EL ONZE DE SETEMBRE

La Diada 2020 cambia el paso

zentauroepp54871112 barcelona     11 09 2020  barcelona   acto de omnium en el p200911135354

zentauroepp54871112 barcelona 11 09 2020 barcelona acto de omnium en el p200911135354 / periodico

Jose Rico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde aquel millón de personas, nunca bien contadas, que en 1977 consagró de nuevo la Diada tras la dictadura, la fiesta nacional de Catalunya atravesó por una primera etapa reivindicativa de los derechos y las libertades hasta que la solidez de los cimientos autonómicos convirtió la conmemoración de la capitulación de Barcelona ante las tropas borbónicas en 1714 en un ritual cargado más de solemnidad y simbolismo institucional que de agitación en la calle. Hasta que llegó el 'procés' y envolvió el Onze de Setembre con la pulsión independentista, relegando cualquier otra imagen de esa jornada históricamente caracterizada por la unidad. La de hoy será distinta a todas las anteriores, porque por primera vez no será la política, sino una pandemia la que marque el diapasón.

El coronavirus, sus rebrotes y la incertidumbre de las familias por la vuelta al cole o al trabajo no han hecho desaparecer el debate soberanista ni la reivindicación de la libertad para los políticos presos, pero hoy no se verán multitudes en la calle y, por primera vez, el Govern no asistirá a las movilizaciones de la ANC, dada la situación sanitaria. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se limitará a celebrar la tradicional ofrenda al monumento a Rafael Casanova en Barcelona, en la que, excepcionalmente, no habrá ni guardia de honor ni banda de música.

La ANC mantiene sus movilizaciones con aforo limitado y mascarillas pese a la recomendación de las autoridades

Forzados por las circunstancias, instituciones, partidos, entidades y ciudadanía vivirán una Diada en la intimidad, lo que, en parte, brindará al Govern un día de relativa tregua en ese enfrentamiento entre socios que forma parte ya del paisaje político catalán. Un respiro en puertas de la crisis institucional que se avizora en pocas semanas, si el Tribunal Supremo, como se presume, inhabilita a Torra. El llamamiento al 'president' y a ERC –beneficiaria de la presidencia interina– a la desobediencia podría ser el leitmotiv del acto de la ANC, pero esta vez muchas menos serán las gargantas que podrán gritarlo.

8 diades, 8 diferencias

Hubo debate sobre si, ante la situación sanitaria, se debía convocar una movilización –con las limitaciones que fueran necesarias– o era preferible no congregar a gente en la calle y celebrar una Diada virtual desde casa. El Govern hizo equilibrios para evitar enemistarse con la ANC, pero le advirtió de que sería estricto en el cumplimiento de las medidas sanitarias. El resultado: 107 concentraciones frente a edificios del Estado –como tesorerías de la Seguridad Social o delegaciones de Hacienda– en 82 municipios, con un aforo total limitado a 48.000 personas, previamente inscritas y con distancias, mascarillas y controles para reducir el riesgo de contagios.

Pese a las restricciones de los organizadores y ante el imprevisible desarrollo de estas convocatorias –también Òmnium Cultural, la CUP y los CDR han organizado actos propios–, Protecció Civil de la Generalitat recomendó ayer "evitar la participación en concentraciones masivas que puedan generar en algún momento aglomeraciones", mientras que el Ayuntamiento de Barcelona desaconsejó a la ciudadanía acudir al monumento a Rafael Casanova.

El 11-S más atípico de la historia llega en vísperas de una crisis institucional en caso de que Torra sea inhabilitado

Los latigazos de la pandemia ya se colaron ayer en unos actos institucionales del todo atípicos. El Parlament honró con su medalla a los héroes de la sanidad y la conmemoración oficial de la Generalitat fue virtual, sin público e inéditamente en diferido. Torra pidió un "esfuerzo solidario" a los catalanes ante los "sacrificios" que todavía habrá que hacer para combatir el covid.

A pesar de la excepcionalidad del momento, el 'president' aprovechó el que puede ser su último mensaje institucional para intentar reavivar el también hibernado pulso con el Estado, al que tildó de "autoritario y vengativo" y frente al que exhortó al secesionismo a "persistir hasta alcanzar la independencia". De nuevo sin concreciones a la espera de su sentencia judicial.

Suscríbete para seguir leyendo