El Congreso da el primer paso para retirar la inmunidad a Laura Borràs

Laura Borrás, portavoz de Junts per Catalunya

Laura Borrás, portavoz de Junts per Catalunya / periodico

Miguel Ángel Rodríguez / Júlia Regué / Fidel Masreal

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La Comisión del Estatuto de los Diputados del Congreso ha aprobado este jueves un dictamen favorable para levantar la inmunidad a la portavoz de JxCatLaura Borràs, tras la petición del suplicatorio del Tribunal Supremo. La votación, realizada a puerta cerrada, ha contado con el 'sí' de PSOE, PP, Vox y Cs, el rechazo del PNV y los posconvergentes y la abstención de Unidos Podemos. Ni ERC ni EH Bildu han participado en la votación. 

La Cámara baja ha tomado esta decisión después de que el Supremo solicitara poder investigar a la diputada de JxCat por los delitos de fraude a la Administraciónmalversación de caudales públicos y falsedad documental en su etapa de directora de la Institució de les Lletres Catalanes (ILC). No obstante, la decisión definitiva se producirá la semana que viene cuando el dictamen aprobado por la Comisión sea elevado para ser ratificado por el Pleno de la Cámara baja, el último con carácter ordinario de este periodo de sesiones. La votación que, previsiblemente será el jueves 25 de junio, tendrá lugar en pleno y a puerta cerrada, como marca el reglamento del Congreso. 

El resultado de la votación en el pleno es una cuestión menor, ya que el suplicatorio saldrá adelante porque el voto de los grupos independentistas es irrelevante ante las mayorías actuales en la Cámara, pero no por eso es menos significativo para el independentismo. Si bien JxCatERC y la CUP llevan días entablándose para encontrar un posicionamiento conjunto, las posturas siguen alejadas y el asunto tensiona cada vez más al Govern, que permanece renqueante por los choques entre socios en una legislatura que el 'president' había dado por finiquitada en enero.

Los republicanos han decidido este jueves no participar en la votación, porque al igual que la CUP, no pueden pasar por alto que la Sindicatura de Cuentas acreditó indicios de corrupción al detectar varios contratos de la etapa de Borràs al frente de la ILC que incumplían la legalidad vigente porque adjudicó presuntamente "diversos contratos menores por importes acumulados superiores al máximo permitido para el contrato menor": "Estamos en contra de la persecución política, de la represión del Estado, pero a la vez no podemos permitir que haya ninguna sombra de duda sobre corrupción que afecte al movimiento independentista", indican fuentes de ERC, que piden acordar una posición conjunta. La postura de la CUP, que no participa en esta comisión pero sí deberá pronunciarse en el pleno, viene siendo la misma. Desdeñan que Borràs sea juzgada por la sala que preside Manuel Marchena, el encargado de la sentencia del 'procés' que condenó a la cúpula del 1-O, pero creen que sí debe rendir cuentas ante un tribunal por sus supuestas irregularidades al frente de la institución catalana.

Borràs, que compareció la semana pasada en la Comisión del Estatuto de los Diputados, pidió al resto de formaciones políticas que no apoyasen el suplicatorio porque, según dijo, la causa abierta contra ella es "profundamente injusta" y responde a una "persecución política". La CUP propuso a Borràs que abandonara su escaño en el Congreso para que dejara de estar aforada y el caso volviera a la justicia ordinaria, donde creen que tendría "un juicio justo". La portavoz de JxCat se niega a abandonar su escaño, alegando que supondría caer en las "invenciones" de la Guardia Civil. 

JxCat puso sobre la mesa la opción de que los tres partidos independentistas no participen en la votación, pero en los últimos días Borràs ha elevado el tono y ha sostenido que "para impedir un juicio injusto, hay que votar 'no'". Fuentes de JxCat dan por casi seguro que en la votación final seguirá sin existir una posición única del independentismo. "Cuando desde ERC se pide la dimisión de Borràs, no tiene sentido la posición conjunta", apuntan, añadiendo que la posibilidad de que JxCat no votara en el pleno sería interpetada como una renuncia. "Nosotros votaremos en contra", afirman. 

Los republicanos no descartan de entrada esta idea, es exactamente lo que han ejecutado este jueves para sortear "el dilema perverso", en palabras de Gabriel Rufián, de tener que elegir "entre antirepresión y anticorrupción". Los anticapitalistas avisan de que no pretenden acabar participando en un gesto "simbólico", porque la posición de los tres grupos es irrelevante a nivel aritmético y ausentarse no frenará su camino al Supremo. Las conversaciones siguen en marcha.