ENTREVISTA DESDE LA PRISIÓN

Jordi Sànchez: "El indulto da confort personal, pero no ayuda a resolver el conflicto"

El secretario general de JxCat responde a EL PERIÓDICO desde la cárcel de Lledoners

Jordi Sanchez, exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC)  saluda este lunes mientras abandona la prision barcelonesa de Sant Joan de Vilatorrada, el 1 de junio del 2020

Jordi Sanchez, exlíder de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) saluda este lunes mientras abandona la prision barcelonesa de Sant Joan de Vilatorrada, el 1 de junio del 2020 / periodico

Fidel Masreal

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-¿Podría concretar cómo se hace efectiva la llamada "confrontación inteligente" con el Estado? ¿Con una movilización permanente, haciendo actos de insumisión, con un bloqueo a la economía española, ocupando el aeropuerto...?

-En cada momento tomamos las decisiones que nos permiten ser más fuertes social y políticamente. Creo que lo que vivimos entre el 2014 y el 2017 fue un buen ejemplo de confrontación inteligente: ganamos el relato, evidenciamos las debilidades del Estado, mostramos fuerza en la calle y mayorías claras en las urnas. A la independencia solo llegaremos si no nos ponemos de perfil y plegamos las velas ante la confrontación y el embate que el Estado nos hace en todos los frentes. JxCat se propone recuperar la iniciativa que perdimos a partir de mediados de octubre del 2017.

-¿Existe una mayoría social en Catalunya dispuesta a acciones de desobediencia o boicot para conseguir la independencia? ¿Esta herramienta suma o resta apoyos sociales al proyecto?

-En democracia, las mayorías se han de tener en las urnas. La desobediencia civil y la movilización permanente se rigen por otros patrones. Los objetores e insumisos, por ejemplo, nunca fueron mayoritarios entre los jóvenes de la época. Los seguidores en las marchas de Luther King, tampoco. La función de la desobediencia es remover los cimientos de las injusticias. No hace falta que sea mayoritaria, pero no puede sustituir el mandato de las urnas. La combinación de desobediencia, derecho a la protesta y las urnas suma, seguro, apoyo social a una causa justa. El 'procés' lo ha demostrado.

-Este viernes, el Rey estuvo en Barcelona y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, quemó una imagen del monarca. ¿Cree que este tipo de acciones benefician al independentismo?

-Sinceramente, creo que ni suman ni restan. Me preocupa mucho más la retirada de una pancarta crítica con el Rey para evitar que el Monarca la leyera. Si no defendemos la libertad de expresión, estamos perdidos.

-El 'expresident' Quim Torra se queja de que la autonomía es el principal freno a la independencia. Entonces, ¿es mejor no disponer de la actual autonomía política?

-Yo no soy el autor de esa idea. Eso se lo tendría que preguntar a él.

-¿Usted habría mantenido la pancarta de los presos en el Palau de la Generalitat pese a que la Junta Electoral, 'consellers', servicios jurídicos y el Síndic de Greuges, entre otros, le recomendaron que la retirara?

-Lo que no hubiera hecho nunca es inhabilitar a un político electo por haber puesto una pancarta, y menos todavía a un 'president' de un Govern.

-Si sale adelante la reforma del delito de sedición en el Código Penal y los indultos, ¿se podrá decir que es un avance o solo se consideraría positiva la amnistía?

-El indulto seguro que da confort personal, pero no ayuda a resolver el conflicto. Necesitamos pasar página de toda la represión y judicialización. ¿Qué hacemos si no con los más de 2.850 procesados? ¿Cómo evitamos que las multas del Tribunal de Cuentas por el 9-N y el 1-O arruinen la vida a decenas de familias? ¿Cómo permitimos que los que están en el exilio vuelvan sin riesgo de cárcel? ¿Cómo hacemos que los policías procesados por la violencia que provocaron las órdenes de sus jefes el 1-O puedan finalizar su procesamiento? Solo la amnistía permite cerrar tantas heridas.

-La 'exconsellera' Dolors Bassa ha afirmado que no pretende ser Nelson Mandela, que los presos están mejor en casa y que bievenidos los indultos. ¿Qué opina?

-Dolors es una mujer a la que admiro por su actitud vital y política y quiero recordar que ella dice que su deseo es la amnistía. En todo caso, Mandela tampoco quería estar en la cárcel. No conozco a ningún preso político que diga que está mejor en la cárcel que en casa. En todo caso, yo seguro que no.

-El vicepresidente con funciones de 'president', Pere Aragonès, propuso en una entrevista a EL PERIÓDICO retomar la mesa de diálogo con el Estado tras la situación de interinidad del Govern. ¿Qué opina?

-JxCat siempre estará a punto para buscar una solución dialogada al conflicto. Espero que los que querían la mesa como un cebo electoral hayan salido escaldados. El diálogo para resolver el conflicto es demasiado serio para dejarlo en manos de los que lo anuncian irresponsablemente, como si fueran chulos de barrio luciendo foto de un coche nuevo que ni tienen ni están en disposición de tener por sí solos. Hemos de ser más responsables todos y menos electoralistas.

-¿Por qué no quiere que Junts vaya en coalición con el PDECat, que es de donde vienen buena parte de los cargos del Govern que se han adherido?

-Es tiempo de hacer partidos nuevos, de regenerar viejas formas de hacer y de ser en política y, sobre todo, evitar repetir viejas maneras de hacer en política que acabaron mal. Empecemos la casa bien. La transversalidad de Junts per Catalunya lo acabará convirtiendo en el gran partido del país. Cualquier independentista demócrata tiene un lugar en Junts per Catalunya. En las listas seguro que se verá.

-El Parlament ha debatido esta semana sobre la situación de la salud en Catalunya con la pandemia. ¿Está de acuerdo en reforzar por ley la financiación pública de la salud y blindar también por ley que no haya nuevos recortes?

-El compromiso de JxCat con un sistema de salud universal, de calidad y gratuito es total. La única ley que blinda de manera efectiva la financiación pública de la salud son los presupuestos. Y para evitar recortes hacen falta dos cosas: que la salud sea prioritaria para el Govern -y para JxCat lo es- y una buena financiación de la Generalitat. Y esto hoy no se da. La amenaza de recortes en salud proviene de una financiación injusta e insuficiente de Catalunya.

-¿Estaría de acuerdo en subir impuestos para conseguir recursos para la salud, educación y servicios sociales? ¿Por qué no hay ninguna propuesta sobre fiscalidad en la ponencia política de su partido?

-Lo que hace falta es que la Generalitat disponga de la capacidad normativa y de gestión tributaria que hoy tiene el Estado. Que se permita gravar desde la Generalitat a grandes corporaciones y transacciones financieras, o que se pueda regular el impuesto a la banca como tiene el Reino Unido. Hay margen para nuevos impuestos para financiar políticas sociales si la Generalitat obtiene competencias que hoy el Estado central le niega. El Parlament ya reguló en esta dirección aprovechando vacíos normativos y el Constitucional lo impidió.

-¿Qué opina de los recortes en salud del Govern de Artur Mas hace diez años?

-Los primeros recortes los empezó el Govern de Montilla, no olvidemos esto. Pero para no rehuir la pregunta, le diré que los recortes inspirados por el 'conseller' Mas-Colell fueron excesivos, algunos injustificados e injustos y sobre todo ingenuos. Creo que hoy los mismos lo harían diferente. En privado al menos dicen esto.

"Los recortes inspirados por el 'conseller' Mas-Colell fueron excesivos, algunos injustificados e injustos y, sobre todo, ingenuos"

-Trabajadores sin equipos de protección, falta de respiradores, falta de UCIS y camas, 18 millones a Ferrovial para rastreadores, gestión deficiente de las residencias, casi dos meses sin responsable de salud pública, planes de retorno a la escuela que iban cambiando... ¿Qué opina?

-Que los gobiernos, todos, actuaron tarde y mal es una evidencia. Ahora, diez meses más tarde creo que la Generalitat ha hecho bastante bien los deberes. No podemos bajar la guardia, la pandemia sigue activa pero tengo la sensación de que la Generalitat tiene un mayor control de la situación y saben en general qué se ha de hacer pese a que algunas medidas no gusten. Todavía nos quedan meses de sufrimiento.

-En su ponencia política ustedes destinan a la pandemia nueve líneas en un texto de 51 páginas. ¿No merece un poco más de atención, esta cuestión, que ha provocado más de 13.000 muertos en Catalunya?

-A la pandemia se la combate con unos poderes públicos determinados y activos y con acción de gobierno comprometida con un sistema de salud fuerte, con la recuperación económica y políticas de redistribución. Las políticas de salud, sociales, el impulso económico y del bienestar y una buena administración conforma el cuerpo ideológico del partido, la ponencia le dedica casi 30 páginas.

-No hemos visto que en su ponencia política digan si están o no a favor de la derogación de la reforma laboral del PP.

-JxCat lleva en su programa electoral la modificación de la reforma laboral del 2012. Desde el primer día del Gobierno de Pedro Sánchez, estamos esperando la propuesta de modificación o derogación de la ley de reforma laboral.

-En su propuesta política, la palabra 'vivienda' aparece siete veces, pero no existen propuestas concretas. ¿Qué opina de la actuación contundente de los Mossos en los desahucios?

-Una ponencia política no es un programa electoral. En todo caso, recuerdo que hace pocas semanas JxCat apostó por regular por ley los alquileres y evitar abusos de los grandes tenedores de pisos. Podríamos hacer mucho más si los pisos de la Sareb los gestionásemos desde Catalunya -Generalitat y ayuntamientos- y si se pusieran a disposición del mercado con precios sociales tasados muchas más viviendas que hoy tiene el banco malo. Evitaríamos sufrimiento y, sobre todo, muchas ocupaciones. Y en Barcelona, evitaríamos muchas órdenes judiciales de desahucio si Colau ofreciera vivenda social y alojamiento a las familias que la justicia ordena echar de su casa. Hay que abordar el problema desde la complejidad. Sobre la actuación de los Mossos en los desahucios, la posición de JxCat es tan clara que ocupó la portada de este periódico el pasado lunes.

"En Barcelona, evitaríamos muchas órdenes judiciales de desahucio si Colau ofreciera vivienda social y alojamiento"

-¿El 'expresident' Carles Puigdemont tiene que ser candidato a las elecciones catalanas, pese a no poder ejercer el cargo en caso de victoria?

-Del mismo modo que Oriol Junqueras y él lo fueron en el 2017 o en las europeas del 2019. ¿Por qué no debería serlo ahora si él quiere y la militancia lo avala? No dejaremos de utilizar ningún derecho. Hacerlo sería renunciar a vivir en libertad. Puigdemont será candidato si quiere y la militancia lo avala en las primarias.

¿Sería buena idea la opción de poner de cabeza de cartel a Laura Borràs, una persona imputada por prevaricación, fraude a la administración, malversación y falsedad

-JxCat todavía no ha iniciado el proceso de primarias y, por tanto, no tiene cabeza de cartel. En todo caso, lo que no es una buena idea es intentar eliminar liderazgos políticos independentistas con informes policiales y procedimientos judiciales que se saltan las garantías de los investigados. Acabamos de ver el caso de Tamara Carrasco, recordemos el caso de Sandro Rosell o la alargada mano de Villarejo y el 'deep state'. Basta ya de esta manera de hacer. Tenemos que plantar cara.

"Buen gobierno, reactivación, redistribución y no encogerse ante la confrontación. Si ERC y la CUP aceptan estas premisas, seguro que nos encontraremos en el Govern"

-Ahora que Junts se ha definido como partido de centroizquierda, ¿Podemos pensar que suscriben la propuesta de Pere Aragonès de un tripartito con la CUP?

-JxCat trabaja para liderar un govern independentista en la Generalitat que garantice cuatro ideas básicas: buen gobierno, reanundación económica, redistribución efectiva para combatir la crisis social a través de políticas públicas y que no se encoja ante la confrontación a la que nos aboca el Estado español. Si ERC y la CUP aceptan estas premisas, seguro que nos encontraremos en el Govern.

-¿Cómo valora la gestión del departamento de Justícia con los presos?

-En lo que respecta a todo el colectivo de presos, el objetivo sigue siendo evitar que la pandemia se instale en las cárceles. Son medidas que intensifican nuestro aislamiento, pero que tienen una razón y, en general, son aceptadas por todos los internos. Sobre la situación de los presos políticos seguimos con los programas que ja hacíamos antes de salir con el 100.2 y estamos a la espera de que el Supremo resuelva sobre nuestra situación.

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