LA NEGOCIACIÓN DE LOS PRESUPUESTOS DE 2021

Arrimadas eleva el listón a Sánchez para forzarle a romper con ERC

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en rueda de prensa tras la reunión del comité permanente del partido, este 10 de noviembre en Madrid.

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, en rueda de prensa tras la reunión del comité permanente del partido, este 10 de noviembre en Madrid. / periodico

Pilar Santos / Juanma Romero

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Inés Arrimadas echa el freno. La presidenta de Cs ha cambiado de criterio y este martes anunció que pone nuevas condiciones para poder apoyar los Presupuestos Generales del Estado de 2021: el Gobierno deber retirar la enmienda a la ley educativa para eliminar que el castellano deje de ser considerada como lengua vehicular y debe comprometerse por escrito a que no habrá un referéndum de autodeterminación en Catalunya. En una rueda de prensa telemática tras la reunión de la ejecutiva, Arrimadas aseguró que esto no significa que rompan la negociación con el Gobierno. Ella y sus nueve diputados en el Congreso siguen con la mano tendida para convencer a Pedro Sánchez para que haga esas rectificaciones y apuesten por la moderación frente al separatismo de ERC y "la mayoría Frankenstein". "Es el momento de que Sánchez elija qué vía quiere para España", espetó la política en referencia a que el Ejecutivo sigue manteniendo las dos opciones vivas en su deseo de cuadrar el círculo.

La semana pasada, cuando ya se conocía el pacto del Ejecutivo con los republicanos sobre el castellano, Ciudadanos indicó que no pediría la devolución de los Presupuestos, porque ya estaba negociando cambios en el proyecto de ley y estaba satisfecho (no subirá el diésel, no se subirá el IVA a la educación concertada o la sanidad privada y habrá un plan de lucha contra el fraude fiscal, entre otras medidas).

Esta semana, sin embargo, Arrimadas puso nuevas "líneas naranjas" y elevó el listón para forzar la ruptura con ERC, además de reclamar ayudas directas a autónomos y pymes y para la conciliación familiar. Preguntada en la rueda de prensa por los motivos de este giro, la presidenta de Cs no contestó y repitió varias veces que al menos su partido negocia y trata de hacer rectificar a Sánchez mientras otros partidos, en referencia directa al PP y Vox, se ponen "a gritar" en un "rincón" sin aportar nada. 

De momento, el Ejecutivo intenta sortear ese escollo dando una patada hacia delante y estudiará las propuestas de los grupos, todas, especialmente las de aquellos que no obstaculizarán esta semana la tramitación de los Presupuestos. 

La portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, no quiso adelantar qué hará Hacienda. Si se decantará por Ciudadanos o ERC. Su estrategia es demorar la llegada de ese momento, aunque es consciente de su dificultad. La ministra indicó que una vez se superen las enmiendas de totalidad en la votación de este jueves, se analizarán "con detenimiento" todas las modificaciones parciales que planteen los grupos. 

Lo importante es "el qué"

"Ese será el momento donde podremos llegar a un acuerdo, previo estudio detenido de estas y el resto de enmiendas que presenten el conjunto de grupos", apuntó. Y aunque también se mirarán las propuestas que hagan partidos como PP y Vox, serán "prioritarias" las fuerzas que han decidido no pedir la devolución de los Presupuestos, a fin de que salgan "satisfechas" de la negociación y puedan apoyar las cuentas de 2021. 

La ministra, en línea con otras declaraciones previas suyas, insistió en que "cuantos más apoyen los PGE, mucho mejor para este país y para el conjunto de los ciudadanos". Ahí sí lanzó un aviso a Unidas Podemos, cuyo portavoz, Pablo Echenique, no ha ahorrado chanzas contra Arrimadas precisamente por facilitar este primer trámite del proyecto de ley.

"Cuantos más apoyen los Presupuestos, mucho mejor para este país y para el conjunto de los ciudadanos"

María Jesús Montero

— Ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno

Para Montero, la posición de los morados "no es una novedad" puesto que ellos siempre han preferido que las cuentas salieran respaldadas con los socios de investidura de Pedro Sánchez, pero para el Ejecutivo lo prioritario es sacar los Presupuestos, porque España necesita del "concurso de todos" y por ello "no se puede prescindir de ninguna mano que se ofrezca", ya que lo que está en juego es la recuperación del país. "No creemos que sea momento de vetos cruzados, ni de que el país tenga que estar más pendiente del con quién que del qué", insistió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este martes. 

"No puede escudarse en nada"

En el Gobierno y en el PSOE creen que Arrimadas se ha buscado "una excusa" para descolgarse de los PGE, porque nada ha cambiado respecto a la semana pasada, cuando la ponencia de la Comisión de Educación del Congreso aprobó la enmienda pactada por los socialistas, Unidas Podemos y ERC. Enmienda que será aprobada esta semana e incluida en el dictamen que irá a pleno. "Cs no puede escudarse en nada frente a la gran responsabilidad de estar en estos Presupuestos", tercia un miembro de mucho peso del Ejecutivo. "Creo que nunca quisieron salirse de la foto de Colón [con PP y Vox], pero ellos sabrán", señala otro integrante del círculo más próximo del presidente. 

Los socialistas ven el alejamiento de Cs, y creen que es una "excusa" para superar la "presión"

Los socialistas, por tanto, concluyen que la relación con los naranjas se ha enfriado y será difícil que puedan apoyar finalmente las cuentas, porque hoy por hoy no se contempla una retirada de la enmienda de la 'ley Celaá'. "Era previsible —sostienen desde Ferraz—. A medida que nos hemos ido decantando por la mayoría de investidura, para ellos empieza a ser costoso apoyarnos. Por la presión interna que tiene Inés, por la presión mediática, por la entrada en juego de un PP un pelín más templado y porque es una cuestión, la de la lengua, muy sensible para Cs. Nosotros no hemos traspasado ninguna línea roja, pero es un guiño a ERC y a su vez pisamos un territorio emocionalmente muy complicado para ellos". 

No obstante, tanto en Hacienda como en el PSOE subrayan que será Cs la formación que deba explicar por qué "rompe", por qué pasará de votar este jueves en contra de las enmiendas de totalidad presentadas a luego oponerse (o no apoyar) el proyecto de ley del Ejecutivo. De hecho, se da por descontado que el ministerio hará gestos a distintos grupos para procurar su respaldo y dificultar que pongan argumentos para dar la espalda al texto. Pero, objetivamente, el alejamiento de Cs puede ser una puerta que se cierra para Sánchez, y ello hace que el abanico de acuerdos se estreche. Y si los naranjas salen de la ecuación, el precio del apoyo de ERC puede encarecerse. 

La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, insistió por la tarde en que "nada ni nadie es incompatible", de tal manera que debería ser posible casar tanto a republicanos como a naranjas. "Ningún grupo puede utilizar ninguna vía de justificación que no sea la única que importa: qué quieren [de] esos PGE, para qué deben servir, qué reivindicaciones quieren proponer al Gobierno, que ya se ha visto que estamos dispuestos a negociar y aceptar, y todo lo demás es secundario". Pero la ley de Presupuestos no es solo económica, tiene un cariz político irrefutable. La llave de la estabilidad de la legislatura de Sánchez, y para los grupos fijar posición es clave.