Entrevista a la candidata de los anticapitalistas

Dolors Sabater (CUP): "Ni la DUI inmediata es posible, ni la mesa de diálogo da resultados"

"JxCat y ERC han renunciado a una política de sinceridad con la población y a buscar soluciones efectivas para seguir con el 'procés'"

"Todos los recursos tienen que pasar a ser gestionados públicamente y progresivamente tiene que haber una nacionalización de los servicios sanitarios"

Entrevista a Dolors Sabater, candidata de la CUP a las elecciones catalanas del 14-F

Entrevista a Dolors Sabater, candidata de la CUP a las elecciones catalanas /

Júlia Regué

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Algunos sectores del independentismo se preguntan en las redes sociales "¿dónde está la CUP?".

Está en la calle y en la institución con un proyecto ganador para desencallar una legislatura fallida tanto desde el punto de vista de las políticas sociales como del derecho a la autodeterminación. 

La CUP dice estar dispuesta a entrar en el Govern. ¿Para hacer qué?

Para mejorar la vida de la gente porque actualmente no se está haciendo. Hay una crisis económica y social gravísima, con personas con economías muy precarias, y hay que fortalecer los servicios públicos, poner en marcha rentas básicas universales y avanzar para resolver definitivamente el conflicto entre Catalunya y España.

¿Prometer un referéndum antes de 2025 no forma parte del independentismo mágico?

No. Proponemos una estrategia planificada, un trabajo que no estaba hecho en 2017 desde el punto de vista de las estructuras públicas, de la internacionalización y de políticas concretas que mejoren la vida de la gente. Nuestra propuesta no es mágica, defendemos romper con el inmovilismo, con el estancamiento, con tres años de chasco, de tristeza, de dolor por toda la represión. Hay que seguir adelante y escapar de propuestas mágicas: ni la DUI inmediata es posible, ni la mesa de diálogo está dando resultados.

¿JxCat y ERC han renunciado a culminar la independencia?

Está claro que en estos tres años no se han hecho pasos adelante. Yo creo que a lo que han renunciado es a una política de sinceridad con la población y a buscar soluciones efectivas para seguir adelante con el proceso de radicalidad democrática y de construcción de una república catalana. Es cierto que ha sido una legislatura marcada por la represión, que nació con el 155, y que la persecución del independentismo afecta a muchos ámbitos de la vida, pero lo que no pueden hacer JxCat y ERC es no dejar de ejercer con valentía y eficacia la defensa irrenunciable del derecho a la autodeterminación, de la no criminalización del independentismo y de la construcción de servicios públicos al servicio de la gente. La Generalitat, pese a todas las limitaciones que tiene por los recortes que ejerce el Estado y por la vigilancia sobre sus competencias, no ha aprovechado el margen que tiene. Estamos hablando de una renta básica universal, de una planificación económica que rescate las pymes y los autónomos, de una banca pública, de regularizar a todas las personas y cerrar los CIE, mejorar los salarios y eliminar la precariedad laboral.

¿Una de sus propuestas para gestionar la pandemia es la expropiación de recursos sanitarios y la nacionalización de sectores estratégicos? 

Sí, poner todos los servicios sanitarios al servicio de la gestión pública. Ya basta de que a la sombra de esta gravísima crisis, que ha costado la vida a tantas personas y que está poniendo los servicios sanitarios y sus trabajadores al límite, quien se esté fortaleciendo y sacando rédito sea justamente la sanidad privada. Todos los recursos tienen que pasar a ser gestionados públicamente y progresivamente tiene que haber una nacionalización de los servicios sanitarios. Si una cosa ha demostrado esta crisis del covid-19 es que la seguridad ciudadana no se garantiza con más presupuestos militares, sino con más presupuestos para la salud pública.

Las encuestas apuntan que tras el 14-F habrá dos opciones de gobierno: reeditar un pacto entre JxCat y ERC o un tripartito de ERC-PSC-'comuns'. ¿Con qué aritmética entraría la CUP en el Govern?

No se pueden hacer travesías sin saber la auténtica voluntad de la gente. Tenemos que hablar de programa, no se puede pensar a priori qué organizaciones políticas se podrán juntar sin saber en base a qué, para hacer qué y para hacerlo cómo. Ponías el PSC en el bloque de izquierdas pero... el PSC tiene la oportunidad de decidir en qué bloque se sitúa: si será el que se manifestó con Vox en 2017 en contra del derecho a decidir, el que impulsó el 155 y el que gobernando no ha derogado la ley Montoro ni la reforma laboral; o si será el que recupera lo que antiguamente fue su compromiso con el catalanismo progresista y el pacto por el derecho a decidir. Sobre los 'comuns', está por ver si recuperan el espíritu del 15-M en el que todas las soberanías eran el horizonte, soberanía nacional incluida, o si son los de Jéssica Albiach absteniéndose en una ley de amnistía. 

Los ‘comuns’ vetan a la posconvergencia, pero la CUP no.

Las travesías y las líneas rojas son malos compañeros de viaje. En el Ayuntamiento de Barcelona, para poder seguir gobernando, necesitaron los votos de un partido absolutamente de derechas como es el de [Manuel] Valls. Estas líneas rojas que se ponen a priori a veces después cambian. Lo importante es ver los objetivos del programa. Respecto a JxCat, decimos lo que hemos dicho con todas las organizaciones: hay que ver en qué políticas nos podemos poner de acuerdo.

El independentismo llevará el 15 de marzo una proposición de ley para la amnistía al Congreso pese a que es una vía muerta porque el PSOE la rechaza y los números no salen. Mientras, el Gobierno estudia las peticiones de indulto y una reforma del delito de sedición. ¿Por qué no les satisface como primer paso?

De entrada porque las personas encarceladas no deberían estar en prisión. Todos sabemos que no han cometido ningún delito y que el motivo de su detención es la persecución ideológica. A partir de aquí, todo lo que se puede plantear, si no es la amnistía, no resuelve la situación. La amnistía es la única vía justa porque no criminaliza el ejercicio del derecho a la autodeterminación.

¿La CUP ha sido diligente con las denuncias por violencia machista contra miembros de sus filas?

En la lucha contra el patriarcado y las violencias machistas, todo el trabajo es poco. La CUP ha abierto un camino al ser de las primeras organizaciones que las han afrontado con protocolos. Es evidente que si estos han fallado, se tienen que mejorar. No tengo ninguna duda de que de la experiencia negativa y del análisis que ha hecho la CUP, saldrán unos mejores protocolos.

¿La absolución de Mireia Boya acerca el retorno de Anna Gabriel?

El retorno de todos los exiliados es un deseo que tenemos todos. Es muy grave que en un Estado de la Unión Europea haya presos políticos y exiliados. Es evidente que se está trabajando en que el retorno del exilio sea efectivo, pero el exilio no aleja a Anna Gabriel de la CUP, sigue presente en el proyecto. La situación en la que se encuentran las personas represaliadas no solo es una decisión personal, sino también coyuntural.

¿Le preocupa que Vox pueda entrar en el Parlament? Su partido pidió un frente contra la ultraderecha.

Las estrategias para hacer frente al fascismo y a la extrema derecha son de una necesidad imperiosa. Lo que hemos visto en EEUU es una clara muestra de que nutrir a los populismos es muy peligroso. Es muy importante no flirtear nunca con la extrema derecha, por eso es tan grave que personas como [Miquel] Iceta o [Salvador] Illa estuvieran en la manifestación de hace tres años con Vox porque eso lo que hace es normalizar esa extrema derecha, darle cobertura, rebajar su contenido criminal, sus planteamientos antidemocráticos. 

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