JUICIO DE LOS ATENTADOS DEL 17-A

Mossos y bomberos heridos en Alcanar reclaman ser víctimas del terrorismo

Chalé de Alcanar tras la explosión

Chalé de Alcanar tras la explosión / JAUME SELLART

Ángeles Vázquez

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El juicio de los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 y 18 de agosto de 2017 se centró en la sesión de este martes en el chalet de Alcanar donde los terroristas preparaban los explosivos. En concreto, en la explosión que se produjo poco antes del atropello de la Rambla, cuando los escombros estaban siendo examinados por mossos y bomberos para encontrar víctimas y pistas que permitieran averiguar qué había pasado en el inmueble la noche anterior. Aún se ignoraba que los terroristas habían estado preparando allí explosivos y que estos habían explotado dando al traste con los planes originales de la célula terrorista.

Uno de los agentes declaró que hasta que no se encontró el pasaporte del principal acusado, Mohamed Houli Chemlal, en la furgoneta que había cometido el atropello de la Rambla, no se relacionó Alcanar con los atentados. Houli fue el único superviviente de la explosión, en la que falleció el considerado cerebro de la célula, el imán Abdelbaki Es Satty, y otro terrorista.

Según este mosso, ese pasaporte fue también clave para relacionar una furgoneta abandonada tras un accidente de tráfico menor en Cambrils. Se comprobó que la había alquilado Mohamed Hichamy, que también aparecía como propietario de una motocicleta encontrada junto al chalet de Alcanar.

Reclamar una indemnización

Además de detallar lo encontrado entre las ruinas, como documentación personal de Es Satty y 107 bombonas de butano, los agentes y bomberos explicaron al tribunal las heridas que sufrieron. Algunos de ellos manifestaron que habían sido declarados víctimas del terrorismo y, por ello, indemnizados al menos en parte. Otros no lograron que se les reconozca esa condición y, por eso, reclaman por las heridas sufridas y las secuelas que aún padecen.

Uno de ellos, que necesitó ser ingresado tras la explosión accidental que se produjo mientras inspeccionaban los escombros, explicó que también su hijo, que tenía 10 años cuando sucedió todo, ha sido declarado víctima del terrorismo y que ambos están en tratamiento por el estrés que les generó lo vivido.

Caramelos

La anécdota de la jornada se produjo antes de iniciarse la sesión, cuando los abogados encontraron sobre las mesas que ocupan en estrados unos caramelos, que algunos interpretaron como un gesto por parte del presidente del tribunal, Alfonso Guevara, para reconducir su relación después de una primera semana tan tensa que provocó la queja del Consell de l'Advocacia Catalana.

Este martes, la Comissió de Defensa del Col·legi de l'Advocacia de Barcelona pidió, incluso, al Consejo General del Poder Judicial que actuara disciplinariamente contra el magistrado por haber enviado "a la basura" unos escritos extemporáneos presentados por los letrados, entre ellos, un informe pericial que cuestiona la muerte de Es Satty.

Además del detalle de los caramelos, Guevara mostró durante toda la sesión una paciencia poco habitual en él, incluso cuando frenó las preguntas de la defensa de Houli en relación con la actuación de los Mossos en Alcanar, al hacerle ver sin necesidad de elevar el tono que esas preguntas solo tenían sentido si la cuestionaba.