El Govern se alinea con Puigdemont y pide de nuevo un relator

Meritxell Budó, en la rueda de prensa del 23 de mayo

Meritxell Budó, en la rueda de prensa del 23 de mayo / periodico

Xabi Barrena

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El Govern, o como mínimo la parte posconvergente del Executiu, apoyó este martes la exigencia de un relator para la mesa de gobiernos Estado-Generalitat que el ‘expresident’ Carles Puigdemont formuló horas antes. La portavoz, Meritxell Budó, coincidió con Puigdemont en que el episodio del pacto de la semana pasada entre el Gobierno bipartito de Pedro Sánchez y EH Bildu, con sucesivas reinterpretaciones y marchas atrás sobre la derogación o no, parcial o total de la reforma laboral, evidencia la urgente necesidad de que “haya garantía”, que debería venir de la mano de un “relator”.  so sí, la 'consellera' de Presidència no se atrevió a tildar esa exigencia de ultimatum.

Se reabre así una nueva fisura, la enésima, en el seno del Govern entre JxCat y ERC. Ya en enero, antes de la primera reunión de la mesa de febrero, ambas partes discreparon sobre si valía la pena o no hacer del relator causa necesaria o no. Los republicanos siempre han optado por preservar la existencia de la propia mesa antes que tensar las relaciones con la exigencia de una figura, la del mediador, que ya se llevó por delante el breve diálogo abierto con la cumbre de Pedralbes de diciembre del 2018.

La Moncloa desdeñó claramente la idea. "No difiere en nada de lo que ha defendido siempre el señor Puigdemont. No es sorprendente. Siempre hemos dicho que los mejores relatores, los mejores testigos, son el conjunto de los ciudadanos", ha zanjado la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, quien ha insistido en que el compromiso del Ejecutivo de volver a reunir la mesa de diálogo en cuanto pase la pandemia se mantiene "firme".

Centrados en la pandemia

Pero la discrepancia no se centra solo en el mediador. Mientras ERC apuesta por exigir la convocatoria ya de una nueva sesión de la mesa de diálogo mientras en paralelo trata de negociar el retorno de las competencias en sanidad, en manos del Gobierno por mor del decreto del estado de alarma, la parte posconvergente parece también dar largas a una nueva sesión.

Así, Budó, hablando, en principio, en representación del conjunto del Govern, aseveró que el Executiu se halla centrado en la resolución de la pandemia y que, por tanto, aun no es momento de pensar en esa mesa de diálogo. No es, por tanto, la prioridad. La misma explicación que se da para alargar la legislatura aun cuando el propio Quim Torra la diera por finiquitada, dada la mala convivencia con ERC, a finales de enero.

Áreas sanitarias Vs Provincias

En lo que respecta a la pandemia, en concreto a la desescalada, Budó defendió que la propuesta de Salut de unificar las tres regiones sanitarias que cubren a buena parte de la región metropolitana suponía una autoenmienda a su plan de desmarcarse del esquema provincial. “El uso de las nueve regiones rsanitarias han permitido trocear mejor las necesidades de la población. Además, las tres áreas de salud, Barcelona ciudad, Metropolitana Nord y Metropolitana Sur, son solo una parte de la provincia barcelonesa, que también incluye el Garraf, el Penedés (desgajados de la Metropolitana Sur para la pandemia) y la Catalunya Central”.

Con todo, Budó dejó en manos de las cifras esa posible reunificación. Budó, en cualquier caso, señaló que si se daba esa reunificación, la población no podría desplazarse por este entorno metropolitano “a menos que fuera por trabajo o por visitar un familiar y no por ocio”. Algo que, por otra parte, es lo que sucede en la situación actual. Budó también negó que el clamor municipal metropolitano por romper la 'muralla invisible' que aisla la capital catalana del resto del continuol urbano es el que haya empujado al govern a proponer esta reunificación.