CONVULSIÓN EN LA POSCONVERGENCIA

Puigdemont sopesa nombrar a Comín portavoz de su partido

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zentauroepp51453223 puigdemont comin191220125555 / ACN / NAZARET ROMERO

Xabi Barrena

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Esquemas y bosquejos previos al congreso fundacional del partido que lidera Carles Puigdemont, que dará inicio este sábado, y que todo indica que llevará el nombre de Junts per Catalunya. La premura en la constitución del partido, y el ‘pressing’ que ejerce sobre el partido heredero de CDC, el PDECat, dan a entender que el ‘expresident’ tiene muy en consideración la celebración de las elecciones catalanas, presumiblemente, en otoño. Y con este objetivo en mente, y sabedor que las encuestas le dibujan lejos de ERC (pero más cerca que antes tras encararse al PDECat, según la encuesta del GESOP para este diario), el ‘expresident’ baraja un golpe de efecto, del tipo ‘no hay peor cuña que la de la misma madera’, es decir, aupar al exrepublicano Toni Comín a la categoría de portavoz, según han confirmado a EL PERIÓDICO distintas fuentes del espacio posconvergente.

La elección de Comín, que no puede ser candidato efectivo por la misma razón que no puede serlo el propio ‘expresident’, es decir, su residencia en Bélgica y su orden de captura en España, encaja por partida doble en los esquemas en que se ha movido Puigdemont a la hora de crer su fuerza. La primera, situarlo en un espacio de centro-izquierda, donde, a la luz de los resultados electorales, se halla el grueso del electorado independentista. Es la misma razón que le llevó a designar a Jordi Sánchez, primero presidente de su superada Crida per la República, y, ahora, negociador en su nombre con el PDECat de David Bonvehí.

Pero además, a diferencia de Sànchez, Comín aporta su excercanía con ERC, y con Oriol Junqueras, y sus orígenes maragallistas. Un perfil que, en la posconvergencia, es único. Según las encuestas que todos manejan, la frontera electoral entre el espacio posconvergente y ERC es la más volátil de todas y donde se jugará el partido que decidirá los próximos comicios.

Currículum cambiante

Toni Comín es uno de esos casos en que la sombra gigante de su progenitor, en su caso Alfonso, no ha impedido que desarrollara un perfil propio, extenso y cambiante. Los primeros pasos en Política los dio de la mano de Ciutadans pel Canvi, la plataforma de independientes con que se rodeó Pasqual Maragall, coaligada con el PSC, para asaltar la Generalitat en 1999. Comín fue elegido dos veces diputado y llegó a ser portavoz del grupo parlamentario. Cuando Ciutadans pel Canvi se disolvió, Comín se hizo militante del PSC.

Tras la sentencia del Estatut, de la que ahora se cumplen 10 años, aun defendía una reforma en clave federal de la Constitución, aunque un par de años más tarde ya empezó a coquetear con el soberanismo de corte más secesionista. Cuando Pere Navarro acabó con la reivindicación histórica del PSC del derecho a la autodeterminación, Comín fue uno de los integrantes del sector catalanista que iniciaron la diáspora. Creó Socialisme, Catalunya i Llibertat, aun dentro del PSC, para al final romper el carnet.

Fue entonces cuando se acercó a ERC, vía su líder, Oriol Junqueras, con quien compartió largas charlas sobre teología y política, muy en la línea de las disquisiciones que su padre, Alfonso, marxista cristiano, lanzó antes de su prematura muerte. Con Junqueras, Comín fue Conseller de Sanitat y tras el 27-O marchó a Bruselas con Puigdemont. Desde entonces la sintonía entre ambos no dejó de crecer hasta que el propio Comín concurrió a las elecciones europeas bajo las siglas de Junts per Catalunya, con Puigdemont.

Temores en Lledoners

Con todo, el posible ungimiento de Comín ha levantado recelos entre distintas personalidades de JxCat, entre ellos algunos de los presos de Lledoners, por entender que el perfil ideológico del eventual portavoz escoraría demasiado el partido hacia el centro-izquierda y dejaría huérfanos a aquellos que simpatizan con el liberalismo o, directamente, se consideran de centro –derecha y que, en el fondo, suponen el grueso del electorado histórico de CDC y CiU.

Las diferencias no son algo etéreo. Hay quien adelanta futuros problemas, por ejemplo, en un asunto siempre tan sensible para el espacio posconvergente como la subida de los impuestos. Una medida por la que Comín, como socialista autorreconocido, podría abogar, cuanto más en un momento de emergencia como la actual derivada de la pandemia.

Negociaciones con el PDECat

Y, evidentemente, un portavoz orientado hacia la siniestra, podría entorpecer las negociaciones que se prevén con el PDECat para después del congreso fundacional de este fin de semana. Un debate que se prevé arduo, tras el recordatorio del PDECat de este sábado de que se halla en condiciones de concurrir en solitario a  los comicios, una contienda electoral sobre la que la fuerza retiene los derechos de participación en debates y espacios electorales. No son pocos los que temen que, con Comín ( y Sànchez) como cabezas visibles junto al propio Puigdemont, el soberanismo más moderado y más de centro-derecha, gire su cabeza hacia el neonato PNC de Marta Pascal.

Una tercera vía que se baraja sería mantener a Comín en lo alto del escalafón hasta la celebración de las elecciones, precisamente, para lograr los apoyos entre el electorado de ERC que precisa el partido para mantener la presidencia de la Generalitat. Y una vez alcanzado el objetivo podría ser el momento de la restructuración interna.

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