El PP ficha a Eva Parera, concejala del grupo de Manuel Valls en Barcelona

Nuevo fichaje del PPC para las elecciones catalanas después del anuncio de la candidatura de Lorena Roldán como número dos. La concejala de Barcelona pel Canvi, Eva Parera, mano derecha de Manuel Valls en el ayuntamiento barcelonés, será la número tres de la papeleta popular el 14-F como independiente.

El partido de Valls renunció a dar el salto a la política autonómica y dio libertad a sus miembros para participar a título individual en "candidaturas constitucionalistas", por lo que Parera decidió sumarse al proyecto de Alejandro Fernández aunque mantendrá su cargo como secretaria general de Barcelona pel Canvi y seguirá como edil en el Ayuntamiento. Otros dos miembros del equipo de Valls, Albert Guivernau y Carlos Rivadulla, seguirán los mismos pasos.

Parera es abogada de profesión y exmilitante de Unió y de Units per Avançar. Impulsó Lliga Democràtica para reagrupar al centroderecha catalanista pero abandonó el partido antes de su presentación porque, como expuso en una entrevista en este diario, consideraba que pretendía "revivir CDC".

"Sumar más que dividir"

Este movimiento permite al PP presentar su formación como una comunión constitucionalista bajo sus siglas, sin ataduras con Cs, con perfiles "transversales" pero compatibles con su proyecto. Fernández y Parera evidenciaron este lunes en una rueda de prensa su buena sintonía y agradecieron al exprimer ministro francés que dé vía libre a su equipo para sumarse como independientes a otras formaciones. "[Valls] es un buen político porque siempre tiene en la cabeza sumar más que dividir", lanzó el dirigente popular. "Hay un espacio político que en su momento aglutinó el PP y que se dividió en Catalunya, cosa que tuvo eco en el resto de España, y que ahora se va a reunificar desde Catalunya", remachó.

"En un momento en que en la política todo son pasos al lado, tiene que haber gente que dé pasos adelante", añadió Parera. La número tres por Barcelona repasó su trayectoria política y cargó contra los que fueran sus compañeros de partido en CiU por la deriva procesista que cogió el partido. Desdeñó que la gobernabilidad de Catalunya quede en manos de la CUP y criticó al Gobierno por "buscar pactos con los que quieren destruir el sistema desde dentro".