TENSIONES INTERNAS

El acercamiento de Sánchez a Cs subleva a Podemos

Reunión entre el Gobierno y Cs en el Congreso de los Diputados

periodico

Juan Ruiz Sierra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Unidas Podemos siempre ha vivido con incomodidad el acercamiento entre el PSOE y Cs, con la vista puesta en los Presupuestos del año que viene, pero nunca había estallado de forma tan dura como lo hizo este lunes. A raíz de una reunión con los liberales que mantuvieron en el Congreso, en nombre de la Moncloa, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y la ministra de Política Territorial, Carolina Darias, ambas socialistas, los morados acusaron a Pedro Sánchez de incumplir su pacto con Pablo Iglesias, "mirar hacia la derecha", no "cuidar la mayoría de investidura" y "cambiar de aliados". Podemos se desentendió de los acuerdos que la parte socialista del Gobierno llegue con Cs. A su juicio, no son pactos del Ejecutivo; solo de una parte: el PSOE.

La reunión, la segunda que el Gobierno ha mantenido con Cs desde que estalló la pandemia (un gesto que la Moncloa no ha tenido con ningún otro partido), comenzó pasadas las 11 de la mañana y duró hora y media. En principio, estaba ceñida a abordar los rebrotes y las iniciativas sociales y económicas frente a la crisis. Pero en Podemos la impresión era otra. Aquello iba mucho más allá que las medidas a corto plazo. A última hora del domingo, Irene Montero, ministra de Igualdad, escribió en Twitter: "Cs ha rechazado reunirse con el Gobierno de coalición y ha optado por reunirse solo con el PSOE. Lo respetamos y animamos a respetar la soberanía popular y su expresión en el Parlamento, aunque el resultado no estuviera entre sus planes".

El texto encerraba una crítica a los naranjas, por plantear supuestos vetos, pero también al PSOE, por aceptarlos. Y ponía de manifiesto la profundo malestar que levanta entre los morados el acercamiento del PSOE a Cs, que ha pasado de apoyar las medidas urgentes frente a la pandemia a abrirse a respaldar las cuentas del año que viene, una posibilidad que impediría el concurso de ERC, en dinámica electoral y cada vez más lejos de Sánchez, pero quizá también de Podemos, poniendo a prueba el futuro del Ejecutivo.

Terminada la reunión, que según la versión oficial se cerró sin grandes avances, Calvo intentó zanjar el debate. "Yo estoy aquí en nombre del Gobierno, para escuchar a un grupo que nos ayuda de vez en cuando a sacar el trabajo de todo el Gobierno. Cuando hay una ministra del Gobierno, está todo el Gobierno", dijo la vicepresidenta.

Pero el mensaje, que daba por buena la exclusión de los ministros de Podemos de la cita, molestó aún más a los morados. Montero volvió a Twitter. "Cs gobierna gracias a Vox. Por eso no es creíble que vayan a apoyar las políticas centrales del Gobierno de coalición. Quien mira a la derecha no es el Gobierno, sino una parte de él. Cumplir el acuerdo de gobierno implica cuidar la mayoría parlamentaria que lo hizo posible", escribió la ministra, desmintiendo la versión de la Moncloa de que solo se trataron asuntos concretos de la pandemia y lanzando el ataque más duro al PSOE desde que comenzó la legislatura. El portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, se sumó poco después, señalando que los acuerdos que los miembros socialistas del Gobierno alcancen con Cs solo "comprometen al PSOE" y acusando a Sánchez de "cambiar de aliados". El propio Iglesias compartió ambos tuits desde su cuenta.

Los vetos cruzados

Los colaboradores de Sánchez optaron por no avivar el conflicto. "No podemos funcionar con vetos cruzados. Con los 120 escaños del PSOE estamos obligados a encontrar salidas y estabilidad. Sobre todo cuando con los escaños de Unidas Podemos no completamos la mayoría absoluta, desgraciadamente", señaló un ministro socialista. Es decir, la Moncloa continuará intentando sumar a Cs a los Presupuestos. Otras fuentes del Ejecutivo recordaron que Iglesias dijo hace menos de un mes que compartía la "estrategia" de Sánchez de buscar a los naranjas, pese a que el vicepresidente dudaba de que diese algún fruto, y atribuyeron el cambio de discurso al batacazo de los morados en las recientes elecciones gallegas y vascas, que hace que busquen "un perfil más de izquierda".

En cualquier caso, el conflicto ha estallado, y pese a que la parte socialista espera que no vaya más allá, lo más probable es que ocurra lo contrario. SEánchez comparecerá el martes desde la Moncloa, y gran parte de las preguntas girarán en torno a las tensiones internas.

Cs, mientras tanto, no ocultó su satisfacción. "Podemos se pone nervioso cuando entra Ciudadanos –argumentó Edmundo Bal, su portavoz adjunto en el Congreso-. En cuanto nosotros aparecemos en el tablero con unas soluciones moderadas, centradas, siendo constructivos, se nos enfadan. Se nos enfada Iglesias, [Gabriel] Rufián, [Arnaldo] Otegi… Lo estaremos haciendo bien".