánchez, su jefe de Gabinete, Iván Redondo; la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; el ministro de Transportes, José Luis Ábalos; la portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, y el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver. La delegación morada la componían Iglesias, la ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz parlamentario, Pablo Echenique, y Juanma del Olmo, secretario de Comunicación del partido. Sánchez ha optado ahora por reemplazar estas reuniones con una cita a solas con Iglesias. 

Falta de respaldo

La tensión entre los socios se volvió a palpar este miércoles en la sesión de control del Congreso. Con la derecha en bloque criticando las palabras de Iglesias durante la campaña catalana sobre la presunta falta de "normalidad democrática" en España, el jefe del Ejecutivo evitó defender al vicepresidente segundo. En lugar de poner el acento en que Iglesias busca “profundizar” en la calidad del sistema, o atribuir su tesis a las elecciones del pasado domingo, como habían hecho antes otros miembros socialistas del Gobierno, Sánchez fue tajante. "España es una democracia plena", dijo. Pocos minutos más tarde, interrogado por la oposición, el líder de Podemos insistió en su postura. En una imagen muy reveladora, rompiendo los usos dentro de la coalición, los miembros socialistas del Gobierno evitaron aplaudirle.