TRAS LA MOCIÓN

Vox exhibe su enfado en Andalucía tras el rechazo del PP

Juan Marín (Cs), Juan Manuel Moreno Bonilla (presidente Andaluz, PP) y Alejandro Hernandez, portavoz de Vox en el Parlamento regional

Juan Marín (Cs), Juan Manuel Moreno Bonilla (presidente Andaluz, PP) y Alejandro Hernandez, portavoz de Vox en el Parlamento regional / periodico

Julia Camacho

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La negativa rotunda del líder del PP, Pablo Casado, a apoyar la moción de censura planteada por Vox y su ruptura con esta formación ha provocado una tormenta en Andalucía, donde los conservadores gobiernan en coalición con Cs y el apoyo fundamental de la ultraderecha. La formación de Santiago Abascal anuncia que se abre “un nuevo escenario” tras lo que considera una “quiebra gravísima” de la confianza, y aunque no retiran su apoyo al ejecutivo regional, advierten que serán más exigentes en sus reivindicaciones. “Estamos obligados a exigir con mayor rigor nuestras peticiones”, señalaron.

La negociación de los presupuestos autonómicos está ya en su última fase, a punto de ser aprobada y llegar al Parlamento andaluz para su debate. En las últimas semanas, pese a los ofrecimientos de mano tendida a todos los grupos políticos, se ha evidenciado que de nuevo Vox volvía a ser socio preferente, según los reproches de PSOE y Adelante Andalucía. Y desde la formación de ultraderecha se había garantizado no pocas veces el apoyo en aras a la estabilidad de la comunidad, ya que la suma de votos de PP y Cs es insuficiente frente al bloque de PSOE y Adelante Andalucía, por lo que los 12 votos de Vox son vitales para cualquier iniciativa de Ejecutivo, más aún para el principal proyecto de ley.

Sin embargo, las intervenciones en la moción de censura han hecho saltar este escenario por los aires, sirviendo en bandeja la excusa que Vox necesitaba para apretar las tuercas de cara a la negociación de las cuentas de la comunidad. Una estrategia que ya se vio en la negociación de los presupuestos de 2019, cuando impusieron el teléfono de violencia intrafamiliar o la reprogramación del gasto en memoria histórica, y en las de 2020, cuando lograron arrancar la puesta en marcha del pin parental, luego frustrado.

Formalmente, todo sigue igual, como avanzó el propio Abascal al asegurar en su intervención que no habría ruptura en los gobiernos que apoyan, mandando un mensaje de tranquilidad a “andaluces, murcianos y madrileños”. Sin embargo, justo después Vox canceló una reunión prevista para la misma tarde del jueves con la Consejería de Hacienda para la negociación de los flecos del presupuesto de 2021. Al malestar contribuía un mensaje lanzado en redes sociales por el PP andaluz, en los que se podía leer “Sí a España, no a Vox”, y que la formación borró al cabo de una hora.

¿Por qué @ppandaluz ha quitado este tuit? pic.twitter.com/0z6aDrqI3n— Antonio Gallardo ���� (@agallardosoler) October 22, 2020

Según explicó poco después el portavoz del grupo parlamentario en Andalucía, Alejandro Hernández, la suspensión se debió a problemas de agenda, ante la falta de tiempo para poder preparar sus propuestas. Sin embargo, concedió que “la intervención de Casado no puede sino suponer la apertura de una serie de interrogantes e incertidumbre, y un nuevo tiempo en nuestras relaciones con el PP”. “Vox no es esa fuerza ultra, radical, populista, xenófoba y franquista, que son los epítetos que nos ha dirigido el presidente del PP”, reprochó con dureza Hernández, “y si lo fuera, ¿qué hace el PP pidiendo nuestros votos y nuestra colaboración?”.

"Un discurso que no difiere de Podemos"

Hernández dejó patente el agravio. “Ha sido un discurso con calificativos hacia Vox que no difieren en nada de los de Podemos, PSOE o los grupos golpistas de Cataluña y las vascongadas”, apostilló, recordando que el PP es el partido de “Gürtel, Kitchen y Luis sé fuerte”. “Ni ha sido capaz de agradecernos que con la moción de censura no se haya hablado de la ratificación de la sentencia de la Gürtel por el Tribunal Supremo”, deslizó.

No obstante, el portavoz de Vox insistió en el "sentido de la responsabilidad" de su formación y dejó claro que “los andaluces no tienen que pagar la inquina y la torpeza de unos dirigentes que desprecian a Vox del mismo modo que a Andalucía”. No hay otra alternativa, como concedió esta semana durante el Debate sobre el Estado de la Comunidad, por lo que seguirán negociando las cuentas autonómicas. Eso sí, “seremos inflexibles al exigir con mayor rigor nuestras nuevas peticiones”.

Encapsular al ejecutivo

Desde el ejecutivo andaluz trataron de quitar importancia al aviso de Vox, al que el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo, tildó de “parte importante del cambio en Andalucía, fundamental porque ha colaborado en apoyar presupuestos y estamos convencidos de que seguirá siendo así”. Por eso, instó a “encapsular” el Gobierno andaluz del “fragor del debate” de la moción de censura. El ejecutivo regional está convencido de que el Ejecutivo de coalición no peligra, ya que la única alternativa posible es una moción de censura en la que se alíen PSOE, Adelante Andalucía y Vox, un escenario de todo inviable.