CAMINO DE LAS URNAS

El bucle infinito de la ANC

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zentauroepp48194523 paluzie190621212313 / ALBERT BERTRAN

Júlia Regué

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El divorcio anunciado por la ANC con los partidos independentistas no ha evitado un cisma interno en una entidad aferrada al "mandato del 1-O" y que sigue exigiendo una declaración unilateral de independencia al Govern que salga de las urnas si el independentismo supera el 50% de los votos el 14-F. El bucle infinito.

La dirección, reunida este sábado, se ha reafirmado en sus postulados con seis secretarios nacionales menos, que abandonaron la organización porque, a su juicio, la ANC actúa con tibieza y no endurece más la batalla con los partidos independentistas. La carta la firmaron siete, pero una de ellos se echó atrás. Este sector, partidario de acrecentar la confrontación, no logró que prosperara su propuesta de poner como condición a los partidos un "compromiso explícito con la unilateralidad" y "cuotas de influencia" para apoyarles en campaña electoral.

Sí pactaron que se levantaban de cualquier mesa multilateral soberanista y una fiscalización de los programas electorales y de la acción del futuro Govern desde su óptica. Lo harán siguiendo un "decálogo de acciones y principios para avanzar hacia la independencia" aprobado este sábado -pendiente de la ratificación de los socios- que exige a los partidos "no gobernar ni colaborar con los partidos del bloque del 155", ejecutar una "política de bloqueo" en el Congreso, "no compartir actos institucionales con instituciones españolas" y reclamar el ejercicio de la "desobediencia institucional". Pero también aboga por empezar a preparar un marco "jurídico-legal postindependencia" creando una banca pública catalana y buscando financiación fuera del Estado. Un catálogo de 10 principios y 56 propuestas a la espera de que los partidos lo compren.

Relación de conveniencia

"No hemos sabido separarnos de los partidos hasta ahora", comenta un miembro de la dirección, consciente de que la relación de conveniencia ha terminado porque las formaciones con representación parlamentaria ya no siguen los postulados de la ANC. "No somos un partido, pero algunos creen que sí y eso nos ha hecho perder capacidad de influencia", opina.  

Esta fuente reconoce que las dimisiones dejan tocada a Elisenda Paluzie, porque no ha conseguido calmar la tensión en este segundo mandato como presidenta y sigue recibiendo acusaciones de "tibia" del ala más proclive a la confrontación. A través de Twitter, Paluzie reaccionó sosteniendo que lo aprobado permite a la entidad "preservar su independencia de los partidos" para "evitar el riesgo de ser marginada o capturada por estos mismos partidos o por plataformas electorales".

Abandono de los cercanos a ERC

Los partidarios de la confrontación han ganado terreno en la ANC porque dirigentes cercanos a ERC abandonaron la cúpula al no volver a presentarse a las últimas elecciones internas. Desde entonces la partida se juega entre sensibilidades cercanas a Junts, miembros de Poble Lliure -en la órbita de la CUP- y una corriente que apuesta por el partido que creó Jordi Graupera con el aval de la ANC, Primàries, y otra por Demòcrates.

"El sector que se marcha apoyó a Paluzie en un inicio, en la reelección le hizo frente con otra candidata que era más beligerante con los partidos y ahora dimiten para tensar la cuerda", apunta una voz de la entidad, que considera que los equilibrios de Paluzie para contentar a todos han terminado en su contra: "Pactó con el diablo"

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