EL LABERINTO CATALÁN

ERC se prepara para 'liderar' un Govern en batalla electoral tras la inhabilitación de Torra

Pere Aragonès

Pere Aragonès / JORDI COTRINA

Xabi Barrena

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Nuevo cambio de planes en ERC. Siempre a rebufo de lo que deciden, o de lo que dudan, la presidencia de la Generalitat y/o Waterloo, los republicanos trazan planes según se van sucediendo los acontecimientos. A salto de mata. Tras la 'Pax de Colliure' entre Quim Torra y Carles Puigdemont y tras su pugna por si adelantar o no elecciones, el panorama ha vuelto a cambiar. Y Esquerra se prepara ya para asumir el liderazgo en funciones del Govern, derivado de la probable inhabilitación del 'president' y la no convocatoria de elecciones por parte de este, en el convencimiento de que estos meses estarán repletos de minas de los posconvergentes.

La remodelación del Govern esta semana, más allá de la purga al PDECat, fue entendida por ERC como la bunquerización de los 'consellers' de JxCat para hacer oposición interna a Pere Aragonès, que será el líder en funciones del futuro Executiu sin Torra. El flamante titular de Empresa, Ramon Tremosa, no tardó en apuntalar esta teoría con sus ataques al número dos del Govern la mañana siguiente de su nombramiento: "Su tarea será la de hacer de 'conseller' de Economia en la sombra y desgastar al vicepresidente", apunta una fuente republicana del entramado gubernamental.

Los dos arietes

Tremosa no es el único ariete del puigdemontismo cuya acción prevén los republicanos. También cuentan con sufrir fuego amigo desde el escaparate que supone la portavocía, vía Meritxell Budó y su equipo de comunicación en la Conselleria de Presidència. De hecho, el no control de la portavocía se acepta en ERC como algo a corregir si los resultados y los pactos lo permiten.

Los republicanos aceptan, micro abierto, que la plaza de 'president' "quedará vacante" tras la inhabilitación de Torra. Y aplauden que no se nombre un candidato para sustituirle para no tener que alinearse en el Parlament, de nuevo, con los posconvergentes. De hecho, consideran que las palabras de Torra en las que exigía que no hubiera otro candidato fue un aviso a los puigdemontistas (deseosos de desgastar a ERC y a Roger Torrent), y poder salir del Palau de la Generalitat como un nuevo "'president' legítimo". Otro.

Pero más allá de si nominalmente es 'president' en funciones o no, Aragonès dirigirá el Gabinete. "Queremos asumir todas las responsabilidades", señaló esta semana. Porque una de las patas de la estrategia republicana es la de la reconstrucción tras la pandemia. Y para ello, tras controlar las principales 'conselleries', solo le falta el liderazgo político para capitalizar los réditos de la gestión que puedan derivarse hasta enero o febrero.

Mesa y propuesta

Y ese liderazgo en funciones le permitirá, también, reactivar la mesa de negociación entre gobiernos. El principal logro de Esquerra en la negociación de la investidura de Pedro Sánchez y que los posconvergentes han tratado de enfriar hasta la congelación. No es baladí que la reunión entre Sánchez y Gabriel Rufián del viernes se saldara con el compromiso, de nuevo, de reactivar la mesa, que lleva meses a la espera de que Quim Torra acepte su convocatoria. "Puigdemont se salió con la suya [no habrá elecciones de momento] y ahora tiene tiempo para estructurar su partido, buscar una alianza con el PDECat y tratar de erosionar en las encuestas a ERC", señala una voz del partido.

Las otras dos patas de la estrategia de ERC se sustentan, por una parte, sobre la propuesta política incluida en el libro de Oriol Junqueras y Marta Rovira –que se presentará este martes–, y la apuesta a fondo por la amnistía de los presos. Así, la formación ha apoyado la creación de la asociación Amnistia i Llibertat. Formada por juristas, catedráticos de derecho constitucional y politólogos, se espera que en semanas venideras promuevan la presentación de contenciosos ante las instancias europeas.

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