Cruce de reproches entre el PDECat y el partido de Puigdemont en el juzgado

David Bonvehí y Carles Puigdemont, en un acto del PDECat, partido que el 'expresident' ha abandonado, en Bruselas en el 2019

David Bonvehí y Carles Puigdemont, en un acto del PDECat, partido que el 'expresident' ha abandonado, en Bruselas en el 2019 / periodico

Fidel Masreal

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Los abogados del PDECat y de Junts, el nombre que ha adqurido el nuevo partido del 'expresident' Carles Puigdemont, han protagonizado una alla frontal en el juzgado, en una vista previa de medidas cautelares, en relación a la lucha por la apropiación del nombre Junts per Catalunya por parte de este último partido. La demanda del PDECat habla abiertamente de que JxCat se apropia del "capital político" con "manifestaciones engañosas". La defensa de la nueva fuerza política alega que JxCat era un partido de tres militantes, que cambió la dirección de forma legal y que ahora el PDECat quiere perjudicarlos de forma "irreparable". Durante la sesión, dos miembros de la dirección inactiva que tuvo el partido JxCat durante dos años han asegurado que en ningún momento que se les relevaba en beneficio de miembros afines a Puigdemont. "Quieren apropiarse del capital político y ponen a un presidente instrumental para apropiarse de todos los recursos del partido", ha denunciado la letrada del PDECat, Laia Bartomeus.

Es más, el nuevo presidente de JxCat durante a penas dos meses, Carles Valls -alcalde de Balenyà- ha dicho desconocer a algunos de los nuevos dirigentes del partido ("conocía a alguien de oídas"), y que el cambio de dirección se hizo telefónicamente, sin una reunión formal. Posteriormente, firmó un acta. "No puedo saber si había dos personas, tres personas...", ha afirmado. Valls desconocía los nombres de las personas que ocupaban la dirección hasta el momento. En este sentido, dos de las personas que figuraban como dirigentes de JxCat, Pol Xart Anna Maria Soriano, han asegurado que no se les convocó a ninguna reunión para cambiar la dirección. Es más, Soriano aseguró que nadie le informó de que era cesada. Y otra de las dirigentes sustituidas, Montserrat Morante -exdirigente del PDECat-, ha asegurado que hubo una "videollamada de whastapp o de audio" a tres bandas para celebrar la asamblea con la que se cambió a la dirección.

Batalla por los réditos electorales

Bartomeus ha puesto como ejemplo que pese a que Junts per Catalunya -como marca y partido inactivo con solo tres militantes- no disponía de candidatos en las instituciones, en la asamblea fundacional del nuevo partido hicieron suyos estos cargos. "Los candidatos son del PDECat o independientes, pero no eran de Junts per Catalunya", ha afirmado. La defensa del PDECat ha pedido pruebas de la reunión clave, por la que los tres militantes de Junts cedieron el poder a otras personas, vinculadas a Puigdemont, que se apropiaron el nombre de Junts per Catalunya. El PDECat alega que existe un acuerdo entre la posconvergencia y los independientes vinculados a Puigdemont por el cual no se podía usar el nombre JxCat sin acuerdo entre las partes.

La defensa del partido de Puigdemont no solo ha negado cualquier irregularidad a la hora de apropiarse del nombre -asegurando que se hizo en una reunión telemática o por whatsapp entre ocho personas- sino que ha acusado al PDECat de reclamar "que un partido con el que se puede coaligar no puede afirmar que los éxitos también eran de Junts per Catalunya".

"En el caso de que se hubiera celebrado, se hubieran incumplido el código civil, la ley de asociaciones y la ley de partidos, porque no se convocó a los miembros del partido, sobre todo al secretario y tesorera", ha afirmado Bartomeus, que ha añadido: "El acta no dice quién asistió, ni se convocaron a las dos personas, Pol Xart y Anna Maria Soriano ni si se comunicó el cese". La defensa de Junts ha aportado como prueba mails en los que ambos "piden que se les de de baja del partido". 

"Daño irreparable"

La defensa de Junts asegura que la reunión para hacerse con el nombre se llevó a cabo -de forma telemática y por whatsapp "debido a la pandemia"- y ha afirmado que el PDECat incurre en "fraude de ley" en su demanda y está cometiendo una injerencia para "paralizar la vida" de la nueva fuerza política de más de 4.100 afiliados. Los abogados han asegurado que el cambio de nombre se hizo de forma acordada y sin que ninguno de los entonces ocho militantes presentase reservas. Con todo ello se asegura que el daño que se haría a Junts, en caso de que no pueda usar el nombre adquirido, es "irreparable".

En todo momento, los abogados del nuevo partido han acusado al PDECat de "ponerse en la vida" de otro partido distinto y han pedido que se desestime la demanda y que sea el PDECat el que se haga cargo de las costas, de los gastos, de este procedimiento judicial. Los abogados han aportado el acta por la que se decidió cambiar la dirección del partido Junts per Catalunya (que solo formaban tres personas, dado que se limitaba a aportar el nombre, la marca, a la actuación electoral conjunta del PDECat junto a miembros independientes de la candidatura).

La juez del caso, tras las pruebas encargadas hoy, deberá decidir si tira adelante la demanda del PDECat, con lo que el nuevo partido no podría usar el nombre de Junts per Catalunya.