NUEVAS CRÍTICAS INTERNAS: AHORA, DEL HISTÓRICO RODRÍGUEZ IBARRA

El PSOE refuerza su aviso de autoridad interna y rehúye poner el foco en Bildu

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este 17 de noviembre en la sesión de control al Gobierno en el Senado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este 17 de noviembre en la sesión de control al Gobierno en el Senado. / periodico

Juanma Romero

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Los socialistas quieren apartar a Bildu del foco. Desandar sus pasos de los últimos días, en los que no habían combatido el mensaje de una alianza con la izquierda aberzale para los Presupuestos Generales del Estado (PGE). La cúpula insiste en que no hay "acuerdo" con el partido de Arnaldo Otegi y, puertas para dentro, se reivindica frente a los críticos. Remarca, ante los barones discrepantes y ante la vieja guardia —sea Alfonso Guerra o Juan Carlos Rodríguez Ibarra—, que el timón del PSOE lo lleva Pedro Sánchez

Del primer movimiento, el de sacar del juego en lo posible a Bildu, dio buena prueba este martes el propio presidente. En el Senado, en la primera sesión de control a la que tuvo que enfrentarse tras una semana arrastrando la polémica, Sánchez ignoró los ataques del portavoz del PP, Javier Maroto. Este le acusó de haber decidido "pagar un precio político inédito" a la izquierda aberzale para conseguir su apoyo en los PGE.

A continuación, se puso la venda antes de la herida. Previendo que el líder socialista podía sacar a relucir sus acuerdos con Bildu cuando era alcalde de Vitoria (2011-2015), Maroto indicó que no es lo mismo "coincidencias" en el voto en ayuntamientos, en el Parlamento vasco o en las Cortes Generales, que lo hecho por el Ejecutivo "no tiene precedentes en la historia democrática". El dirigente conservador reprochó al presidente que pretenda "blanquear" a Bildu, "integrarla en la dirección de Estado", como proclamó el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Maroto percutió en las críticas de barones como el extremeño Guillermo Fernández Vara. "Cualquier persona del PP podría decir que Bildu representa lo peor de la política española, pero usted no, porque perdería los Presupuestos, el Gobierno y el colchón de la Moncloa". "Qué mala suerte que la primera sesión de control en la que estoy yo tenga que preguntarme por esta cuestión", ironizó Sánchez. Fue esa toda su referencia, de soslayo, a la izquierda aberzale. El resto de su réplica se centró en la defensa de unos Presupuestos "beneficiosos" e "indispensables" para España.

"Siempre escucho atentamente a nuestros mayores, pero ahora nos toca a nosotros. Somos una nueva generación a la que toca dirigir el país y la dirección del PSOE"

Adriana Lastra

— Vicesecretaria general del PSOE y portavoz del grupo en el Congreso

Antes que Sánchez, habían terciado en la polémica la número dos del partido y la portavoz del Gobierno. Ambas, insistiendo en que no está el juego hecho y que se pactarán enmiendas parciales a los Presupuestos con todos los grupos que estén dispuestos. "Bienvenidos sean todos los apoyos que permitan a este país avanzar", apuntó la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Pero ella también negó, como hiciera el lunes el número tres, José Luis Ábalos, que hubiera un "acuerdo" con Bildu. Será a partir de este martes, dijo, cuando arrancará la negociación del Ejecutivo con los grupos. También con los aberzales. Muy significativamente, el presidente de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asensnegó asimismo que hubiera ya pacto con Bildu, pese a que Pablo Iglesias lo celebró hace una semana. 

Mayor rotundidad

Pero Lastra aprovechó su comparecencia en el Congreso tras la Junta de Portavoces para responder, con más rotundidad, a los críticos. El último en apuntarse al coro de invectivas fue, este martes, otro histórico, el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra, en la línea de las palabras, la víspera, del exvicepresidente Alfonso Guerra. El PSOE no comparte "absolutamente nada" con Bildu, los "herederos" de la banda, señaló en una entrevista en Antena 3. "Está muy bien eso de que ETA haya dejado las bombas y se vaya con los votos. Muy bien que quieran llegar al Parlamento español a derribarlo. Yo creía que los cretinos se quedaban en casa, pero vale. Está muy bien, perfecto. Pero de ahí a acordar con Bildu hay un camino muy largo que es necesario recorrer", que es pedir "perdón" por los asesinatos y rechazar el terrorismo, denunció.

"No necesitamos explicar por qué no queremos pactar con Bildu. ¿Desde cuándo hay que explicar que la Tierra es redonda?"

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

— Expresidente de la Junta de Extremadura

"No podemos seguir defendiendo nada que nos acerque a quienes han estado matando", sostuvo. No se quedó ahí: el el exjefe de la Junta advirtió de que el PSOE "no es propiedad de los dirigentes del partido" y por tanto tampoco de Sánchez. 

La respuesta de la cúpula es que seguirá tomando sus decisiones, porque está legitimada para ello. "Siempre escucho atentamente a nuestro mayores, pero ahora nos toca a nosotros —zanjó Lastra—. Somos una nueva generación a la que toca dirigir el país y la dirección del PSOE". Ya el lunes Sánchez, en la reunión de la ejecutiva federal, a puerta cerrada, se mostró molesto por la actitud "desleal" de algunos barones y veteranos del partido, pero insistió en que no se arrugará frente a sus contrarios, porque le queda mucho tiempo al frente del PSOE y del Ejecutivo. Ábalos, en rueda de prensa, evitó confrontar de manera directa, aunque horas después, en 'La noche en 24 horas', en TVE, evocó aquella frase célebre de Guerra, "el que se mueve no sale en la foto", para recalcar que también en la época de Felipe González la cúpula ataba en corto a sus dirigentes. 

La portavoz del Gobierno, tras el Consejo de Ministros, rehusó hacer referencia a las críticas internas, aunque sí secundó la opinión de "otros compañeros" socialistas del Gabinete, que han censurado esos mensajes en los medios de barones e históricos contrarios a Ferraz. María Jesús Montero también recordó que ETA desapareció hace una década y por tanto el partido de Otegi, como el resto de fuerzas, puede llegar a pactos puntuales con el Ejecutivo.

Sánchez acusa al PP de querer "derribar" al Gobierno pero le augura una derrota como la de Trump

La ministra de Hacienda hizo hincapié en que con Bildu, igual que con el resto de partidos, ha hablado de cifras de los Presupuestos. No de otras cuestiones. "Las conversaciones que yo he tenido con Bildu han versado solo y exclusivamente de los números y las cuentas públicas, no ha habido un solo elemento que se haya incorporado a esa reunión", indicó. La portavoz lamentó que se trate de "resucitar" a ETA, máxime cuando fue además con un Gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero, con el que se consumó el fin de la banda, cuando "la democracia fue capaz de vencer" al terror. 

"Ni ustedes van a derribar a este Gobierno, ni ustedes ni la ultraderecha van a impedir unos Presupuestos que son beneficiosos e indispensables para este país", espetó Sánchez a Maroto en el Senado, recordándole que las enmiendas fueron rechazadas con 198 votos. El presidente se centró en la defensa de sus cuentas, necesarias, tras dos años de "bloqueo parlamentario", para entrar en una fase de "estabilidad". "La gran pregunta es: ¿dónde está la derecha y qué ha hecho en medio de esta pandemia?", remachó Sánchez, para acusar al PP de querer tumbar al Ejecutivo con una política llena de falsedades y 'fake news' que le llevará a una "derrota estrepitosa" como la sufrida por Donald Trump en EEUU.