ECUACIONES PARLAMENTARIAS

ERC y Cs aguantan el pulso a la espera de Sánchez

zentauroepp55521389 rufian201021202325

zentauroepp55521389 rufian201021202325 / DAVID CASTRO

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

ERC y Cs son incompatibles. Al menos, así lo creen en ambos partidos. Sin embargo, ninguna de las dos formaciones da por perdida la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para el 2021. Los republicanos catalanes y los naranjas registraron este martes sus enmiendas parciales a las cuentas públicas, el último trámite para pactar con el Gobierno el rumbo presupuestario para el próximo año. A la espera de que Pedro Sánchez se decante por uno u otro, ambos mantienen sus exigencias al Ejecutivo de coalición que, en medio de la polémica por el pacto con EH Bildu, sostiene su intención de alcanzar acuerdos con todos los partidos que tengan voluntad de aprobar los Presupuestos. Un hito que según el calendario aprobado por el Congreso podría darse en la última semana de diciembre. 

Tras varios meses de tiras y aflojas, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, puso este martes sobre la mesa una nueva condición para apoyar las cuentas del 2021, que las enmiendas que presentaron se negocien entre el Gobierno central y la Generalitat. "Estoy convencido de que el lendakari [Iñigo] Urkullu habrá participado en las negociaciones", apuntó, dejando caer que el Ejecutivo de coalición deberá entenderse con el presidente en funciones de Catalunya, el republicano Pere Aragonès. Un requisito que es aceptable para la portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, que celebró la "relación fluida" con ERC.

Cs tiende la mano, pero reclama al presidente que elija una mayoría u otra para aprobar los Presupuestos

Rufián explicó que las más de 300 enmiendas que registraron se pueden catalogar entre aquellas que buscan una "protesta" —contra el Tribunal Constitucional, el Ministerio del Interior, la Casa Real…— y las que tienen un cariz más propositivo para seguir ampliando el escudo social. En este sentido, ERC cuenta con el apoyo de uno de los partidos del Gobierno, Unidas Podemos. Morados, republicanos catalanes y EH Bildu —con quien ambas formaciones de la coalición niegan tener un acuerdo para los Presupuestos— registraron una enmienda para prohibir los desahucios hasta diciembre de 2022. Un gesto más en la presión de Podemos a Sánchez sacar a Ciudadanos de la ecuación.

Las líneas naranjas

No obstante, los de Inés Arrimadas se resisten a abandonar su oportunidad de ser clave en los Presupuestos. El portavoz del partido en la Cámara baja, Edmundo Bal, volvió a enunciar sus exigencias, las llamadas "líneas naranjas": el Gobierno debe retirar la enmienda a la ley educativa negociada con ERC que suprime la referencia al castellano como lengua vehicular y debe comprometerse por escrito a que no habrá un referéndum de autodeterminación en Catalunya. A renglón seguido, y tras enumerar varias de sus enmiendas económicas, Bal reclamó a Sánchez que se decida por un camino u otro.

El PSOE asegura que dialogará con todos los partidos que tengan voluntad de negociar las cuentas públicas

Pero en el PSOE parecen no tener prisa por declarar a uno de los dos partidos como su socio principal mientras puedan mantener negociaciones abiertas con ambos. "Bienvenidos sean todos los apoyos", afirmó Lastra tras repetir en más de cinco ocasiones que, por el momento, "no hay acuerdo con ninguna fuerza" y que se sentarán con todas las fuerzas políticas que tengan voluntad de entenderse. Sin embargo, la dirigente socialista dejó claro que no retirarán la enmienda de la ley de educación sobre el castellano.

Cambios en las cuentas

También registraron enmiendas partidos como el PNV —retirar el impuesto al diésel—, Más PaísCompromís o el PRC que están más cerca de alcanzar un pacto con el Gobierno de coalición. A estos se sumaron los cambios propuestos por JxCat y el BNG que hace dos semanas presentaron enmiendas a la totalidad a las cuentas públicas.

El PP, por su parte, planteó más de un millar de enmiendas dirigidas a la reactivación económica y en respuesta a la crisis sanitaria y social que, según su portavoz, Cuca Gamarra, esperan que se incorporen porque son "obvias". Quien no participará de este proceso de debate de enmiendas que terminará el viernes es Vox por considerar que "no hay posibilidad de realizar cambios sustanciales", así que decidió no registrar ninguna enmienda.