CORRUPCIÓN

El juez De la Mata abre juicio oral en la última pieza del 'caso Gürtel'

Francisco Correa, el pasado febrero, antes de ingresar en prisión.

Francisco Correa, el pasado febrero, antes de ingresar en prisión.

Ángeles Vázquez

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Cuando una causa se divide en piezas se corre el riesgo de perder la cuenta de cuántas quedan. Sobre todo si con una de ellas hasta se provocó la caída de un Gobierno, como ocurrió con la sentencia de la primera época de la 'Gürtel' (1999-2005). El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha abierto juicio oral en la última pieza de ese caso de corrupción y sienta en el banquillo 26 personas, entre ellas, los líderes del entramado empresarial corrupto, Francisco Correa y Pablo Crespo, a los que impone el pago de fianzas de responsabilidad civil por 33,6 millones de euros. La suma para todos los acusados asciende a más de 199 millones de euros.

Es la pieza en la que se juzgarán sus delitos fiscales, junto con blanqueo y la falsedad que cometieron para ocultar los anteriores. Al elevar esta parte a la Sala de lo Penal para la celebración del juicio solo quedará en el Juzgado la pieza en la que se investiga la caja b del PP, descubierta gracias a los llamados 'papeles de Bárcenas', en los que el extesorero de ese partido transcribió una contabilidad paralela a la oficial en la que se registraba el dinero en negro recibido.

Asesores fiscales

La resolución acuerda sentar en el banquillo a Correa y Crespo, pero también a sus asesores fiscales Luis de Miguel y Ramón Blanco Balín, así como a empresarios y supuestos testaferros que participaron en la operativa que presuntamente utilizaron para eludir pagos a la Hacienda pública.    

En el caso de Correa y Crespo, las fianzas por la condena que les puede acabar siendo impuesta se elevan hasta los 33,6 millones de euros, cantidad a la que hay que sumar las posibles responsabilidades civiles que deben satisfacer los acusados por IRPF, IVA y Sociedades entre 2003 y 2007.

Para el juez, las cantidades multimillonarias que obtuvo Correa las ocultó a través de una compleja estructura societaria y financiera para conseguir defraudar a Hacienda simulando la inexistencia de ingresos. Los citados fondos nunca fueron declarados por aquel a la Hacienda Pública quien, de hecho, no presentó ninguna declaración tributaria desde al menos el año 1999 ocultando todos sus ingresos y rentas.

En el caso de Crespo, continúa el instructor, también habría ocultado una parte de sus recursos económicos que procederían tanto de su intermediación en adjudicaciones irregulares como de inversiones realizadas con Correa y de servicios prestados al mismo. Dicha ocultación se habría llevado a cabo a través de estructuras financieras y societarias en España y en el extranjero; ocultando sus ingresos cobrándolos en efectivo o como ingresos de su sociedad Cresva y encubriendo sus gastos como servicios recibidos por algunas de las mercantiles que gestionaba.

A ambos les ayudaron sus asesores fiscales, por lo que, según el juez, deben responder como coorperadores necesarios. "Eran asesores en materia de planificación fiscal y expertos en la creación de sociedades pantalla con finalidad de opacidad fiscal. Ambos eran conscientes de que los entramados que crearon y pusieron al servicio de Correa y Crespo". Esa ocultación "solo podía tener por finalidad defraudar a la Hacienda Pública", concluye el juez.