Los debates de investidura rompen el consenso en la reforma del reglamento del Parlament

Parlament de Catalunya

Parlament de Catalunya / periodico

Júlia Regué / Fidel Masreal / Roger Pascual

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Los debates de investidura han roto el consenso en la reforma del reglamento del Parlament. Los independentistas son partidarios de no limitar funciones en el uso de la vía telemática mientras que la oposición sostiene que las iniciativas que otorgan o retiran confianza deben ser presenciales. Como señalan los 'comuns', "el elefante en la habitación es Carles Puigdemont". 

Los posconvergentes insisten en que la vía telemática es una opción que tiene que ver con el futuro pero a nadie se le escapa el 'factor Puigdemont', dado que el 'expresident' ha sido quien más ha insistido, en plena covid, en la cuestión de este tipo de modificaciones reglamentarias; una manera indirecta de volver a poner el dedo en el ojo a ERC por la investidura a distancia fallida de Puigdemont al inicio de la legislatura.

“Deberíamos tirarlo adelante porque la postura de algunos partidos no es razonable, para ellos es una batalla simbólica, que no se puede decir que hipotéticamente se podría llegar a hacer… es una obsesión. ¿quién está tan obsesionado con Puigdemont si perderemos las elecciones?”, afirman fuentes de JxCat.

Todos los partidos asintieron a que la celebración de un pleno telemático debería ser avalada por la mayoría absoluta de la Mesa y ratificada por dos tercios del hemiciclo, y también se pusieron de acuerdo en las circunstancias que deben darse para descartar el encuentro presencial y optar por la esfera virtual: causas de fuerza mayor, de grave riesgo colectivo, catástrofes o calamidades públicas, las mismas que habilitó el Govern en el decreto que oficializó la posibilidad de reunirse por videoconferencia durante la pandemia del covid-19. Coincidieron también en cerrar la puerta a los plenos híbridos, es decir, de formato reducido y delegación de voto con opción de presencia, intervención y voto telemático. 

Sin embargo, los resquicios aparecieron cuando se abordó la exigencia de la oposición de dejar claro sobre papel que las sesiones plenarias a distancia no pueden incluir en el orden del día un debate de investidura, una moción de censura o una cuestión de confianza. "Esto es una línea roja", espetan desde Cs, y señalan que debates tan trascendentales en los que hay un otorgamiento o una retirada de la confianza no puede oficiarse virtualmente. Recuerdan que JxCat impulsó esta ponencia conjunta en el 2018 para explorar una investidura a distancia del 'expresident' Puigdemont, y este fin sigue planeando en las sesiones que se han reanudado para que la actividad parlamentaria no frene en circunstancias excepcionales como las actuales.

"Alimentar la ficción de Puigdemont"

"Si esto va de alimentar la ficción de que Puigdemont desde Bélgica puede ser 'president' que no cuenten con nosotros", denuncian los 'comuns', que habían puesto sobre la mesa que solo se pudiera votar de forma telemática si se estaba en Catalunya. Una opción que no ha recibido respuesta de la mayoría independentista. La oposición sospecha que JxCat usará cualquier modificación reglamentaria, aunque la investidura a distancia quede fuera, para después poder maniobrar y defender que un parlamento virtual puede ser efectivo. "Sospechamos que no pretenden intentar la investidura directamente pero sí sentar precedente", apuntan fuentes del PSC. Los socialistas y los naranjas recuerdan que la normativa prevé que los diputados pueden reunirse fuera de la sede parlamentaria habitual, en cualquier otro lugar, para asegurar la distancia física o medidas de seguridad. Los 'comuns' ponen como ejemplo que, en caso de una eventual inhabilitación de Quim Torra, si JxCat quisiera intentar otra investidura no dirían que no sea pudiera hacer sino que se podría hacer en el TNC. 

En la última reunión, ERC lanzó una propuesta para acercar posiciones que consiste en reforzar la mayoría en el caso que fuera necesario celebrar este tipo de debates. Es decir, priorizar la vía presencial pero en el caso de que fuera imposible por restricciones de movilidad aceptar la telemática con el apoyo de dos tercios del hemiciclo. La CUP coincide en que "no debe limitarse ninguna función del Parlament" y puntualizan que son partidarios de celebrar una investidura en un pleno reducido o a distancia "siempre y cuando haya una situación de excepcionalidad, unas mayorías claras y una normativa muy acotada a un caso extremo". Fuentes de JxCat se inclinan por aprobar la opción telemática incluidas las sesiones de investidura o moción de censura y cuestión de confianza. “Si habilitamos una tecnología excepcional para circunstancias de fuerza mayor que se aprecie por una gran mayoría, el Parlament no se puede autolimitar a hacer cosas que pueden ser necesarias”, alegan.

Cs, PSC y 'comuns' dejan en manos de los grupos independentistas la posibilidad de llegar a un acuerdo. Si no lo hay, JxCat, ERC y CUP podrían registrar una modificación -teniendo en cuenta o no los consensos previos- que se llevaría al pleno como debate a la totalidad, un paso que no requeriría el consenso. "Todo apunta a que lo firmarán ellos solos", reconocen desde los 'comuns'. "Todas las cartas están ya sobre la mesa, de ellos depende llegar o no a un acuerdo", apuntan fuentes naranjas. "Sería la segunda legislatura en la que la mayoría independentista cambia las reglas del juego si no hay acuerdo", rematan los socialistas.