La Audiencia Nacional excarcela al etarra Troitiño por "razones humanitarias"

El juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, ha excarcelado al etarra Antonio Troitiño Arranz por "razones humanitarias y de dignidad personal", ya que padece un cáncer para el que se prevé que reciba un tratamiento paliativo. En su auto el magistrado de la Audiencia Nacional le concede el tercer grado y acuerda su libertad condicional, según lo previsto en el Reglamento Penitenciario para "los penados enfermos muy graves con padecimientos incurables".

“La situación médica actual, las circunstancias, que el tratamiento sea paliativo, el tiempo de cumplimiento de condena, la edad fisiológica del penado, así como el hecho de que la organización terrorista a la que pertenece el interno se encuentra derrotada y ha declarado su final definitivo avalan la valoración de no reincidencia”, subraya el magistrado. Troitiño, que cumple una condena de seis años por reintegrarse en ETA tras haber sido excarcelado por un error de la Audiencia Nacional en 2011, fue trasladado a la cárcel de Soria en octubre.

Sin enfermedad no progresaría

La petición de Troitiño cuenta con el informe favorable del ministerio fiscal, así como los preceptivos informes médico-forenses que acreditan su grave estado de salud, circunstancia que prevalece sobre las demás. De hecho, el magistrado precisa que de no ser por esta no procedería su progresión a tercer grado.

"Si se toma en cuenta el historial delictivo, individual, social y en definitiva la evolución positiva en el tratamiento reinsertador en el que el sujeto asume plenamente la gravedad de la actividad delictiva y sus consecuencias, no cabría concederlo ya que en tal sentido la evolución no ha sido lo suficiente favorable". Ello determinó que en octubre solo se le aplicara el principio de flexibilidad que permite el segundo grado, aunque se le trasladó de la cárcel madrileña de Estremera en la que cumplía condena a la de Soria.

Histórico de ETA

Troitiño volvió a ingresar en prisión en mayo de 2017 para cumplir una condena de cinco años, 11 meses y 29 días por pertenencia a organización terrorista. La Audiencia Nacional le impuso esta pena por haberse reintegrado en ETA tras ser excarcelado por un error de la propia Audiencia Nacional en el cómputo de sus condenas anteriores en 2011. Para cuando esta trató de que volviera a prisión ya había huido a Londres, de donde fue extraditado a España.