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Los recelos encallan al constitucionalismo en Catalunya

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zentauroepp55322900 pol201008203545 / EFE / ALEJANDRO GARCIA

Júlia Regué

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El constitucionalismo también está de aniversario. Este jueves hace tres años de la manifestación en contra de la independencia del 2017, la marcha más masiva de los del 'no' a la independencia. Y, para celebrarlo, Societat Civil Catalana (SCC) ha reunido a Carlos CarrizosaMiquel Iceta y Alejandro Fernández con el objetivo de animarlos a emprender un camino común en el futuro que, por ahora, parece lleno de baches. 

Un gobierno constitucionalista no es imposible, pero sí muy difícil, y el temor al abstencionismo es mayor que nunca. En eso han coincidido los tres dirigentes reunidos en la Sala Cambó del Hospital de Sant Pau de Barcelona, pero las divergencias no han tardado en aparecer. 

El PSC se ha sacudido la insistencia naranja por una coalición constitucionalista renegando del "frentismo": "Lo importante es que el objetivo del Govern no sea la independencia ni un referéndum, no lo que piense una persona u otra", ha espetado Iceta, favorable a buscar acuerdos concretos.

Fernández, muy pendiente de las declaraciones del socialista, le ha enmendado su hoja de ruta: "Su estrategia está profundamente equivocada porque, en el fondo, responde al mismo patrón del error que nuestros partidos han cometido y que se debe corregir algún día: no hay que supeditar tu política a la política de Madrid", ha replicado. "Lo que nunca hemos sido capaces de hacer es un proyecto aquí ganador. Lo han liquidado en Madrid. Yo sí creo en esa posibilidad [la coalición] pero tiene que salir de aquí. Nos tienen que respetar los catalanes a nosotros", ha abundado el dirigente popular.

Los tres líderes han sostenido entre risas que las cúpulas nacionales escuchan sus opiniones. "La alternativa [constitucionalista] es posible pero no me gustaría que se instalase la política de bloques. Tenemos que romper los bloques. No nos ha llevado a ningún sitio. ¿De qué sirve una sociedad dividida, con dos partes que acaban, o por ignorarse o por no respetarse o por enfrentarse?", ha hurgado Iceta. 

"Ganamos y no sirvió para acabar con un problema décadas gestándose y lustros alimentándose", ha lamentado Carrizosa, por lo que ha urgido la unión a tres bandas y ha animado a "oxigenar la política catalana" tomando la oportunidad que ofrece la actual situación política para lograr un Govern constitucionalista: "El 'procés' ha demostrado que el independentismo no es capaz de romper el Estado de Derecho, pero sí de erosionarlo para romperlo después [...] y la pandemia obliga a la reconstrucción de Catalunya", ha razonado. Un alegato para evitar que el independentismo tome de nuevo las riendas de la Generalitat tras pasar por las urnas.

Las negociaciones, ya acotadas a Cs y PPC, siguen en privado pero ven complicado mantener una alianza en Catalunya cuando en Madrid Cs se acerca al PSOE mientras el PP eleva cada vez más el tono contra el Gobierno. Una opción que no se descarta es que la coalición se ejecute solo en las circunscripciones de Lleida y Girona, donde juntos podrían obtener más escaños que por separado y a la vez les permitiría escenificar que son dos partidos diferentes en el Parlament.

El presidente de Societat Civil Catalana, Fernando Sánchez Costa, les ha pedido más "autoconfianza": "El constitucionalismo catalán ha esperado siempre a que le ayuden desde fuera, pero se dan las condiciones para que haya un cambio de gobierno en Catalunya", ha zanjado en su discurso.