Torra aprieta a ERC en la lucha contra los rebrotes

La pandemia y la crisis social y económica que comporta no ha sido un paréntesis en la lucha interna entre los dos socios del Govern. Al contrario, la tensión que ha creado el virus en toda la sociedad ha agravado las relaciones en el seno del Ejecutivo catalán desde hace meses. Ahora, con las nuevas medidas de restricción y prevención anunciadas con solemnidad este lunes por el 'president', Quim Torra, los fieles a JxCat en el Govern atribuyen este movimiento a un puñetazo sobre la mesa de Torra ante lo que consideran como una falta de compromiso de las 'conselleries' de ERC, en especial de Salut y Educació. Mientras, los republicanos niegan la mayor, sostienen que el trabajo es constante, pero que va adaptándose a una situación que es cambiante, y prefieren quedarse con la tarea diaria en lugar de los titulares o las controversias.

JxCat asegura que Torra lleva semanas batallando por conseguir más medidas anticovid por parte de los 'consellers' Josep Bargalló (Educació) y Alba Vergès (Salut). En especial, para conseguir hacer pruebas PCR en las escuelas e institutos y bajar la ratio de alumnos por clase, entre otras medidas. Según esta versión, Vergès ha sido reacia a determinadas medidas, entre otras razones, por su coste económico. También reprochan a Bargalló haber tardado en reaccionar a la hora de planificar el regreso a las aulas y de haber anunciado medidas insuficientes ante los posibles rebrotes en escuelas e institutos.

El factor Argimon

En este sentido, es paradigmático que pocos días después del anuncio de Bargalló sobre cómo se regresaría a las aulas, el nuevo secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, en una entrevista en RAC-1, apostara por otros criterios más restrictivos, por ejemplo, en cuanto a número de estudiantes por aula. Una reacción que sorprende por cuanto el protocolo de regreso a las aulas estaba acordado entre Educació y Salut. Es decir, que no hubo ningún pulso entre 'conselleries' republicanas, sino un desmarque del propio Argimon.

Y es que la figura del secretario de Salut Pública es un factor clave en esta pugna. Tras la renuncia de Xavier Guix, el pasado 28 de mayo por motivos de salud, y tras casi dos meses, su sustituto fue Argimon. Fuentes de JxCat sostienen que es un hombre de su total confianza y se convertirá en el auténtico 'conseller' de Salut. Lo vinculan además a la etapa de Toni Comín al frente de este área, y creen que buena parte del mérito de las medidas más restrictivas (más pruebas PCR, rastreos, incorporación a la aplicación Radar Covid...) para afrontar la nueva oleada de casos provienen de su capacidad de mando.

ERC sostiene que Argimon no fue una imposición de Torra, sino un nombre de consenso, y evitan entrar al trapo de las críticas de JxCat. Sostienen los republicanos que sus 'conselleries' no han parado de trabajar desde el inicio de la crisis y recuerdan que el 29 de junio Bargalló y Vergès ya ofrecieron un plan de "escuelas abiertas, escuelas seguras". Prefieren quedarse con ello en lugar de con los "anuncios pomposos" de determinadas cifras de profesores u otras, sin tener en cuenta exactamente los recursos disponibles para ello.

Llueve sobre mojado

De hecho, una de las claves de los choques internos es que la 'conselleria' de Economia está en manos del vicepresidente del Govern y dirigente de ERC, Pere Aragonès, a quien en JxCat le reprochan haber restringido propuestas de planes de choque por ejemplo en materia de automoción. Algo que ERC niega tajantemente.

En todo este conflicto interno llueve sobre mojado. JxCat reprocha a ERC la mala gestión en las residencias y la falta de diligencia al constatarse que el covid era algo más que una gripe. Se reprocha a Vergès la tardanza en sustituir a Guix. Y sobre Bargalló, la queja es la de una falta de planificación del regreso a las aulas, cuando desde junio se sabía que esta sería una cuestión clave.

Así, la comparecencia de este lunes de Torra tiene una lectura política paralela a la de las medidas anunciadas: demostrar autoridad y tratar también de colgarse medallas en un Govern donde en JxCat todavía se lamentan de haber cedido a ERC las carteras de más proyección económica y social del Ejecutivo.

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