Un juez exculpa a la cúpula de Trapero, pero ve indicios de desobediencia en siete mossos

Dos meses después de la absolución de Josep Lluís Trapero por parte de la Audiencia Nacional, la actuación de los Mossos d'Esquadra en el 1-O vuelve a estar bajo la lupa judicial. El titular del Juzgado de Instrucción 2 de Sabadell ha archivado también la investigación a la cúpula de la policía catalana en aquella etapa, pero ha dejado a un paso de juicio por "desobediencia grave" a la comisaria Cristina Manresa y a otros seis mandos y agentes de la región policial metropolitana norte. En su auto sostiene que es "inviable" continuar la causa contra una serie de jefes de la policía de la Generalitat (entre otros, los comisarios Ferran López y Joan Carles Molinero). El motivo: cuando recibió el caso del juzgado de Cornellà que inició el proceso y que había suspendido las declaraciones de los imputados, el plazo de instrucción en el que se podían acordar diligencias de investigación ya había finalizado.

Por el contrario, el juez deja a un paso de juicio a la comisaria Cristina Manresa y a otros seis mandos y agentes de los Mossos que durante el 1-O estaban adscritos a la región policial metropolitana norte de Barcelona, ya que aprecia indicios de que cometieron un delito de desobediencia grave a la autoridad judicial, aunque reconoce que "a primera vista" ello podría parecer "absurdo o ilógico" tras la absolución de Trapero por parte de la Audiencia Nacional.

Esta parte de la investigación se centra en los días 26 y 30 de septiembre de 2017, cuando hubo concentraciones y actos festivos y lúdicos frente a centros sociales y educativos de Sabadell, cuyo fin era "indiciariamente, impedir u obstaculizar el cierre de los mismos y poder emplearlos como lugares de votación" el 1-O, según el juzgado que investiga esta supuesta desobediencia. El día de la jornada, precisa la resolución judicial, varios centros educativos y sociales de la localidad "habrían siendo empleados como lugares de votación".

Solo se levantaron actas

En este sentido, el juez considera que la actuación de los agentes investigados "se habría limitado" al levantamiento de actas respecto de la situación puntual de diferentes centros de votación, indicando si estaban abiertos o cerrados, con o sin personas en su interior, sin que se tomara medida alguna efectiva para impedir su utilización el día 1 de octubre de 2017".

Según el togado, las pautas que los Mossos habrían diseñado para el cumplimiento de las órdenes judiciales "no habrían cumplido su cometido" y no se habrían llevado a cabo ni el día 1 de octubre, ni las jornadas previas a la consulta. Es por ello que el magistrado considera que "existen indicios de que tal fracaso habría sido consecuencia del propio diseño y cumplimiento de dicho plan y de la actitud omisiva de los diferentes miembros" de la policía de la Generalitat. Además precisa que indiciariamente "las pautas se diseñaron como una simple fachada de cumplimiento", aunque las mismas hubieran sido idóneas para ejecutar "de modo eficaz" la orden de la juez del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), Mercedes Armas, de impedir el referéndum considerado ilegal por el Tribunal Constitucional