Camino de las urnas

14-F: Elecciones sin líderes

Sin Puigdemont ni Junqueras como presidenciables, la 'segunda unidad' de ERC y JxCat intentará el asalto a la Generalitat

Junts considera que los republicanos tienen un problema con el candidato y con la gestión del covid

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, en el Parlament, el 27 de octubre del 2017.

Oriol Junqueras y Carles Puigdemont, en el Parlament, el 27 de octubre del 2017. / ACN / Roser Vilallonga

Xabi Barrena / Daniel G. Sastre

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La revocación del tercer grado penitenciario a los líderes independentistas da pátina de oficialidad a lo que ya se vislumbraba. El bloque mayoritario en el Parlament, el secesionista, acudirá a las urnas sin que sus primeras espadas, ni Carles Puigdemont (por decisión propia), ni Oriol Junqueras (encarcelado e inhabilitado) opten a la presidencia. Y, además, en lo que respecta al resto de líderes presos, sin margen de maniobra para hacer campaña, a diferencia de los residentes en el extranjero.

Con respecto a los comicios de 2017, la principal variación en ERC es que será su 'segunda unidad' que lleve el peso de las candidaturas y de la campaña. En el 21-D, Oriol Junqueras, en prisión preventiva, pudo encabezar la lista. Y participar con algún audio en los días previos a las elecciones. Pero entonces fue otro peso pesado del partido, Marta Rovira, la que cargó sobre sus hombros la campaña republicana.

Rovira lleva desde abril de 2018, cuando partió hacia Ginebra, en un segundo plano mediático (que no interno, pues sigue siendo la referencia en la organización de ERC) de la que apenas ha salido en las últimas semanas, a raíz de la publicación de su libro a medias con Junqueras, 'Tornarem a vèncer'. En esta campaña que se avecina vovlerá a tener un rol activo, pero el peso lo llevará Pere Aragonès. En el 21-D el partido protegió al hoy vicepresidente, al que dejó al frente de la maquinaria de la Generalitat mientras se aplicaba el artículo 155. Los cinco primeros puestos de esa lista los ocuparon Junqueras, Rovira, Raül Romeva, Carme Forcadell y Carles Mundó.

Pere Aragonès en la sesión de control al Govern en el Parlament.

Pere Aragonès en la sesión de control al Govern en el Parlament. / FERRAN NADEU

En 2021, la lista estará encabezada por Pere Aragonès, tendrá a Laura Vilagrà de número dos y a Roger Torrent de tres. Marta Vilalta liderará la candidatura por Lleida (en 2017 fue Meritxell Serret) y Teresa Jordà la de Girona, sucediendo a Dolors Bassa.

Triunfo de Borràs

En el campo de Junts, la principal diferencia radica en que el líder fundador del partido, Puigdemont, renunció a ser formalmente el presidenciable. Ello abrió las puertas de la candidatura a Laura Borràs, que logró un rotundo triunfo (con más de un 75% del voto) frente a Damià Calvet en las primarias. Pero desde el partido confían en que Puigdemont, que aún no ha decidido –lo hará la semana que viene– qué puesto quiere ocupar en la lista, muestre de nuevo su capacidad de arrastre del voto independentista.

"ERC tiene un problema de candidato. Y, aunque no sea como aspirante a 'president', el 14 de febrero se podrá votar a Puigdemont, pero no a Junqueras", dicen fuentes cercanas a la cúpula de JxCat. "A mucha gente de ERC le gusta Puigdemont más que Aragonès", añaden.

Pleno del congreso de los Diputados , en la imagen Laura Borràs.

Pleno del congreso de los Diputados , en la imagen Laura Borràs. / DAVID CASTRO

El espíritu de la elección de Borràs como candidata está claro: el partido quiere jugar la carta de la pureza independentista frente a un supuesto entreguismo de Esquerra al Gobierno. La "esperanza" y la "ilusión" formarán parte de la campaña de JxCat, puesto que la formación considera que Esquerra ha provocado "confusión" en el votante independentista con su estrategia de acercamiento a Pedro Sánchez. Por ejemplo, ayudando a aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

Así las cosas, la pregunta que surge es quién acusará más la diferencia. Los republicanos reconocen que iniciaron la anterior campaña moralmente muy tocados por la 'desaparición' de su 'jefe', Junqueras. Ahora, sin embargo, esta 'segunda línea' llevará más de tres años de rodaje. En JxCat recuerdan que antes del 21-D la diferencia con ERC era mucho mayor de la que ahora pronostican las encuestas, y que los sondeos oficiales publicados hasta ahora aún no detectan –porque todavía no se había anunciado– qué efecto tendrá que Puigdemont esté presente en la candidatura.

Núcleo sobrecalentado

Sobre sus socios de Govern, y enemigos acérrimos, los republicanos consideran que Borràs puede "recoger el núcleo sobrecalentado del independentismo de última hora", según una voz reseñable del partido, pero que "la magia de 2017 de Puigdemont convenció a muchos más porque todo [la DUI y sus consecuencias] era muy reciente y por la simbología de la presidencia". Otra fuente apunta que "se creó en el electorado cierta sensación de que no dar la victoria a Puigdemont, en el campo independentista, era darle la razón a Mariano Rajoy y el PP. Y ahora, en cambio, ni Puigdemont es el presidenciable, ni Borràs declaró la independencia hace dos días", sentencia.

Esquerra cree que sus adversarios ya no gozan de la "magia" que el 'expresident' tuvo en 2017

Es por eso que el anzuelo electoral de JxCat, con el que buscará remontar la ventaja que ERC le lleva en las encuestas, es garantizar "un Govern nítidamente independentista", tal y como dijo la candidata en su discurso tras la victoria en las primarias. En el partido, y pese a que Borràs le ha enseñado el colmillo a los republicanos en varias ocasiones en las últimas semanas, apuestan por no "entrar en el cuerpo a cuerpo" durante la campaña. Y por hacer un esfuerzo por transmitir en el programa que, además de las promesas sobre la independencia, son un partido capaz de gobernar con "solvencia". "Además del problema con el candidato, ERC ha tenido un problema con la gestión de la pandemia", afirma una voz del entorno de JxCat.

Algo que rebate la trinchera republicana. La gestión de la pandemia es, en buena parte, común y recuerda los deslices de Meritxell Budó, por ejemplo: “Además, más allá de la independencia, seguimos sin saber si Junts es de centro-izquierda, como dice Jordi Sànchez, o liberal, como pregona el 'conseller' Ramon Tremosa”.

Apelaciones a la épica

El otro cambio que experimentarán las listas de Junts es la difuminación de la huella del PDECat, que presenta lista propia. Ese espacio se llenará con los candidatos que designe la militancia en la segunda ronda de las primarias. El triunfo de Borràs ha dado alas a sus seguidores más entusiastas, muy activos en las redes sociales, a presentarse. Perfiles como el de Joan Canadell, presidente de la Cambra de Barcelona, o el de Jaume Alonso-Cuevillas, hasta ahora diputado en el Congreso, prometen una campaña electoral que, por parte de JxCat, estará marcada inevitablemente por las apelaciones a la épica.

La decisión final de Puigdemont sobre si encabeza la lista, a modo simbólico, puede dar una idea, afirman desde el partido, de qué grado de implicación va a tener en campaña el 'expresident'. También de si su idea de la "confrontación inteligente" con el Estado monopoliza los días previos al 14-F o se pueden introducir algunos matices.

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