REUNIÓN EN LA SEDE DEL EJECUTIVO REGIONAL

Sánchez y Ayuso aparcan la bronca y unen sus destinos frente al virus

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la jefa del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, en la sede del Gobierno autonómico, este 21 de septiembre.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con la jefa del Ejecutivo madrileño, Isabel Díaz Ayuso, en la sede del Gobierno autonómico, este 21 de septiembre. / periodico

Juan Ruiz Sierra / Juanma Romero

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Moncloa llevaba días asegurando que la bronca con la Comunidad de Madrid debía acabar. La situación en la autonomía, la región de Europa más azotada por el covid-19, es tan "grave", argumentaban los colaboradores de Pedro Sánchez, que ambas partes estaban obligadas a cooperar, dejando a un lado los reproches y ataques que han marcado su relación desde la primera declaración del estado de alarma, a mediados de marzo. El acuerdo alcanzado este lunes [aquí en PDF], tras la reunión entre el presidente del Gobierno e Isabel Díaz Ayuso, que se prolongó durante casi dos horas en la Puerta del Sol, sede del Gabinete autonómico, plasma esa intención de abrir una nueva etapa, a través de una única medida: la puesta en marcha de organismos de colaboración que servirán para "coordinar y planificar respuestas contra la pandemia". Armisticio tras meses de choque. Una tregua que es difícil predecir cuánto durará, también hasta qué punto es sincera o forzada por la necesidad imperiosa de bajar las armas en un momento crítico para la región.  

La única medida pactada es la creación de un grupo covid-19, que se reunirá semanalmente y cuyas propuestas servirán de recomendaciones para el Gobierno regional. Ese grupo de trabajo, compuesto por miembros de las dos administraciones —los ministros de Sanidad y Política Territorial, Salvador Illa y Carolina Darias, y el consejero de Sanidad y el vicepresidente madrileño, Enrique Ruiz Escudero e Ignacio Aguado— se apoyará a su vez en dos estructuras, la unidad territorial y la técnica, de las que formarán parte representantes de los dos ejecutivos y también el alcalde de la capital, el popular José Luis Martínez-Almeida, portavoz nacional del PP.  

Sánchez y Ayuso unen así sus destinos frente al virus. La Moncloa coordinará las medidas que se tomen en la autonomía, y será a partir de ahora corresponsable de lo que ocurra. Pese a las dudas que en privado lanzaron destacados miembros del Gobierno el pasado viernes, cuando se conocieron las polémicas medidas de control que Madrid ha puesto en práctica (tachadas de "confusas" e "ineficaces"), el presidente del Gobierno evitó cualquier crítica durante su comparecencia posterior, junto a Ayuso, delante de dos docenas de banderas españolas y madrileñas, en una escenografía, por cierto, más propia de cumbres bilaterales entre dos Estados y que fue cuidada por los dos muñidores del entendimiento, los respectivos jefes de Gabinete, Iván Redondo y Miguel Ángel Rodríguez.

Sánchez garantiza una respuesta proporcional a los "escenarios" de la pandemia

"La voluntad del Gobierno es ayudar, colaborar, apoyar en todo lo que esté en nuestra mano. No es enjuiciar. Traigo el apoyo y el respaldo del conjunto de la sociedad española. Este virus solo lo vamos a vencer unidos. Celebro que seamos conscientes de que estamos inmersos en una lucha epidemiológica, no ideológica. El único objetivo debe ser doblegar esta segunda curva", dijo el jefe del Ejecutivo. "Hay que celebrar este principio de acuerdo. Se trata, sobre todo, de salvar vidas", añadió la presidenta autonómica. 

El estado de alarma

En un pacto tan genérico, que se limita a reforzar la comunicación entre las dos administraciones y a anunciar que a partir de ahora se intentarán consensuar las medidas, todo dependerá de las próximas cifras de contagios y fallecimientos. Si no son buenos y se muestra necesario adoptar iniciativas más duras, lo más probable es que se repitan los choques pasados, creen fuentes de la Moncloa, que aun así piden poner el foco en el acuerdo alcanzado, sin anticipar nada.

Pero la dirigente del PP, sobre todo por motivos económicos, sigue siendo contraria a aplicar medidas más exigentes. "Hay que evitar a toda costa el confinamiento y el estado de alarma. Tenemos que evitarlo por todos los medios", dijo el pasado viernes. "Ni estados de alarma ni confinamientos. Eso es la muerte para nuestra comunidad", señaló este lunes. No obstante, ella misma no descartó ir a medidas más duras: no se puede "cerrar todo Madrid", aseguró sin darse "una oportunidad" con las limitaciones impulsadas el viernes y que entraron en vigor este lunes. 

Para el Gobierno central, en cambio, este tipo de iniciativas deben contemplarse como posibilidad, aunque ahora mismo no se vayan a aprobar. "Le he pedido [a Ayuso] que estemos listos para otros escenarios si fuera preciso", dijo Sánchez. En todo caso, el presidente dejó claro que el estado de alarma lo debería "pedir" Madrid, y que, mientras tanto, "hay muchos otros instrumentos". "La realidad de la pandemia será la que indique qué respuesta iremos dando, pero garantizo que esa respuesta que demos será proporcional a la envergadura del desafío que tengamos por delante", incidió. 

De momento, más allá de la nueva coordinación, el jefe del Ejecutivo detalló a corto plazo en qué se podría concretar la "ayuda" ofrecida. "Podemos aportar medios de rastreo, desinfección, sanitarios, logísticos, asesoramiento, recursos jurídicos, medios policiales y todo aquello que considere Madrid que necesita para doblegar la curva", dijo. O sea, todos los recursos que hagan falta, sin que por ahora hayan sido cifrados. 

Ayuso fue de nuevo insistente respecto a un plan para Madrid-Barajas. El presidente indicó que no tiene "ningún problema para reforzar todo lo que sea control preventivo y de detección", pero recordó que, desde junio, solo el 0,2% de los contagios son casos importados detectados en el aeropuerto. "Tenemos que centrarnos y focalizar nuestros esfuerzos donde realmente, a juicio de los técnicos de Sanidad, está el problema y el foco de propagación", apuntó, en una tibia crítica a la presidenta regional.

Sánchez promete facilitar recursos, aunque no cuantifica, y Ayuso insiste con Barajas

Pero ella fue más directa en los reproches —mucho más tamizados que antaño, obviamente—, al señalar que quizá falto haber tomado medidas antes en la primera ola, al no controlar Barajas o al no haberse dado forma a un nuevo paraguas normativo sustitutivo de la alarma, una reclamación constante del PP. Una ley "estratégica", con "normas básicas", para que los ciudadanos sepan a qué atenerse. Sánchez recordó que las herramientas legales existen —incluida la alarma— y que el Congreso aprobó por amplísima mayoría el decreto ley de nueva normalidad. Ayuso también pidió dejar de lado el "activismo", en alusión a las manifestaciones de las zonas del sur confinadas y a las aceradas críticas que sí lanzan PSOE y Unidas Podemos por unas medidas que entienden segregadoras de los barrios y pueblos con menor renta. Su defensa es que no pretende "estigmatizar" los distritos y municios afectados, que concentran el 13% de la población de la región (y el 24% de los contagios), unas 850.000 personas. 

La obsesión de la presidenta fue señalar que Madrid no es una comunidad como todas las demás, y por eso necesita un tratamiento específico: "Todo el mundo pasa por Madrid. Madrid es de todos, Madrid es España dentro de España, ¿Madrid qué es si no es España? Todo el mundo utiliza Madrid, todo el mundo viene a un espectáculo en Madrid, todo el mundo pasa por aquí". Sobre la falta de personal sanitario y de rastreadores, se escudó en que eso es un "mantra" de la izquierda, ya que lo que ocurre es que "no hay médicos" y serían necesarios "millones" de rastreadores, por lo que la región prefiere hacer hincapié en el diagnóstico, en los cribajes masivos y el cumplimiento de las cuarentenas. La dirigente conservadora llegó a afirmar, sin que la rebatiera Sánchez, que el covid lleva "necesidades aparejadas" como "problemas de delincuenciaocupación y menores no acompañados". 

PP: "Discrecionalidad" del Gobierno

En la Moncloa, tras el encuentro, optaron por la prudencia y por no echar más leña al fuego, pese al malestar que en todo el partido ha suscitado la gestión de Ayuso por su "incompetencia". "Mancharnos nos vamos a manchar, pero esperamos que la responsabilidad dé sus frutos, que al final todo merezca la pena", indicaba un alto cargo. Otro miembro del Ejecutivo resumía el sentir general: "Aunque la reunión fue bien, todos somos escépticos. Ojalá las medidas den resultados, pero hay muchas dificultades para ejecutar el plan". Esa ha sido una de las observaciones más repetidas, que será complicado vigilar que se cumplen las restricciones de movilidad en las 37 áreas confinadas con tantas excepciones previstas. 

"Aunque la reunión fue bien, todos somos escépticos", destaca un miembro del Gobierno

De hecho, aún la Comunidad de Madrid no ha detallado qué efectivos necesita, si bien estas primeras 48 horas son de moratoria. Tras la primera reunión del grupo covid-19, se perfiló un calendario de trabajo. Este martes por la mañana se reunirá el equipo más técnico, del que forman parte el delegado del Gobierno en Madrid, el socialista José Manuel Franco, y los consejeros de Justicia, Enrique López (PP) y Transportes, Ángel Garrido (Cs), más la secretaria general de Transportes del Gobierno de España, María José Rallo, y un representante de la UME, otro de la Policía Nacional, otro de la Guardia Civil y los directores del Summa y del Samur. Por la tarde, el grupo covid se citará con la unidad territorial, en la que se sientan Martínez-Almeida; el consejero de Vivienda, David Pérez; la secretaria general de Coordinación Territorial del Ejecutivo central, Miryam Álvarez, y el presidente de la Federación Madrileña de Municipios (FMM), el socialista Guillermo Hita. Aún no se ha decidido quién será el portavoz técnico sanitario conjunto de las dos administraciones, indicaban este lunes fuentes del Ministerio de Sanidad. 

En el PP celebraron que Sánchez haya superado "la etapa de dejación de funciones" y haya asumido su "responsabilidad" en la gestión de la pandemia. Fuentes de la dirección del partido aplaudieron que el jefe del Ejecutivo accediera a reunirse con Ayuso, que llevaba "seis meses" pidiendo un encuentro, y haya encajado que Madrid "tiene unas especificidades como Barajas o las estaciones de tren que no puede soslayar", informa Pilar Santos. En el comité de dirección, que Pablo Casado reunió como es habitual los lunes, todos los miembros mostraron su apoyo a la presidenta de Madrid y se quejaron de la "discrecionalidad" del Gobierno por señalar Madrid y no haberlo hecho con comunidades, como La Rioja o Aragón, que también han tenido rebrotes graves.