Montilla: "No utilizaré medios públicos para mi actividad privada"

El ‘expresident’ de la Generalitat, José Montilla, volvió a subir este lunes la escalera de honor del Parlament para dirigirse a la sala de grupos, esta vez, para dar explicaciones sobre su fichaje en el consejo de administración de Enagás a petición de Cs, JxCat, ERC y la CUP.

Montilla compareció durante casi tres horas en la comisión de asuntos institucionales y justificó que su nuevo cargo en la empresa gasista es "legal y compatible" con sus tareas y beneficios como exjefe del Govern. Subrayó que ya ha registrado su renuncia a la retribución que le otorga el estatuto de los expresidentes porque pasará a cobrar de la compañía y aseguró que no usaría la oficina que alquila la Generalitat para ejercer como consejero independiente de Enagás.  "Nunca he utilizado ni utilizaré medios públicos para realizar mi actividad privada. Los que dicen lo contrario, mienten", espetó.

Todos los grupos, salvo el PSC, le exigieron que renunciara al puesto en la empresa o bien al despacho, pero el ‘expresident’ justificó la compatibilidadde sus cargos y, ante los partidos que le acusan de formar parte de un caso de "puertas giratorias" justificó su conocimiento del sector y alegó que la ley permite el salto a la empresa privada. "Yo no me he corrompido", proclamó, y recordó que dejó de ser ministro de Industria hace 14 años y casi una década que terminó su época al frente de la Generalitat, tomando como guía no sólos los dos años que establece la ley para que un cargo público acceda al ámbito privado, sino también la iniciativa de Unidas Podemos en el Congreso para acotar este salto a cinco años. "Hay que mirar lo que pasa en Europa, donde no es un anatema lo que aquí llamamos puertas giratorias", sostuvo.

Regulación

Montilla se mostró partidario de acatar una regulación del régimen de incompatibilidades, que no fue modificado en la actualización que se hizo en el 2015 sobre la normativa vigente desde el 2003 (aprobada por todos los grupos del hemiciclo), pero avisó de que esto era tarea de los diputados aunque a su juicio "no sería bueno que se legislase fruto de la coyuntura política o de la dinámica de la confrontación". "Soy expresidente de la Generalitat independientemente del reconocimiento y las prerrogativas que me otorga la ley y pienso seguir ejerciendo como tal con más o menos medios o reconocimiento institucional, nadie puede impedir que lo siga haciendo", advirtió.

Los partidos apretaron las tuercas al ‘expresident’ pidiéndole su renuncia a Enagás, pero el grupo más beligerante fue la CUP que le situó como "parte de la mafia del régimen del 78". Las declaraciones indignaron a Montilla: "No formo parte de ninguna mafia. Esto no. Y esto es un insulto", replicó, y enmarcó algunas intervenciones en el clima preelectoral. Desde el PSC consideraron en una breve intervención que algunos grupos habían realizado un "ajuste de cuentas" o un tipo de "exorcismo de los fantasmas de cada uno".