Crisis en el Ministerio del Interior

Grande-Marlaska se niega a dimitir y denuncia "consecuencias" por desmontar la "policía patriótica"

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undefined53625113 el ministro del interior fernando grande marlaska durante 200603154649 / Pool

Juan José Fernández

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El ministro Fernando Grande-Marlaska ha reiterado su decisión de no dimitir ante las reiteradas exigencias de los partidos del ala derecha de las Cortes, que este miércoles se han empleado contra el titular de Interior con gruesas imprecaciones por cesar al coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil de Madrid, Diego Pérez de los Cobos.

"No voy a dimitir porque ni yo ni nadie de mi equipo ha cometido ilegalidades", ha asegurado Grande-Marlaska este martes en la sesión de control al Gobierno en el Congreso. Y ha reiterado: "Prometo decir la verdad y toda la verdad: este ministro ni  ninguno de su equipo pidió ningún informe a la Guardia Civil, ni tomar conocimiento de informe alguno".

En la jornada parlamentaria, Pedro Sánchez ha respaldado a su ministro achacando los ataques que recibe por desmontar la "policía patriótica" del PP, y el propio ministro ha secundado esa versión diciendo que a él y a su equipo, le trae "consecuencias" la labor de "tratar de desmantelar aquello en lo que el PP había convertido el Ministerio del Interior".

El porqué del cese

Marlaska se ha estrenado respondiendo a las invectivas de la portavoz del Grupo Popular en materia de Interior, la diputada Ana Belén Vázquez, quien le había espetado: "Me resulta increible verle sentado ahí perdiendo su dignidad (...) Le falta humildad y le sobra soberbia (...) Usted ya hoy no es un ministro sin prestigio, es un ministro acabado. Dimita".

Rompiendo el silencio sobre el proceder de Pérez de los Cobos, Grande-Marlaska ha tirado de otro argumento en defensa del cese. La diputada le había preguntado por las filtraciones desde la Comandancia de Madrid, el 21 de mayo,  del atestado preliminar de la Guardia Civil sobre la marcha del 8-M. Y ahí el ministro ha aludido al porqué de la destitución: "Con su pregunta ha dado de lleno en el núcleo central: se pidió ante esas filtraciones una indicación de lo que había ocurrido y por qué se había omitido a la cadena de mando esa circunstancia".

Para Grande-Marlaska, las filtraciones siempre tienen una intención, y aquella filtración es "injerencia en la actuación judicial y menoscabo del derecho de defensa. ¿No sabe usted -le ha dicho a la diputada- que una filtración es un delito de revelación de secretos?"

En espera de más papeles

La carta de dimisión del teniente general Laurentino Ceña como director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil tras el cese de Pérez de los Cobos se ha convertido en el nuevo objeto de deseo del Partido Popular, un próximo capítulo de la crisis en la que la oposición conservadora intenta mantener encerrado al ministro del Interior. El líder del PP, Pablo Casado, ha arrancado de hecho con esa expectativa la sesión vespertina de control al Gobierno: "Queremos ver la carta de dimisión del DAO, que va a ser muy interesante". 

Lo ha dicho iniciando en tromba el turno de preguntas al Ejecutivo. "¿Nos puede explicar por qué ha purgado a un coronel intachable de la Guardia Civil por negarse a incumplir la ley?", ha lanzado Casado a Pedro Sánchez. Había metido el presidente del PP esta cuestión en un turno que, en realidad, era para inquirir por un tema que, de facto, relegó a secundario: "¿Cómo valora la destrucción de empleo?".

Sánchez ha contestado a Casado con el mismo argumento que había empleado por la mañana, en el pleno, en otro pulso del mismo tenor, pues la crisis en la Guardia Civil ha marcado toda la jornada: "Ustedes atacan al ministro del Interior porque es el ministro del Interior el que está colaborando con la justicia para acabar con la policía patriótica que ustedes pusieron en marcha".

Malestar corporativo

Los papeles internos del instituto armado han aquirido un inestimable valor, comprobado cómo elevó la temperatura política el martes la difusión de la nota con que la directora de la Benemérita, María Gámez, pidió la destitución del coronel jefe de la Comandancia de Madrid. Sin embargo, fuentes de Interior consultadas le restan valor explosivo a esa otra comunicación que está por conocerse, la del exDAO Ceña.

El coronel Pérez de los Cobos prepara un recurso contra su cese que, de prosperar, podría obligar a declarar a altos cargos de Interior. En otro juzgado de instrucción, el 11 de Madrid, el magistrado Javier Pérez estudia si admite a trámite una querella presentada por Vox contra la directora general de la Guardia Civil y contra el secretario de Estado de Seguridad, el discreto Rafael Pérez.

Y entre tanto, un malestar se está extendiendo esta semana en despachos de la Guardia Civil, pero no tanto por el cese

Un efecto molesta en despachos de la Guardia Civil: a base de elogiar a los mandos salientes, se denuesta por defecto a quienes pasan a ocupar su lugar

de Pérez de los Cobos, como podrían barajar los portavoces de Cs, Vox y PP, sino por un efecto interno en el cuerpo: a base de elogiar a los mandos salientes, se denuesta por defecto a quienes pasan a ocupar su lugar. Presentar la resistencia de Pérez de los Cobos y de Ceña como un acto heroico pone en demérito a quien ha aceptado el cargo de nuevo DAO, Pablo Salas, y al nuevo jefe de la Guardia Civil en Madrid, el teniente coronel David Blanes, nombrado este miércoles.

Y a ello se ha referido también el titular del Interior en el Congreso. "No solo es usted un déspota, es también un mentiroso", le ha dicho el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, para añadir: "Ha tenido que forzar a su compañera Margarita Robles (ministra de Defensa) para que ascienda forzosamente a teniente general a Salas para que ocupe un puesto que siempre se ha ocupado por escalafón". Grande-Marlaska lo ha negado: "No ha sido siempre la antiguedad el único criterio" para proveer plazas en el instituto armado, ha corregido y, después, ha exigido: "Un respeto al general Salas. Es uno de los generales que más ha luchado contra ETA. Su última actuación, detener a Josu Ternera".

Insultos

Ha sido después de que Marlaska se desembarazara de duros ataques de Vox no prestándoles demasiada atención, ni tampoco a su arquero, Ignacio Gil Lázaro, que ha tildado al ministro de "tramposo, inmoral y cobarde".

El diputado de Vox  le ha acusado de "cesar a un militar de honor por negarse a incumplir su deber. Son ustedes corresponsables de aquella negligencia del 8-M que ha costado miles de muertos", ha añadido.

Y, sobre la legitimidad del cese de Pérez de los Cobos, el ministro ha tirado de la ejecutoria del Gobierno Rajoy:  "¿Fue legal que el señor [exministro del Interior Juan Ignacio] Zoido destituyera a toda la cúpula de la Policía que había vencido a ETA? ¿Fue legal que el señor Zoido destituyera como DAO a uno de los generales más laureados de la Guardia Civil?"

Pero, más que las referencias al pasado, Grande-Marlaska ha utilizado el argumento de la legalidad: "No, no voy a dimitir, porque no he cometido ninguna ilegalidad, ni yo ni mi equipo", ha reiterado, antes de hacer una afirmación llamativa: "Yo no he cesado al señor Pérez de los Cobos, sino el secretario de Estado a propuesta de la directora de la Guardia Civil". Y, en fin, también ha tirado del escrito de dimisión de Ceña: "Hablaba en su carta de 'resolución legal pero injusta'", ha resumido el ministro.

Interpelación

En turno de interpelación, Edmundo Bal le ha hecho al ministro dos preguntas clave: que confirme o desmienta si Pérez de los Cobos recibió llamadas de dos generales de la Guardia Civil (Berrocal y Santafé) el domingo 24 de mayo, antes de recibir una tercera llamada, de la directora general, para destituirle, y si fue él quien ordenó la destitución del coronel.

Grande-Marlaska no ha contestado a esas preguntas, aludiendo solo a "informaciones periodísticas que no son hechos". Se ha retrotraído a la primer versión que dio, insistiendo en que el cese del coronel "se enmarca en el proceso de remodelación de equipos" en la Guardia Civil además de en "la pérdida de confianza". 

Interior, según el ministro, puede preguntar a las fuerzas a su servicio "por la actuación, no por el contenido", de una investigación. Más si esta está siendo objeto de filtraciones. Y ha vuelto a señalar la gravedad de las filtraciones de investigaciones policiales porque "causan indefensión, causan juicios paralelos, como el que ustedes instan contra mí, y son delito", ha aseverado.

Para Bal, en la Guardia Civil "serán recordadas las purgas de Marlaska" y su "proceder sectario", ha sentenciado convencido de que el ministro "trata de crear otra policía patriótica a su servicio". La explicación de la remodelación de equipos "no se la cree nadie", le ha respondido al ministro.