CHOQUE INSTITUCIONAL

El Gobierno y el Poder Judicial recrudecen sus hostilidades

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, charla con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, el pasado 25 de septiembre en Barcelona, durante el acto de entrega de despachos judiciales.

El presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, charla con el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, el pasado 25 de septiembre en Barcelona, durante el acto de entrega de despachos judiciales. / periodico

Juanma Romero / Ángeles Vázquez

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La batalla por el control de la Justicia es recurrente en democracia. Más aún cuando la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se halla empantanada y sin salida inminente en el laberinto. Pero ahora la pugna ya no se libra solo entre Gobierno y oposición, que también, sino entre el Ejecutivo y la cúspide de los jueces. Entre dos poderes del Estado. Un escalón más. La Moncloa no esconde su profunda irritación contra el presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, por intentar "utilizar al Rey" para su pulso con el Ejecutivo y por reactivar los nombramientos de jueces, pese a que el mandato del órgano venció hace casi dos años. La visión del CGPJ es totalmente distinta: fuentes del Consejo se defienden recordando que Lesmes no cargó contra el Gobierno por vetar a Felipe VI en la entrega de despachos judiciales el pasado viernes en Barcelona, y recuerdan que por ley están obligados a seguir nombrando magistrados en tanto no llega la renovación. Porque así ha ocurrido antes, abundan. 

Esas son las fichas sobre la mesa después de días de alta tensión y justo antes de una nueva escalada. Un choque grave, con el Rey en el centro de la escena, que el PP ha convertido en punto de ataque al Ejecutivo y que llevará esta semana al Congreso. Frente que se suma a la crisis sanitaria, económica y social provocada por el covid-19 y a la crisis institucional que afecta al Gobierno, las comunidades y hasta la Corona. 

El origen del conflicto se sitúa en el acto de entrega de los despachos a los nuevos jueces, ceremonia que el Rey ha presidido siempre, salvo en 2006 y 2013 –a Juan Carlos I le relevó en esos dos años su hijo, el entonces Príncipe–, que Lesmes fijó para el 25 de septiembre. En la Moncloa deslizan que el jefe del CGPJ marcó esa fecha por su cuenta, sin hacer partícipe al Gobierno, y remitió la invitación a la Zarzuela. Sin embargo, el acto nunca apareció en la agenda del Rey, que se envió el viernes anterior, el día 18.

Sin dar razones

"Este acto, muy simbólico y distinto a otros en los que participa Felipe VI, se cuadra entre Gobierno, Casa Real y CGPJ. En algún punto hubo un cortocircuito", aducen fuentes gubernamentales, que sin embargo no llegan a dar los motivos por los que no gustaba la fecha propuesta por Lesmes y que desaconsejaba la presencia del Monarca. De hecho, nadie del Ejecutivo ha dado explicaciones públicas de por qué se vetó al Rey. Por "un paquete de razones", dio por toda respuesta el jueves en la SER el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo

En el Gobierno creen que Lesmes "utilizó al Rey" para hacer "oposición" y que fue él quien montó "el lío"

Algunas fuentes del Ejecutivo indican que pesó la sentencia del TS sobre Quim Torra, y que probablemente conducirá a su inhabilitación. En el Gobierno (y en el PSC) se esperaba el fallo para el jueves 24, así que la presencia del Rey al día siguiente en Barcelona podía espolear la tensión en Catalunya. Pero también en la Moncloa recuerdan que Pedro Sánchez está desplegando su 'Agenda para el reencuentro', de acercamiento al soberanismo, y en ella encajan los dos últimos gestos del Gobierno: la próxima reforma del delito de sedición y el inicio del trámite del indulto para los 12 dirigentes del 'procés' condenados.  

En el Gobierno indignó, según la Moncloa, que Lesmes mantuviera la cita y que además expresara su "enorme pesar" por la ausencia del Rey. Y más aún que luego trascendiera que Felipe VI le había trasladado por teléfono que le habría gustado estar en Barcelona. Ambas señales fueron decodificadas por el Ejecutivo como una "afrenta" de Lesmes, como un intento de hacer "oposición" a Sánchez "utilizando al Rey". "Y eso es llevar el  pulso demasiado lejos –apuntaron a este diario–, y más que se disponga a reactivar los nombramientos de jueces en el próximo pleno del CGPJ, el miércoles". 

En la Moncloa niegan tajantemente que exista un choque entre el Gobierno y la Zarzuela, recalcan que las relaciones eran y son buenas, y que el afán del presidente ha sido "proteger" a Felipe VI en una etapa dura, en la que los escándalos que salpican a su padre han forzado su marcha de España. Y señalan que la propia Corona aclaró el viernes que la llamada de Felipe VI a Lesmes fue por "cortesía", para trasladar su enhorabuena a los nueves jueces, "sin consideraciones institucionales respecto del acto ya celebrado". De ahí que el Ejecutivo focalice su irritación en el presidente del TS.

No obstante, tanto el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, como el ministro de Consumo, Alberto Garzón, cargaron durísimamente contra el Rey por "maniobrar contra el Gobierno" y romper su "neutralidad política". Ambas declaraciones soliviantaron a la derecha y el PP, de hecho, pide la dimisión de Garzón y pedirá la reprobación del jefe de Podemos. El PSOE no ha desautorizado a su socio de coalición, aunque la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, sí llamó este sábado "a todos" –"y digo a todos"– a "tranquilizarse".

Este domingo, continuó con el aviso el ministro de Transportes y secretario de Organización socialista. "No es momento de debates partidistas que pongan en cuestión nuestro régimen constitucional ni institucional", dijo José Luis Ábalos desde Suresnes (Francia), adonde acudió al acto de conmemoración del congreso del partido (1974) que encumbró a Felipe González. No "conviene" ningún cuestionamiento, continuó, "ni del Ejecutivo, que está entregado a la lucha contra la pandemia; ni del Legislativo, que establece las decisiones de acuerdo a la mayoría de la voluntad popular que se expresó en las elecciones; ni, por supuesto, del Judicial, que está sometido a la soberanía del pueblo". 

El Poder Judicial recuerda que la ley le obliga a hacer los nombramientos, y que así procedieron otros Consejos

"La relación del Gobierno y Lesmes no ha sido mala hasta ahora. De hecho, él persigue entrar en el Tribunal Constitucional con apoyo del Ejecutivo –observa un ministro–, pero él ha montado este lío por vanidad. Se le ha ido de las manos todo esto, y es su culpa, porque él organiza el acto y podía haber evitado el choque llevando el acto a Madrid, por ejemplo, como se hizo en 2019", cuando la sentencia del 'procés' aconsejaba alejar el foco de Catalunya. 

En la Moncloa añaden otro dato: el 4 de abril de 2013 el rey Juan Carlos no acudió a la misma ceremonia y mandó a su hijo porque la víspera la infanta Cristina había sido imputada por 'Nóos'

Octubre, peor

La visión desde el CGPJ es muy distinta. Fuentes del órgano de los jueces consultadas por EL PERIÓDICO aseguran que "ni el ministro de Justicia ni nadie del Gobierno sugirió cambio de fecha alguno" para el acto en Barcelona, e insisten en que el Ejecutivo es muy "consciente" de que el día lo pone la Casa Real. Y recuerdan que no había tanta flexibilidad de calendario: los 62 nuevos jueces terminaron sus prácticas en julio y tenían que tomar posesión de sus despachos, 56 de ellos en Catalunya. Para el CGPJ, octubre habría sido más problemático, por la concatenación de jornadas simbólicas para el independentismo: el 1-O, el tercer aniversario del referéndum ilegal; el 3, por el discurso de Felipe VI que tanta críticas se llevó en Catalunya; el 14, por el primer año de la sentencia que condenó a los líderes del 'procés'; el 27, por la declaración unilateral de independencia, y el 28, por la puesta en marcha del 155. Fuentes jurídicas tampoco entienden la prudencia del Ejecutivo respecto a la sentencia de Torra, por la escasa dificultad que plantea

Carlos Lesmes expresa su "enorme pesar" por la ausencia del Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces

Carlos Lesmes expresa su "enorme pesar" por la ausencia del Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces. / periodico

Fuentes del CGPJ subrayan el ánimo conciliador de Lesmes: la víspera del controvertido acto en la capital catalana frenó el intento de hacer un acuerdo de la Comisión Permanente y logró que fuera él en su discurso quien verbalizara el malestar con el Gobierno. En efecto, mostró su "enorme pesar" por la ausencia del Rey en Barcelona pero sin cargar contra el Ejecutivo. Lo más que hizo, defienden, fue hablar de que "fueran cuales fueran las circunstancias" por las que el Monarca no había podido asistir, se removieran para que pudiera acudir en el 2021.

Reiteran estas fuentes que ya ha instado a las Cortes en cuatro ocasiones, y por carta, a proceder al relevo del órgano de gobierno de los jueces. La última vez lo hizo verbalmente, el pasado 7 de septiembre, en la apertura del año judicial, en Madrid, acto al que acudió el Rey y que tenía en el público, entre otros, al ministro de Justicia y al líder del PP, Pablo Casado.

Podemos plantea recurrir al TC las designaciones por "ilegítimas" y que el Gobierno no las refrende

Desde el Consejo se recuerda que por ley está obligado a cumplir con su labor aunque esté en funciones, y así se ha hecho otras veces, como ocurrió en el CGPJ del que fue vocal Campo (2001-2008). Añaden que en enero de este año se suspendieron los nombramientos para dar tiempo a la renovación, y también en julio, por las negociaciones entre Gobierno y PP que finalmente saltaron por los aires. Fuentes jurídicas ven difícil que los populares intenten llegar a un acuerdo en un momento en el que el Ejecutivo ha anunciado la tramitación de los indultos de los condenados del 'procés' y la reforma del Código Penal y se ha producido la polémica en torno al Rey.

Además, hay puestos por cubrir importantes, insisten: ahora están pendientes, entre otras, las presidencias de tres de las cinco salas del TS y tres vacantes en la Sala de lo Penal. Algunos miembros del Ejecutivo sí reconocen que el CGPJ no puede paralizar los nombramientos 'sine díe', porque estaría prevaricando. La ley del Gobierno sí limita mucho la acción del Gabinete cuando está en funciones —no puede promover a cargos, por ejemplo—, pero no ocurre así con la que regula el Poder Judicial.

Unidas Podemos planteó este domingo, por boca del presidente del grupo, Jaume Asens, recurrir las nuevas designaciones ante el TC, por "ilegítimas", y que el ministro de Justicia no las refrende —su firma ha de aparecer en el BOE, junto a la del Monarca—, pero el PSOE no ha secundado por ahora ese movimiento. Es más, en público ha intentado evitar el choque. 

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