REUNIÓN DE LA EJECUTIVA FEDERAL

El PSOE insta al PP a rechazar la moción de Vox para alejarse del "fascismo"

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, preside la reunión de la ejecutiva federal del partido, con Santos Cerdán, Cristina Narbona, Carmen Calvo y Maritcha Ruiz, este 19 de octubre del 2020 en la sede de Ferraz.

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, preside la reunión de la ejecutiva federal del partido, con Santos Cerdán, Cristina Narbona, Carmen Calvo y Maritcha Ruiz, este 19 de octubre del 2020 en la sede de Ferraz. / periodico

Juanma Romero

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El PP no desvela aún el sentido de su voto en la moción de censura que defenderá Vox este miércoles y jueves, porque entiende que es una "cuestión menor". Pero el PSOE presiona. Descartado, porque ya lo ha hecho Génova, que pueda apoyar la iniciativa de Santiago Abascal, le advierte de que la abstención es como un sí, es avalar el "fascismo" del que debería desmarcarse. 

Mensaje empaquetado este lunes por el secretario de Organización, José Luis Ábalos, tras la reunión de la ejecutiva socialista, que presidió él mismo en ausencia del líder del partido y jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez. Justo en una semana clave e intensa en lo político, por el debate de la quinta moción de censura de la democracia y por la posibilidad de un desbloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ferraz confía en que sea posible retomar las conversaciones después de que la iniciativa de la ultraderecha fracase, pero las posiciones siguen alejadas por el momento. 

La moción, dijo Ábalos en su comparecencia en Ferraz, no va contra el Gobierno de Pedro Sánchez. "Es sencillamente un ajuste de cuentas entre la ultraderecha y la derecha". "Lo que se ventila es si el hijo [Vox] mata al padre o si Saturno [el PP] podrá devorar a su hijo [Vox], ese hijo que tanto se le atraganta", sostuvo. 

El PSOE cree "igual de grave" votar sí o abstención: no cabe ser "indiferente" ante Vox

Planteado ese marco de juego, el PSOE no concibe que el PP dude y no se acoja, directamente, al 'no' a Abascal. La abstención a la moción "no es sino una respuesta acomplejada" de quien no quiere "romper vínculos" con la ultraderecha. Votar abstención sería "igual de grave" para los socialistas que votar sí, porque no se puede ser "indiferente" ante una iniciativa en la que Abascal propondrá su programa de gobierno ultra, que es lo que se somete al escrutinio del Congreso. Según subrayó el también ministro de Transportes, es "grave no dar una respuesta firme" a la extrema derecha, una "anomalía que solo se da en España", ya que en Europa "se la aísla" y aquí se le "pone alfombra roja". Y solo, añadió, por la esperanza de Pablo Casado de que sus "hijos pródigos", Vox, una escisión del PP, vuelvan al redil.

"Deshojar la margarita"

Los conservadores, señaló, "no quieren entender que más allá de su cálculo estratégico", quien "sufre" esa decisión "es el conjunto de España". Ábalos considera un "drama" que el voto del PP se decida en función del temor a que la "ultraderecha le retire su apoyo en las comunidades y ayuntamientos en los que le sirve de báculo". 

El PSOE subraya que, más allá de la intención de Abascal, la moción merece un "respeto"

La dirección del PSOE apremia al PP a "fijar su posición", a acabar de "deshojar la margarita", a definir si su alternativa de gobierno "solo es concebible en compañía de Vox y, en ese caso, cuál es el precio que está dispuesto a pagar". "Al PP le corresponde defender el liberalismo frente al fascismo", soltar amarras, cortar el "síndrome umbilical que tiene con la ultraderecha". Ábalos remarcó que mientras Europa tiene claro que este tipo de formaciones extremistas son "enemigos de la democracia" —"no caben medias tintas con el fascismo"—, en España el PP no se despega. 

Ábalos también confirmó, como había avanzado EL PERIÓDICO, que Sánchez responderá a Abascal, porque "más allá de quien la propone", es una herramienta constitucional y legítima —es la que aupó al poder al líder socialista en el 2018—, y como tal "hay que tomar en serio y respetar". "Y ese respeto merece que el Gobierno se lo tome en serio", y precisamente por eso el presidente intervendrá y dará la réplica a Vox. Además, la moción, un instrumento que no se puede "banalizar", es una "oportunidad para confrontar alternativas, la de la ultraderecha y la de un Gobierno democrático". Así que "máximo respeto" para el debate", "más allá de las intencionalidades" de la formación extremista, que pretende "hacer ruido y elevar la tensión". 

El secretario de Organización ligó moción de censura y renovación del CGPJ. Porque, a su juicio, el PP debe decir no a la iniciativa de Vox para decir sí a la "moderación" y a la "política de grandes acuerdos", porque el país necesita una "derecha moderada".

Negocia Campo

De hecho, Ábalos cree que tras el fracaso de la censura al Gobierno, el PP se avendrá a negociar la renovación del CGPJ. "Esperemos que tomen nota de la inviabilidad del discurso extremista" y, si los populares "entienden que están llamados a otro papel, estarán por moderar su actitud" para conversar en torno al relevo de los órganos constitucionales. El Ejecutivo está "abierto" a la negociación, aunque siempre que se "respete" a las formaciones políticas que lo componen, PSOE y Unidas Podemos. 

Ábalos rechaza la reforma que quiere el PP y le pide que asuma la coalición

Pablo Casado sigue exigiendo que queden fuera del proceso los morados, porque se trata de un acuerdo parlamentario y PSOE y PP suman por sí mismos tres quintos, la mayoría actualmente requerida. Pero el PP recuerda que no se puede "proscribir" a UP. Ábalos insistió, como hiciera Sánchez el viernes, en que quien negocia es el titular de Justicia, el socialista Juan Carlos Campo, "y todos los ministros son del Gobierno, no de un partido".

Se trata, pues, dijo, de reconocer a todo el Gobierno, y no a un partido u otro. La petición del PP de excluir a los morados es, para el PSOE, una "excusa poco democrática", que parte de la no asunción de la legitimidad del Gobierno de coalición. 

Ábalos compareció en Ferraz mientras Casado explicaba su reforma de la ley orgánica del poder judicial en la sede de Génova. El dirigente socialista dijo no conocer, obviamente, el detalle de la propuesta, aunque el trazo grueso sí se sabía: que los jueces elijan a los 12 vocales del turno judicial. El número tres del partido apuntó que lo que no es concebible es que cuando al PP le va mal en las urnas quiera "cambiar las reglas del juego". Y recordó que no cabe una visión "corporativista en un poder del Estado", pues el principio básico de la democracia es la soberanía popular, y el hecho de que todos los poderes emanan de ella. Porque además el CGPJ es un órgano de gobierno y no afecta a la "actividad jurisdiccional" de jueces y magistrados, que mantienen su independencia. 

Ábalos lanza un aviso al dos de Redondo: no hay "candidaturas" para Organización

El secretario de Organización aprovechó la rueda de prensa en Ferraz para lanzar un mensaje en clave interna: no vale postularse para el cargo que él ejerce desde 2017, porque quien elige es el líder del partido.