CHOQUE EN LAS FILAS NARANJAS

El relevo de Roldán por Carrizosa reabre el pulso interno en Ciudadanos

Carlos Carrizosa y Lorena Roldán

Carlos Carrizosa y Lorena Roldán / EFE / TONI ALBIR

Júlia Regué

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El liderazgo de Inés Arrimadas con un marcado giro al centro en plena pandemia había apaciguado las quejas del sector crítico que compitió en las primarias pidiendo "más democracia interna", pero el relevo de Lorena Roldán como candidata a la presidencia de la Generalitat por Carlos Carrizosa reabre el pulso entre la dirección y los críticos. No tanto por el hecho, ya que el cambio no sorprendió a las filas naranjas, que veían cómo Carrizosa acaparaba cada vez más protagonismo, sino por la forma de ejecutar el relevo

Cuatro de los 36 diputados del Parlament -Antonio EspinosaSergio SanzCarmen de Rivera y María Francisca Valle- y otros cargos del partido (según apuntan fuentes del partido, ya han firmado más de 60) han impugnado la decisión ante el comité de garantías de la formación porque consideran que la elección no cumple con los estatutos, que establecen la elección en primarias de los candidatos a la presidencia de los gobiernos de las comunidades autónomas. Carrizosa no se ha sometido a la votación interna, como hizo Roldán en julio del 2019, sino que fue el comité permanente -un núcleo reducido de la dirección- el que dictó las modificaciones en una reunión extraordinaria celebrada el 19 de agosto.

Pese a que Roldán sostiene que fue una decisión "tomada en equipo", fuentes de Cs indican que fue "forzada a dimitir" y critican que Carrizosa no se someta a primarias: "Estamos convencidos de la oportunidad de mejora con nuestros candidatos, pero siempre que se haga de forma adecuada y libre para seleccionar al mejor y a las mejores ideas. Si la dirección considera que Carrizosa es más idóneo, que convoque primarias y que cualquier afiliado legítimamente pueda presentarse", apuntan voces críticas. El artículo 102.3 de los estatutos prevé que la cúpula elija otro candidato, pero solo en el caso de que el elegido se niegue a aceptar el código ético del partido, comprometerse con el programa electoral y los deberes de Cs, algo que implica su directa renuncia. No es el caso de Roldán.

Un acuerdo con el PPC

El argumento oficial de la sustitución es la voluntad de <strong>allanar un acuerdo electoral con el PPC</strong> para las próximas elecciones catalanas. La fotografía de Roldán en la Via Catalana del 2013, organizada por la ANC, pesa sobre la dirigente naranja y miembros del partido y también de los populares dudaban puertas adentro de su idoneidad para encabezar una candidatura que teme pasar de la primera a la cuarta posición en Catalunya, como indican las últimas encuestas. Además, su figura quedó muy aislada con el adiós de Rivera y por el exceso de compromisos fuera de Catalunya, especialmente en el Senado, mientras Carrizosa llevaba la batuta del grupo parlamentario en el Parlament.

Pero no solo eso. El CEO señaló que era menos conocida que Carrizosa y que el líder del PPC, Alejandro Fernández. El primero agrada a las bases por su contundencia en el plenario y su agudeza en los medios de comunicación, dirige la estrategia interna del partido y permite a Arrimadas dar por enterrada la 'etapa Rivera' en Catalunya. Lejos de ser una concesión al PPC, argumentas fuentes de Cs, la maniobra persigue blindar a Carrizosa como cabeza de lista de esta eventual lista, una posición que con Roldán temían tener poco afianzada.

Las prisas de la dirección

Aunque las elecciones catalanas siguen sin fecha, y la remodelación del 'Govern Torra' las aleja, la cúpula naranja decidió anticiparse para empezar a negociar ya con el PPC. "Hemos hecho ya dos pasos: pedir la coalición y cambiar de candidato. La pelota está en el tejado del PPC", razonan desde Cs.

Otras fuentes, alineadas con la dirección, defienden el relevo "drástico" en "momentos excepcionales" y se muestran convencidas de que el comité de garantías avalará la decisión. Sin embargo, este órgano tampoco disfruta de su mejor momento, ya que dos de sus cinco miembros han dimitido, entre ellos, el que ocupaba la presidencia Jesús Galiano. Según miembros del partido, comunicaron su renuncia antes del cambio de candidato en Catalunya, pero el sector crítico cuestiona esta versión porque no se comunicó entonces a los afiliados y porque creen que su decisión forma parte del "choque continuo con la dirección". También ha abandonado el partido el senador Xavier Alegre, descontento con el partido.

El comité de garantías ha dictado una primera resolución que da 10 días al comité ejecutivo para que emita un informe sobre los acuerdos del 19 de agosto antes de resolver la cuestión. Si la resolución no anula la decisión y obliga a convocar primarias, los críticos no descartan llegar a los tribunales.

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