Juicio por Bateragune

Otegi acusa al Supremo de "desestabilizar el escenario político"

El Gobierno defiende al alto tribunal: no busca "criminalizar" a nadie

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi / periodico

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El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha opinado este martes que la decisión del Tribunal Supremo de repetir el juicio contra él y otros dirigentes abertzales por el caso Bateragune pretende "criminalizarlos" para "desestabilizar el escenario político", en el que la coalición abertzale es cada vez más "decisiva".

Otegi ha comparecido en la sede de EH Bildu de San Sebastián acompañado por el resto de condenados en el caso Bateragune, el supuesto intento de reconstruir Batasuna bajo las órdenes de ETA: Rafa Díez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto y Miren Zabaleta, y por dirigentes de la coalición para presentar una "lectura política" de la resolución hecha pública por el Supremo, de la que dispone, ha dicho, de "una nota de prensa".

No ha querido entrar en las cuestiones jurídicas de la resolución, aunque ha deslizado que "la partida no está acabada". "Había una partida de ajedrez que terminó con la nulidad. Ahora el Tribunal Supremo ha movido pieza, pero no será el único que mueva piezas y veremos cómo acaba la partida", ha advertido.

Tras recordar que la iniciativa de repetir el juicio partió de Vox, "con el apoyo de la Fiscalía", Otegi ha asegurado que el objetivo prioritario de la decisión consiste en "criminalizar el liderazgo de la izquierda independentista vasca", porque "para su desgracia", este sector crece "exponencialmente" y "lo que es todavía más importante", es cada vez "más decisivo" políticamente en Euskadi, Navarra y ahora también en España.

"Esto es algo insoportable para el régimen del 78", un sector en el que ha incluido a "los de la plaza de Colón, los militares que han hecho cartas, ahora se suma la judicatura y los medios de comunicación de la derecha extrema". "Son los que pactaron una Transición en determinadas condiciones y quieren preservar sus privilegios y las impunidades que pactaron entonces", ha añadido.

Estos sectores, conscientes de la influencia creciente de EH Bildu en la política española, que se ha plasmado esta semana en la aprobación de los presupuestos generales, buscan, según Otegi, "desestabilizar el actual escenario político en el Estado". "Quieren que nos desviemos del camino, de una estrategia que se ha demostrado eficaz. Eso no va a ocurrir, que pierdan toda esperanza", ha proclamado.

El foco en los PGE

Otegi ha afirmado que los presupuestos generales del Estado de 2021 están siendo sometidos a muchas lecturas, las habituales del Congreso y el Senado y también "las de los militares en la reserva, que han presentado enmienda a la totalidad, y ayer también el Tribunal Supremo ha presentado una enmienda a la totalidad, porque no le gusta lo que está pasando".

La decisión tiene también "puesto un ojo en Catalunya", ha proseguido el líder de EH Bildu, porque muestra a los independentistas catalanes que "el TS está dispuesto a desobedecer a Estrasburgo".

Ha aclarado que no tiene previsto "echarse a un lado" y abandonar el liderazgo de EH Bildu, como planteó recientemente el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a quien ha recomendado que se afilie a EH Bildu si tiene alguna propuesta mejor para ocupar la coordinación de la coalición.

Defensa del Gobienro

El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, ha recalcado que el Supremo (TS) solo actúa para hacer cumplir la ley y no para "criminalizar" a nadie. Tanto Campo como la ministra portavoz, María Jesús Montero, han respondido en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros a preguntas sobre la sentencia del Supremo, las críticas que ha recibido y su influencia en las relaciones del Gobierno con EH Bildu, pieza clave en la tramitación de los presupuestos o de la reforma educativa.

Ambos han subrayado que las relaciones entre el Gobierno y las formaciones políticas están al margen de las actuaciones judiciales, porque todo el mundo es consciente de que la arquitectura constitucional fija una nítida separación de poderes.