declaraciones explosivas

Corinna, sobre el dinero del rey: "Habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones"

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en Nueva York en el 2014.

Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en Nueva York en el 2014. / periodico

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Dos semanas después de que el rey Juan Carlos abandonase España para instalarse –al menos por ahora– en los Emiratos Árabes Unidos, la mujer que detonó la investigación judicial en Suiza, Corinna Larsen, reapareció este jueves con una larga entrevista nada menos que en la cadena británica BBC. Una conversación con la que quien fue amante del monarca emérito pone en práctica la estrategia de que la mejor defensa es un buen ataque. La empresaria alemana desliza nuevas sospechas sobre el exjefe del Estado, carga contra la Casa del Rey, y el CNI y desvela detalles sobre sus cinco años de relación con Juan Carlos I.

Según Larsen, los 76 millones de dólares (65 millones de euros) que el rey emérito le regaló presuntamente en el 2012 –por los que, entre otros hechos, ambos están siendo investigados por la justicia suiza– no fueron más que un agradecimiento. "Un reconocimiento por cuánto signifiqué para él, por cuánto significó mi hijo para él. Era gratitud por haberle cuidado durante sus peores momentos", precisó.

Y tras denunciar que se siente utilizada como cabeza de turco, la empresaria lanzó otro dardo contra Juan Carlos I: "Lo que me parece extraordinario es que estén convirtiendo 40 años de modus operandi de una empresa familiar en un foco sobre una persona. Y esa persona soy yo... porque habrá cientos de cuentas en otras jurisdicciones".

Dinero bajo sospecha

No dio más detalles sobre esas supuestas cuentas opacas, e insiste en que el rey no intentaba esconder o lavar el dinero al dárselo a ella, incluso a pesar de que en el 2014 el rey emérito le había pedido que se lo devolviera. "Estaba muy sorprendida porque, obviamente, es un regalo enormemente generoso. Diré, sin embargo, que habíamos tenido conversaciones en el 2011 sobre su deseo de gestionar su testamento en vida. Empezó a hablar sobre su muerte y lo que quería dejar en su testamento. También mencionó que quería ocuparse de mí, pero no discutimos cantidades. Le preocupaba que su familia no respetara su voluntad", explicó Larsen.

La justicia helvética investiga la procedencia de ese montante, que supuestamente fue un pago que el difunto rey de Arabia Saudí había enviado a una cuenta bancaria en Suiza vinculada con una fundación opaca panameña cuyo beneficiario era Juan Carlos I. La causa trata de esclarecer si detrás de ese dinero hay comisiones ilegales a cambio de la adjudicación a empresas españolas del AVE a La Meca.

La presión del CNI

El otro frente de ataque de Corinna durante la entrevista es el CNI, al que acusa de hostigarla a raíz de la cacería de Botsuana en el 2012, por la que el rey emérito tuvo que pedir perdón. "Desde el momento en que regresé de ese viaje quedé bajo una vigilancia total. Fue el principio de una campaña para pintarme como una Wallis Simpson, una Lady Macbeth, una suerte de personaje maligno que llevó a este maravilloso hombre por el mal camino en ese viaje durante una gran crisis económica", añadió.

Siempre según su relato, tras el safari africano, Larsen empezó a recibir "una atención no deseada" del Centro Nacional de Inteligencia, y que el primer objetivo fue su apartamento en Mónaco. Incluso recibió la visita en Londres del entonces director del CNI, Félix Sanz Roldán. "Dijo que lo enviaba el Rey. La primera advertencia era que no hablara con la prensa. Dijo que si no seguía las instrucciones, no podía garantizar mi seguridad física ni la de mis hijos", explicó.

El rey Juan Carlos I y Corinna zu Sayn-Wittgenstein se conocieron en una fiesta de tiro en febrero de 2004. Ella cuenta que el rey tenía problemas con su arma. "Y yo sé bastante sobre eso, por lo que le podía explicar qué era lo que fallaba", relata. "Creo que quedó bastante sorprendido".

Durante los meses siguientes, y hasta la llegada del verano - que fue cuando tuvieron su primera "cita", en palabra de la alemana, continuaron con su amistad por teléfono. "Siempre nos reíamos mucho. Conectamos de inmediato en muchas cosas y teníamos muchos intereses en común: la política, la historia, la buena comida, los vinos. Yo vivía entonces en Londres, acababa de emprender mi propio negocio de consultoría. Y era madre soltera de dos niños".

"Así que nos encontrábamos en Madrid en una casita de campo dentro de la finca y viajábamos juntos. El primer año fue más difícil porque yo estaba muy ocupada y él tenía una agenda completa, pero me llamaba hasta diez veces al día", prosigue.

Sin dejar nada en el tintero, Corinna también habla de la reina Sofía y cómo don Juan Carlos se refirió a su matrimonio: "Dijo que tenían un acuerdo para representar a la Corona, pero que tenían vidas totalmente diferentes e independientes. Y el Rey acababa de salir de una relación de casi 20 años con otra mujer que también ocupó un lugar muy importante en su corazón y su vida", ha revelado suponemos que refiriéndose a Marta Gayá.

Intención de casarse

Corinna, que ha confesado que estuvo "muy enamorada del monarca" no duda en afirmar que el emérito quiso casarse con ella en el año 2009. Siempre según la exprincesa alemana, don Juan Carlos visitó a su padre para hablarle de sus intenciones. "Me dijo que el rey había ido a visitarle y le había dicho que estaba muy enamorado de mí y que pretendía casarse conmigo. También le dijo que no podía hacerlo enseguida, que llevaría un tiempo. Quería que mi padre supiera que iba en serio conmigo". Sin embargo, y pese a que la relación iba, en sus palabras, muy en serio, terminó "poco después".

Y es que, por si no fuesen suficientes todas estas bombas, Corinna nos deja estupefactos con cómo terminó su romance con el Rey: "Justo después del funeral de mi padre, el rey me dijo que mantenía una relación con otra mujer desde hacía tres años. Literalmente, quedé devastada, era lo último que esperaba". Y es que, en sus propias palabras, "le dejé muy claro que no toleraría que tuviera relaciones con otras mujeres".

Tras esta traumática ruptura, no obstante, Corinna continuó su amistad con el monarca y en 2012 fue la encargada, según sostiene ella misma, de organizar la repatriación de don Juan Carlos desde Botsuana tras sufrir la caída famosa cazando elefantes que significaría el inicio de la caída en desgracia del Rey y la publicación de la naturaleza de relación que mantenían desde el año 2004.