Reacciones a la intervención del Jefe del Estado

El discurso de Felipe VI fuerza al PSOE a hacer equilibrios cara a los socios

El partido oscila entre el aplauso y la leve crítica, mientras coaligados (Podemos) y apoyos parlamentarios ( ERC y PNV) arremeten contra el rey

Pedro Sánchez y Cristina Narbona

Pedro Sánchez y Cristina Narbona / periodico

Xabi Barrena

Xabi Barrena

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El discurso de Nochebuena del rey, de este año, fue el más seguido desde que se registran las audiencias. Un 71% de cuota de pantalla (un 46% en Catalunya) y hasta 10,5 millones de personas se arremolinaron ante el televisor para escuchar lo que Felipe VI tenía que decir en un año doblemente especial: por la pandemia y por la situación de su padre, el rey emérito. Entre ambos ítems, el monarca orilló la polémica y se centró en los estragos del covid, dedicándole apenas una frase («los principios éticos y morales obligan a todos») en toda la intervención. Y sin apuntar nada sobre las comunicaciones golpistas de miembros retirados y en activo del Ejército.

El discurso recibió alabanzas por parte de los partidos de derecha (PP, Ciudadanos y Vox) y aceradas críticas de la izquierda, de Unidas Podemos. El socio del PSOE en el Gobierno se halla ahora plenamente encarrilado en la marca un perfil propio que les diferencie de los socialistas. Una autonomía que el mismo jueves, día del discurso, se plasmó con la anunciada voluntad de la fuerza lila de presentar un proyecto de ley sobre la Corona para regular el papel del rey. Algo que, de inmediato, el PSOE ya advirtió de que no iba a dar apoyo.

«Hay una pregunta que sigue sin responderse, ¿es la institución monárquica una herramienta idónea para delinquir?»

— Rafa Mayoral, portavoz de Podemos

Y más allá de los coaligados, también los apoyos estratégicos del Ejecutivo en el Congreso, sin ir más lejos, en la aprobación de los últimos presupuestos, es decir ERC y el PNV, entre otros, también arremetieron contra el monarca.

 Y, entre vítores y abucheos, el PSOE. Por un lado, la tradicional intervención del Jefe del Estado contó contó con el plácet preceptivo del Ejecutivo y, en concreto, de la parte socialista que es quien, merced al acuerdo de Gobierno con Podemos, lleva las relaciones de la Moncloa con la Zarzuela.

Además, alguno de los llamados barones territoriales del partido, como el presidente de Aragón, Javier Lambán, aplaudieron el discurso con el mismo furor que lo hizo, por ejemplo, el líder del PP, Pablo Casado.

En Madrid, ante el silencio de todos los miembros del Gabinete, fue la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, la que intentó tejer una réplica que pudiera acontentar a todas la partes.  

El «compromiso» del rey

Así, Narbona resaltó el mensaje de solidaridad y preocupación del rey por todas las víctimas de la covid y por todos los que han luchado incesantemente para hacer frente a la pandemia. Eso sí, también aseveró que su fuerza valoraba «el firme compromiso» del Rey con los valores éticos que los ciudadanos reclaman y confió en que Felipe VI «siga adelante con la renovación de la institución democrática iniciada desde el principio de su mandato para convertir a la monarquía parlamentaria de nuestro país en una institución del siglo XXI a plena satisfacción de todos los ciudadanos».

«Confiamos en que, según lo dicho en el mensaje, siga adelante con la renovación de la institución monárquica»

— Cristina Narbona, presidenta del PSOE

El portavoz de Podemos, Rafa Mayoral, usó un tono bien distinto. Calificó la intervención real de «propaganda» por haber «eludido hechos fundamentales» . 

El podemista fue más allá de la figura del rey emérito y señaló que Felipe VI «desgraciadamente» no contestó a las «preguntas fundamentales que estaban pendientes para el conjunto de la sociedad española en un momento tan difícil como este». Y de todas esas cuestiones, Mayoral destacó una: «¿Es la institución monárquica una herramienta idónea para delinquir?».

Para Podemos con los «escándalos de Juan Carlos I» se ha podido ver a una «jefatura del Estado sin control: ni control democrático a través de las urnas, ni control judicial».

El PNV señaló que el monarca no pasó «ni de puntillas» por temas que le afectan «personalmente»

Entre aquellos que prestan apoyo estratégico al Gobierno en el Congreso hubo casi total unanimidad. Así, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, reprochó que Felipe VI no hubiera pasado «ni de puntillas sobre los asuntos polémicos que le afectan personalmente» . El peneuvista, además de los escándalos del emérito, se refirió a otro de los olvidos del Rey, las cartas de militares «totalitarios, algunos todavía en activo» .

Para la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, «la intervención fue más clarificadora por lo que no dijo, que por aquello que dijo, porque evitó hablar de las cuestiones cruciales». 

Visión catalana

El líder de ERC en Madrid, Gabriel Rufián, tiró de ironía en las redes sociales haciendo una encuesta que, bajo la pregunta «¿Ha colado? [el mensaje real]» daba como opciónes tres ‘no’. Su compañera de partido, y número 2 el próximo 14-F, Laura Vilagrà extrajo como conclusión que Felipe VI «sigue comprometido con la represión» mientras que «Cataluny cada día es más republicana».

Por parte del PDECat, que también prestó su apoyo a la aprobación de las cuentas, su candidata, Àngels Chacón, denunció que en la intervención de Nochebuena, el Rey «rozó el cinismo» al hablar de «valores y justicia» y «silenciar muchas de las cosas que están pasando» y que afectan a la monarquía.  n