Golpismo

Militares en activo conocían las cartas al Rey, pero no les dieron importancia

El conocimiento de los preparativos “no llegó al nivel político”, matizan en Defensa

El chat de militares retirados se relacionó con una campaña de agitación de Vox en la fase dura de la pandemia

Ninguna unidad de asuntos internos investiga el franquismo en los ejércitos

Margarita Robles, durante una visita al Mando de Operaciones Especiales en Rabasa (Alicante).

Margarita Robles, durante una visita al Mando de Operaciones Especiales en Rabasa (Alicante). / EFE

Juan José Fernández

Juan José Fernández

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La iniciativa de un grupo de jefes y oficiales retirados de enviar un pronunciamiento escrito a Felipe VI contra el "gobierno social comunista" era conocida en diversos estamentos de los ejércitos desde marzo pasado, y al menos tres bocetos de carta al Rey circularon ampliamente por whatsapp entre militares, incluso en activo, en forma de pantallazo, según aseveran a EL PERIÓDICO fuentes castrenses.

Pese a que algunas de esas fuentes comentaron –ninguna dice “alertaron”- con sus mandos la iniciativa, nadie le dio importancia en pleno punto álgido de la pandemia. “Era una astracanada de jubilados, y sin ningún apoyo real”, comenta uno de los militares conocedores en su momento de la iniciativa.

Contra lo que estas fuentes aseguran, en la cúpula del Ministerio de Defensa niegan haber conocido con antelación el asunto de las cartas, del que finalmente informó El País. Ese asunto, o rumor, “nunca llegó al nivel político” del ministerio, indican fuentes cercanas a Margarita Robles, que subrayan que la iniciativa fue “de ciudadanos particulares”, y no de militares en activo.

Pero también supieron parte de las fuentes consultadas que Santiago Abascal había enviado un vídeo de salutación a un chat de militares retirados. Y tampoco se le dio importancia, habida cuenta de las muy numerosas veces que líderes de Vox envían mensajes a miembros y colectivos de las Fuerzas Armadas. Los chats de Whatsapp son un elemento de gran importancia para la estrategia movilizadora de Vox.

Santiago Abascal, tras tomar parte de la prueba atlética 101 kilómetros de la Legión, en 2018.

Santiago Abascal, tras tomar parte de la prueba atlética 101 kilómetros de la Legión, en 2018. / VOX

El presidente del partido ha participado en dos ediciones de la carrera de los “101 km de la Legión”, fotografiándose con el chapiri legionario en la cabeza. De la misma forma, su aparato de propaganda ha difundido fotos suyas con camisetas formales e informales de unidades de la Guardia Civil y del Ejército, o mensajes más genéricos de salutación a unidades militares.

Lo que ha trascendido del contenido del chat de la XIX promoción de oficiales del Ejército del Aire le parece "lamentable" al general en la reserva del Ejército de Tierra y diputado del Partido Popular Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, que explica el fenómeno, algo cansado de la polémica, en el hecho insoslayable de que "hay gente para todo". Para su excompañera de armas y adversaria en la bancada del PSOE Zaida Cantera, excomandante del Ejército, es clave no generalizar: “No confundamos a los militares de hoy, 120.000 hombres y mujeres que hacen honrosamente su trabajo, con dos cartas que apoya apenas un centenar de personas que nunca se destetaron del franquismo”, dice la soldado víctima de acoso a la que Pedro Sánchez fichó para el PSOE.

Sobre esas cartas, el general y diputado del PP cree que responden a un ejercicio de libertad de expresión al que el grupo de militares jubilados "tiene perfecto derecho -sostiene-. El problema es sobredimensionarlo como se ha hecho. Estoy convencido de que su majestad el Rey recibe todo tipo de cartas pintorescas".

Campaña de agitación

Cuando el chat de la XIX promoción de oficiales del Ejército del Aire -un colectivo que salió de teniente de la Academia General Militar en 1968- se calentó en los términos que recientemente contó Infolibre, con la metáfora del fusilamiento de “26 millones de hijos de puta” o de bombardear en un “vuelo caliente” de entrenamiento, diversas terminales de Vox en redes sociales y chats privados desplegaban una campaña de agitación. La curva de contagios de covid alcanzaba su punto más alto en España. y Vox hablaba de dictadura encubierta.

Justo antes del estallido de la pandemia, Defensa había tenido su último incidente con Vox por medio: el número dos del partido de extrema derecha, Javier Ortega-Smith se había grabado un vídeo propagandístico disparando en un campo de tiro de la Brigada Paracaidista en Alcantarilla (Murcia) con un fusil HK de uso militar y munición real, mientras profería brabatas contra el terrorismo yihadista.

Poco antes, el 1 de diciembre de 2019, Ortega-Smith se presentó en la fiesta del 'Milagro de Empel', una conmemoración de aire castrense en la que participan militares retirados y civiles reservistas en una pequeña capilla de esa localidad de Holanda. En Empel, los tercios imperiales españoles protagonizaron una victoria contra todo pronóstico. Con banderas de la cruz de Borgoña, cada vez más habituales en los actos de la formación ultra, le acompañó al viaje el diputado de Vox por Girona Alberto Tarradas.

Javier Ortega Smith, en Empel (Holanda) conmemorando una victoria de los tercios españoles.

Javier Ortega Smith, en Empel (Holanda) conmemorando una victoria de los tercios españoles. / Vox

Declarado y prorrogado varias veces el estado de alarma, y cuando Vox impulsó caceroladas contra el Gobierno y contra los confinamientos en diversos puntos de España, una de las promotoras del movimiento dirigió también mensajes de inclinación sediciosa a las Fuerzas Armadas.

María Luisa Fernández, Abogada y exdirectiva del Observatorio Europeo de Seguridad y Defensa, lideraba entonces la plataforma ‘Resistencia Democrática’, cuya razón social había sustituido a una anterior: ‘Movimiento Barrio de Salamanca – Núñez de Balboa’. En declaraciones a EL PERIÓDICO, y durante una de esas caceroladas, Fernández reclamaba “la dimisión del Gobierno y la formación de un ejecutivo de salvación nacional con PP, Ciudadanos, Vox y los demócratas históricos que queden en el PSOE”.

Fernández dijo que esperaba que las Fuerzas Armadas y de Seguridad del Estado se sumaran a su reclamación “negándose a participar en una represión futura, si se produjera. Ahora cumplen órdenes legales, pero esas órdenes pueden ser ilegítimas. Deben tener siempre respeto a la ley”, decía, para hacer enseguida la salvedad: “salvo que el pueblo pida que se le deje libertad de expresión y que se atienda a su prosperidad y que esas fuerzas y cuerpos en su conjunto decidan formar parte de ese proceso de cambio y siempre de forma pacífica".

Cuestión de inteligencia

El pasado 30 de junio, la ministra de defensa de la República Federal Alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, tuvo que anunciar públicamente la disolución de parte de las KSK, o Kommando Spezialkräfte, fuerzas especiales que en ese momento dejaban de ser una de las joyas del Bundeswehr, el ejército alemán.

Ya era la tercera vez que a militares en activo de esa unidad les sorprendía la inteligencia alemana en actitudes de franca connivencia con grupos de ultraderecha especialmente excitados durante la pandemia.

En España no existe ninguna unidad de asuntos internos de los ejércitos. Pero eso, según fuentes castrenses, no significa que las planas mayores no estén atentas a lo que pasa en sus unidades, pese a que "no está comandada la inteligencia militar para esa misión", indica una de esas fuentes.

Cuando miran hacia dentro y no al terreno de operaciones, las secciones de inteligencia que asisten al mando de las unidades -llamadas en general “segundas secciones”, que siempre llevan un dos asociado a su nombre- no investigan comportamientos o actitudes políticas de sus soldados. Las S2, para el nivel de Brigada, o Golf II (G2) para otras planas mayores de agrupaciones mixtas, se fijan más bien en la posible comisión de delitos como el narcotráfico en el colectivo.

“No se investigan expresiones políticas porque no las hay en las unidades del ejército, que se dedican a su trabajo cotidiano”, explica el diputado Gutiérrez Díaz de Otazu. Cuando él, estando en el mando activo, se ha enfrentado en alguna ocasión a “alguna vulneración del principio de neutralidad política”, esa situación “se ha resuelto de forma natural, recordándole a quien se haya expresado: ‘Esto no corresponde’, y ya está, lo entiende al momento”, cuenta.

Santiago Abascal luce una camiseta no oficial de los antidisturbios de la Guardia Civil en una foto que se hizo el año pasado en el gimnasio.

Santiago Abascal luce una camiseta no oficial de los antidisturbios de la Guardia Civil en una foto que se hizo el año pasado en el gimnasio. / VOX

Cree Fernando Gutiérrez que “hay una especie de creencia infundada en la existencia de una faceta de conspiraciones en la vida militar, cuando eso no es una realidad en la milicia”.

Y sin embargo, diversas fuentes consultadas insisten en que de la iniciativa de las cartas –varias- que preparaba el grupo de altos oficiales retirados se tenía noticia en numerosos chats de militares, y en que a algunos retirados más recientemente se les había pedido firma o apoyo y estos a su vez habían alertado a políticos del entorno del Gobierno en abril pasado.

Apropiación de emblemas

Todos los militares consultados entienden que se ha magnificado una ensoñación “de frikis”, como los califica la excomandante y diputada socialista Zaida Cantera. Los exjefes y oficiales que participaron con comentarios brutales en el chat de la XIX promoción del Ejército del Aire "han estado sirviendo de uniforme a una democracia en la que no creen. Han servido para vivir como reyes de un uniforme que han vestido con deshonra", opina.

Entre los diputados socialistas que han comentado este suceso se ha extendido una preocupación por que Vox haya intervenido en el chat y asumido como "suyos", dice Cantera, "la invitación al asesinato de 26 millones de españoles".

Tumba de Franco en Mingorrubio

Emblemas militares en la tumba de Franco en Mingorrubio (Madrid). / David Castro

Por muy diversos recintos frecuentados por seguidores de la extrema derecha son habituales los iconos, metopas, símbolos y emblemas de las Fuerzas Armadas, incluida la Guardia Civil, y de la Policía Nacional junto a todo tipo de cartelería que exalta la Guerra Civil y la dictadura, como ya ha contado este diario. También decoran esos emblemas, y con barroca profusión, la tumba de Franco en el cementerio de Mingorrubio.

En los barrios cercanos a grandes recintos militares, especialmente del sur de España, donde Vox cultiva votos, los bares frecuentados por militares se llenaron, junto a su habitual iconografía castrense, de material propagandístico de Vox en las dos últimas elecciones generales. De las relaciones con la base de las Fuerzas Armadas se encargó, en momentos fundacionales del partido, la vicepresidenta Mazaly Aguilar; y de los contactos con jefes y altos oficiales, algunos de los cuales ficharon para el cartel electoral de la formación, Rafael Bardají, exasesor de Defensa del PP siendo ministro Federico Trillo. Ahora se ve también que, para el colectivo de los militares retirados, no faltan activistas en los chats de whatsapp.

El abuso político de los emblemas militares responde, en opinión de Zaida Cantera, a que "en cierto modo, la política democrática se ha visto acomplejada con el uso de símbolos que son de todos. Ciertos usos de ciertos símbolos en entornos militares no son libertad de expresión, sino libertinaje, y lo único que consiguen es extender un velo de fascismo inmerecido sobre todos los militares".

El general Gutiérrez Díaz de Otazu espera que, pese a este griterío en redes sociales de oficiales jubilados y a la mala imagen que extiende, "la sociedad española perciba que los militares tienen clarísimo que existen para servir a todos los españoles de todas las ideologías, les comprendan o no les comprendan en absoluto".

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